¿Es irreverente confesarse fuera de un templo? Durante esta semana, sacerdotes ofrecen escuchar a fieles, en parques y plazas públicas
María de la Paz, de 81 años, asegura que en la ‘calle no se deben confesar intimidades, porque ahí no hay recato y uno no va a decir sus malas acciones en un parque’
Celaya, Guanajuato.- María de la Paz, de 81 años, asiste regularmente a la Catedral de Celaya, donde se ha confesado, pero al preguntarle si se animaría a hacerlo en la calle, respondió que no, porque lo consideraría “irreverente”.
Al preguntarle al sacerdote José de Jesús Palacios Torres, vocero de la Arquidiócesis de Celaya, qué le diría a feligreses como María de la Paz, contestó que “lo importante es confesarse, y el lugar es lo de menos.”
La Arquidiócesis de Celaya ofrece desde el lunes 31 de marzo y hasta el viernes 4 de abril, confesiones en lugares públicos de la ciudad, donde tres sacerdotes, sentados en sillas plegables, absolverán a quienes, con propósito de enmienda, decidan acercarse.
El objetivo es hacer entender que la fe no está enclaustrada en unos muros y a nosotros como sacerdotes nos toca salir al encuentro de las personas que andan en ocupaciones diversas”, comentó el presbítero.
Agregó que esta iniciativa está enmarcada en la época cuaresmal de preparación para Semana Santa, cuando la Iglesia subraya la obligación del arrepentimiento y la conversión.
Iniciamos el lunes y concluimos el viernes próximo y también habrá laicos con biblia en mano para que lean pasajes del Evangelio, canten alabanzas a Dios o jueguen con los niños mientras los papás se confiesan”, expresó.
Pasaje Góngora, Jardín Principal, Parque Morelos, Jardín Allende y la explanada entre el templo de San Francisco y Catedral son los sitios elegidos para llevar a cabo las confesiones lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, respectivamente.
Hay personas que todavía quieren gozar del privilegio del anonimato y el confesionario tradicional ofrece esta posibilidad, por lo que podrían intimidarse al estar sentados frente al sacerdote cara a cara”, detalló el padre Palacios.
Recato
María de la Paz opinó que es preciso un mueble propicio, donde sacerdote y confesado se encuentren separados por una rejilla, como se estableció desde hace siglos.
En la calle no se deben confesar intimidades, porque ahí no hay recato y uno no va a decir sus malas acciones en un parque”, aseveró esta seglar de Celaya.
RAA
AManece Celaya
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