Miles de casetas telefónicas han saturado las calles y plazas públicas de León.
La cantidad exacta de casetas no la conoce ni el Municipio, porque la mayoría han sido instaladas sin autorización de Desarrollo Urbano.
A través del departamento de Comunicación, la Dirección General de Obra Pública informó que hay 6 mil 355 casetas, que pertenecen a 10 empresas.
Sin embargo, la Tesorería Municipal asegura que “se encuentran instaladas en el municipio un aproximado de 6 mil 620 casetas telefónicas”.
El Municipio tampoco sabe cuántas casetas pertenecen a cada empresa.
Para determinar cómo está repartido el mercado de la telefonía pública en la ciudad, AM hizo un muestreo de 346 teléfonos públicos, en cinco avenidas.
En ese muestreo se determinó que apenas una tercera parte de los teléfonos (el 34%).
La segunda empresa con más casetas en la ciudad es BBG Comunicación, también conocida como ‘Cotorrea conmigo’, con el 24.3% del mercado.
BBG es un permisionario de telefonía que tiene su base en Tijuana, pero con presencia en todo el País.
En tercer sitio está Logitel, que desde 1997 tiene permiso de la SCT para el servicio de telefonía pública de monedas. En León tiene el 20% del mercado.
Otras siete empresas se reparten el 21.5% del mercado local.
Una tiene su domicilio en Puebla (Comercializadora Nacional Telefónica o Cambifon) y otra en el Estado de México (Comunicación Inteligente y Servicios). Las demás son del DF.
Se deslindan

La Dirección de Desarrollo Urbano del Municipio, a través de su área de Comunicación, aseguró que no es atribución de esa dependencia otorgar autorización para instalar casetas telefónicas.
Sin embargo, el Código Reglamentario, en su capítulo uno fracción 81, establece que es atribución de esa dependencia la aprobación de mobiliario urbano, que incluye teléfonos públicos.
El área de Comunicación de la Dirección de Obra informó que esa dependencia buscará a partir de este año un acuerdo entre las empresas telefónicas y el Municipio para tener un control en la instalación de casetas telefónicas.

Creanimpuestopor colocar casetas

A partir de este año, el Gobierno Municipal cobrará una tarifa o impuesto a las empresas que tienen instaladas cabinas telefónicas en León.
En las disposiciones administrativas para 2015, publicadas el pasado 29 de diciembre en el Periódico Oficial, se estableció la tarifa que se cobrará por cada cabina.
La cuota por ocupación, aprovechamiento y/o utilización de la vía pública será de 1,177 pesos por cada cabina que se instale en el Centro de la ciudad y en la Zona Piel.
Para las demás zonas del Municipio la cuota anual será de 1,642 pesos.
Si las empresas se niegan a pagar la cuota o se determina que están en una situación irregular, el Municipio cobrará 1,041 pesos por el retiro de cada caseta.
En la misma publicación realizada por el Municipio en el Periódico Oficial, se menciona que en León hay 6 mil 620 casetas telefónicas.
El cobro del nuevo impuesto, a todas las casetas instaladas, representaría ingresos extra para el Municipio de entre 7 y 9 millones de pesos.
El Municipio carecía de un instrumento legal mediante el cual la Tesorería o la Dirección de Obra tuvieran la facultad de exigir un pago por la ocupación de la calle con casetas telefónicas.
Tampoco tenía facultades para cobrar el retiro de las casetas irregulares, colocadas clandestinamente.

Bloquean paso de peatones

La mayoría de las casetas de telefonía pública que hay en León, fueron instaladas sin control: impiden el paso de peatones, invaden ciclovías e imponen sus propias tarifas.
En un recorrido realizado por AM se comprobó que los teléfonos de monedas anuncian una tarifa de tres pesos, pero al descolgar y marcar los usuarios deben pagar cuatro.
Los mensajes de texto los cobran a 1.50 pesos.
En los hospitales

