Alumnos del Tec de Celaya colaboran con la NASA: Cultivan lechugas en suelos simulados de Marte
La investigación tiene como objetivo final la exploración espacial y la colonización de la Luna y Marte, aunque se reconoce que aún falta mucho progreso tecnológico.
Celaya, Guanajuato.- En un viaje en automóvil por la carretera libre de Celaya a Querétaro, Édgar, un agricultor con más de 40 hectáreas cultivadas en Guanajuato, mira por la ventana hacia los campos ociosos a los costados del camino.
Al preguntarle sobre el porqué de esta situación, responde: “Es el agua”. Aunque el suelo de Guanajuato es de los más fértiles del País, de acuerdo con Édgar, hace falta cavar pozos de unos 300 metros de profundidad para el riego, lo cual requiere un desembolso de por lo menos un millón de pesos, dinero con el que no cuenta la mayoría de los campesinos de la región.
El problema de la agricultura no solo se limita a la falta de agua, sino que también abarca la erosión generalizada, que, gradualmente, en el transcurso de miles de años, hará improductivas grandes extensiones del planeta.

En este contexto, un grupo de estudiantes de posgrado en mecatrónica del Tecnológico Nacional de México en Celaya participa en un proyecto cuya finalidad es lograr la germinación y el crecimiento de lechugas en un sustrato similar al suelo marciano y lunar.
Los trabajos se realizan en coordinación con la Universidad Estatal de Tarleton, en Texas, y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), con miras a, en un futuro, colonizar el satélite natural de la Tierra y el planeta rojo, según lo expresado por Raúl Antonio Muñoz Gutiérrez y Raúl Omar Herrera Arroyo, alumnos de maestría.
En ambos cultivos, tanto el lunar como el marciano, se logró el crecimiento después de casi ocho semanas; empezamos el 30 de septiembre y terminamos el 23 de noviembre, cuando cosechamos, y actualmente estamos en la fase de análisis de los datos”, añadió Karla Mendoza Ramos, alumna de doctorado.
Con iluminación artificial, temperatura, humedad, dióxido de carbono y riego controlados, según Yoselin Moreno Aguilera, alumna de doctorado, se monitorearon las distintas etapas de crecimiento de los vegetales.
También hemos conseguido hallazgos aplicables a la agricultura convencional en la Tierra, sobre todo en el sentido de cómo eficientar el riego, lo cual podría mejorar el uso del agua”, dijo Armando Figueroa Martínez, estudiante de maestría.
Aunque la finalidad última de las investigaciones es conquistar el espacio exterior, aún faltaría mucho progreso tecnológico para lograrlo. No obstante, la colaboración del Tec de Celaya contribuye a la posibilidad de aprovechar al máximo cada kilogramo de suministros transportados en las naves espaciales.
Al ser consultado sobre la viabilidad de desarrollar civilizaciones fuera del planeta, José Franco López, investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresó que el caso más complicado es la Luna, porque la ausencia de atmósfera provoca que el viento solar, los rayos cósmicos y los micrometeoritos penetren sin ningún filtro, lo cual hace que las condiciones de vida sean muy difíciles.
Durante el día, las temperaturas del satélite natural de la Tierra son de más de 100 grados, mientras que durante la noche son de 150 grados bajo cero, lo cual equivale a una variación de casi 300 grados, del día a la noche, que no permite el crecimiento de ninguna planta a la intemperie, aunque se tuviera el suelo adecuado para hacerlo”, explicó.
En el caso del planeta rojo, las temperaturas oscilan entre los 20 y los -153 grados, con una media de -65 grados, por lo que el entorno no es tan extremo como en la Luna. Entonces, según Franco López, Marte sería la opción más adecuada para, en algún momento, colonizar.
Este científico enfatiza que, definitivamente, la agricultura a la intemperie no podría desarrollarse en ninguna de las dos opciones consideradas, sino que tendría que ser en campanas, bajo condiciones controladas, justamente como se ensaya en los experimentos del Tec de Celaya.
Se puede hacer un sistema cerrado en la Tierra, pero no es lo mismo hacerlo en otro planeta o en la Luna, porque habría que llevar los materiales y construir, y como allá no va a haber albañiles, robots tendrían que realizar la tarea”, argumentó Franco.
El investigador de la UNAM sostiene que aún existe una amplia brecha por cubrir para conseguir la ejecución exitosa de este tipo de hazañas espaciales, en concordancia con la NASA, que en un comunicado informa que pasarán años antes de que los astronautas puedan cultivar sus propios alimentos fuera de la Tierra.
“Pero la agricultura a pequeña escala será esencial para la exploración lunar prolongada y las misiones largas a Marte. La NASA se ha estado preparando para ese día durante décadas”, añadió.
Además, lo aprendido en estudios de producción de vegetales en laboratorio puede ser puesto en práctica en beneficio de la agricultura terrestre, según la agencia espacial.
Mientras tanto, Édgar sigue mirando hacia las laderas de la autopista y, al llegar a Juriquilla, Querétaro, señala unos terrenos baldíos que quisiera comprar, para ahí cultivar hortalizas como lo hace en Guanajuato, con agua de pozo y riego tecnificado, y así extender su negocio todo el tiempo posible hasta que las condiciones del planeta lo permitan.
AAK
AManece Celaya
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