Para las actividades que el papa Francisco tendrá en la ciudad de México, se requiere la participación de unos 10 mil jóvenes voluntarios, que intervendrán en la organización y en vallas durante los recorridos que tendrá el obispo de Roma, señaló Juan José Cedeño, responsable de la Pastoral Juvenil del Arzobispado Primado de México.
Información difundida por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de la ciudad de México, se precisa en este marco que se instalarán vallas humanas en los recorridos del jerarca católico hacia la Basílica de Guadalupe, la Catedral Metropolitana y del Aeropuerto a la Nunciatura Apostólica, así como la Misa multitudinaria que posiblemente sería en Ecatepec, Estado de México.
“El programa definitivo aún no lo tenemos”, subrayó al respecto Juan José Cedeño, quien informó que los jóvenes que deseen participar deben acudir mañana martes a las 19:00 horas a cualquiera de las sedes de las ocho Vicarías del Arzobispado de México, como un primer paso de registro y selección.
“Habrá catequesis, formación espiritual para los voluntarios que quieran asistir, y es que tener el contacto visual con el Santo Padre, y escucharlo, tocará el corazón de muchos jóvenes que ya están entusiastas con la visita del Santo Padre”, subrayó Cedeño.
Consideró que quienes participaron en las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI, pueden dar testimonio de la importancia de aquellos encuentros, tanto en el plano histórico como en el espiritual.
El SIAME detalló las sedes de las ocho vicarías para las reuniones. Estas son:
Para primera Vicaría “Santa María de Guadalupe”, la reunión será en la parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago; para la segunda Vicaría “Cristo Rey”, en la parroquia San Miguel Chapultepec; para la tercera “San Felipe de Jesús”, en la parroquia de San Juan de los Lagos (San Juanita).
La cuarta “San Miguel Arcángel, en la parroquia Jesús Nazareno; la quinta “San Pedro Apóstol”, en la parroquia de Nuestra Señora de la Piedad; la sexta “San José”, en la parroquia la Esperanza de María en la Resurrección del Señor; para la séptima “San Pablo Apóstol”, en la del Señor del Santo Sepulcro (La Cuevita), y en la octava “San Juan Bautista, en la parroquia de San Bernardino de Siena.