Sobre la banqueta de la unidad T-53 del IMSS, en el bulevar Torres Landa, están instaladas 12 casetas, diez de ellas justo en el acceso a la clínica.
Además de los teléfonos, el acceso queda obstruido por vendedores de comida. Los peatones tienen que esquivar los puestos y las casetas para poder avanzar.
A unos metros de la rampa de urgencias está instalada una caseta, en las escaleras de acceso hay otra y dos más a siete metros de la reja de entrada.
La saturación de teléfonos se repite en el acceso a la clínica T-47 de Las Trojes, en donde se colocaron once casetas.
Las casetas sirven además como depósito de basura y como mesa de servicio de una vendedora de donas.
También en este lugar, la banqueta queda obstruida por vendedores y por un sitio de taxis. Esta esquina es también paradero oficial del transporte urbano.
A unos metros de la entrada, dos casetas más impiden cruzar libremente el bulevar Antonio Madrazo.
En el exterior de la clínica T-1 del IMSS suman 37 teléfonos, de los cuales diez están en el acceso principal y a unos metros del área de urgencias.
La elevada cantidad de teléfonos y los puestos ambulantes, bloquean el paso a la gente.
En la T-21 del barrio de San Miguel hay 20 casetas, mientras que en el Hospital General suman 17.
Teléfonos peligrosos

Dos teléfonos de monedas de la compañía Logitel, colocados en la avenida Miguel Alemán, dificultan el paso de los peatones, quienes tienen que esperar turno en la banqueta o bajar al arroyo vehicular para poder avanzar.
Cuando una persona alza la bocina del teléfono, se obstruye el paso, y ante la desesperación, muchos peatones se arriesgan a torear los autos, con el riesgo de ser atropellados.
Las casetas que topan con la esquina de la dulcería “La Providencia” dejan un camino estrecho donde no caben dos peatones juntos.
Todos los días la gente se amontona en ese punto, a causa de los teléfonos.
AM atestiguó cuando un trabajador llegó a hablar por teléfono; dejó su bicicleta recargada en la caseta, mientras hacía su llamada. Tardó cinco minutos, lapso en el que el paso fue bloqueado por completo por el hombre y por su bici.
En toda la ciudad

El cruce del paradero de Julián de Obregón es un punto clave para los trabajadores que laboran en esta zona industrial. Casi en el cruce peatonal hay cuatro casetas telefónicas, que estorban a la hora de entrada y salida de las fábricas, cuando se forman aglomeraciones de gente.
Los teléfonos instalados sobre la banqueta vuelven complicado que los peatones puedan caminar de manera fluida cuando el semáforo les da el paso.
En la calle San Pedrito, entre la primaria Ramón López Velarde y la Secundaria Federal Hermanos Aldama, la banqueta apenas mide un metro de ancho y en ella fue colocada una caseta.
A esto se suma el medidor de la secundaria, un alambre tensado que sujeta el poste de teléfono y un bote de basura. Tantos obstáculos hacen imposible el paso de dos personas a la vez. Los peatones deben esperar su turno para pasar de uno en uno.
Por el bulevar Antonio Madrazo, en la banqueta que da acceso a la Plaza Obelisco, hay instalados siete teléfonos públicos, que dejan poco espacio para el paso de los peatones.
El espacio original de la banqueta quedó reducido a la mitad por la colocación de las casetas.
En este punto están ubicadas las escaleras de acceso al centro comercial, los teléfonos y un paradero del servicio de transporte público.

...Y entorpecen circulación por ciclovía

La ciclovía del bulevar Clouthier, a un costado de Plaza Mayor, es limitada por dos casetas de teléfono colocadas a los costados, sobre las líneas verdes que marcan el camino de las bicicletas.
A manera de postes, ambas casetas se convierten en un obstáculo para los ciclistas.
En el mismo sitio hay más obstáculos dentro de la ciclovía, como la estructura de una parada de autobús y postes de energía eléctrica.
Metros más adelante hay otro teléfono que también invade la ciclovía.
Los ciclistas deben eludir los obstáculos y pasar entre las casetas, dos postes de la CFE, la parada de autobús y los pasajeros que esperan abordar.
En la esquina de la calle Uruapan y bulevar Hidalgo hay donde dos teléfonos que impiden utilizar el cruce seguro marcado por la banqueta. Un poste con el señalamiento de “alto” y las dos casetas forman una valla que obstruye el paso a los peatones.

Por Redacción AM

Escrito en Celaya el 21/1/2015 · 00:00