Un jefe rebelde chií de Yemen arreció el domingo sus críticas al asediado presidente Abed-Rabbo Mansur Hadi y se comprometió a enviar combatientes al sur donde el mandatario se ha refugiado.
Abdel-Malik al-Huthi, al que respaldan simpatizantes del ex presidente Alí Abdalá Saleh, emitió su encendido discurso horas después de que su milicia capturara la tercera ciudad más grande del país, Taiz, un punto importante en su ofensiva.
El jefe insurgente dijo que su movilización tiene como propósito combatir a Al Qaeda y otros grupos extremistas, así como a las fuerzas leales a Hadi que se encuentran en el sur con la intención de aumentar la desestabilización de Yemen.
En su discurso de una hora por la televisora al-Masirah, al-Huthi se refirió a Hadi como una "marioneta" de las potencias internacionales y regionales que pretenden "importar el modelo libio" para Yemen. Señaló a Estados Unidos, Israel, Arabia Saudí y Catar como conspiradores contra Yemen y otros países en la región.
Libia está dividida entre milicias que se enfrentan y parlamentos rivales en ambos extremos del país que reclaman la legitimidad del poder, en tanto que extremistas del grupo Estado Islámico han empezado a enraizarse en esa nación.
La agitación en Yemen se ha exacerbado desde que el grupo rebelde chií, conocido como los hutíes, ocupó en septiembre Saná, puso en arresto domiciliario a Hadi y finalmente disolvió el Parlamento del país.
Además, los hutíes controlan cuando menos nueve de las 21 provincias de la nación.
Hadi, que tiene el respaldo de la comunidad internacional, huyó a Adén, la segunda ciudad más importante y centro económico del país, declarándola capital de facto a principios de mes.
El enviado especial de las Naciones Unidas para Yemen, Jamal Benomar, advirtió el domingo durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad que los acontecimientos están colocando al país "al borde de una guerra civil".
Benomar, que hizo sus declaraciones mediante un video desde Catar, dijo que "sería ilusorio" creer que los hutíes tienen la capacidad para controlar todo Yemen, y exhortó a todas las partes a que solucionen pacíficamente el conflicto.
El conflicto se intensificó el domingo cuando fuerzas leales a Saleh ocuparon Taiz y el aeropuerto internacional de la ciudad. Funcionarios de seguridad aliados de Hadi dijeron que las fuerzas rebeldes han movilizado tanques y combatientes por un camino que va de Taiz a la provincia vecina de Lahj, al parecer en dirección a Adén.
"La decisión tiene como propósito confrontar a las fuerzas criminales, Al Qaeda, y sus socios y afiliados, y a todos aquellos que pretenden refugiarse en regiones o aprovechar pretextos políticos", señaló al-Huti.
El jefe rebelde acusó a Hadi de asociarse con grupos paramilitares para la desestabilización de Yemen.
Las fuerzas de seguridad dijeron que una persona murió y cuatro resultaron heridas cuando combatientes rebeldes dispararon contra una multitud que protestaba en Taiz por el ingreso de los insurgentes. La ciudad es conocida porque a principios de 2011 fue uno de los focos de las protestas que propiciaron que Saleh dejara el poder.
Los funcionarios de seguridad solicitaron el anonimato porque no están autorizados a hacer declaraciones a la prensa.
Si los rebeldes mantienen su control en Taiz, capital de la provincia más poblada de Yemen, la situación representaría un gran peligro para Hadi en Adén, a sólo 140 kilómetros (85 millas) de distancia.
La agitación ha socavado la capacidad de Yemen para combatir a Al Qaeda en la Península Arábiga, el blanco de un programa de Estados Unidos para lanzar ataques con aviones no tripulados. Además, el país se enfrenta a una supuesta filial del grupo extremista Estado Islámico, que se adjudicó una oleada de ataques suicidas ocurrida el viernes en la que murieron 137 personas.

Por Agencia AP

Escrito en Celaya el 22/3/2015 · 00:00

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