María Marcos Cuevas tiene actualmente 80 años, 7 hijos, 23 nietos y 17 bisnietos, y es vecina de la calle López Cotilla en la colonia centro. Doña Marcos toda su vida ha sido una mujer trabajadora que ha superado los obstáculos que la vida le ha puesto.
Nació en la hacienda El Circo ubicada por la Mesa Redonda, posteriormente vivió en la hacienda de Las Cajas, pero donde paso la mayor parte de su juventud fue en Las Jaritas.
Ahí con tan solo 18 años se casó con José Isabel Velásquez de 19 años, y 4 años después vinieron a establecerse a Lagos de Moreno.
Tras 13 años de matrimonio la pareja tenía ya 7 hijos, Elvira, Cuco, Marcela, Mariana, Pánfilo, Heraclio, María, y esperaban la llegada de Maritza.
Sin embargo, un 16 de abril de 1966 cuando el esposo de Doña Marcos se dirigía a trabajar a Nestlé sufrió un accidente automovilístico y falleció.
Debido a tal acontecimiento, Doña Marcos tiene que sacar adelante a sus 8 hijos, primero dice sólo se mantenía con la pensión que le habían dado de su esposo, así como recuerda que también le dieron un dinero por parte de la empresa.
“Con ese dinero compre 3 casitas y las rentaba, no era mucho pero con eso me ayudaba”, dijo.
Con el tiempo algunas conocidas la invitaron a trabajar haciendo desayunos para las escuelas primarias.
“Hacía 400 tortas y 80 litros de atole diarios, que para el Insurgentes, para la Orientación, la Roma, teníamos diferentes canastitas con los pedidos de las escuelas”, recordó la señora.
Hizo los desayunos escolares durante 5 años, posteriormente le traspasaron una tienda de abarrotes la cual se dedicaba a atender desde las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche, por circunstancias de la vida tuvo que traspasar la tienda, pero enseguida le ofrecieron trabajo atendiendo otra en las cercanías de su hogar.
Trabajó en ello un tiempo más, sin embargo la tuvieron que operar y dejó de trabajar mientas se recuperaba, pero en cuanto pudo, comenzó a trabajar en una papelería. También hacia gelatinas en su casa y las repartía en las tiendas para que las vendieran.
Desde que quedó viuda trabajo en una cosa y en otra, siempre en el comercio, ya que es algo que dijo siempre le gustó.
Aparte de la muerte de su esposo, ella sufrió la pérdida de su hija mayor, Elvira, tenía 19 años cuando murió en un accidente.
Sin embargo esas pruebas y pérdidas en la vida de Doña Marcos le han dado la fortaleza para vivir y sacar a sus hijos adelante.
Ahora con 80 años no puede quedarse sin hacer nada, dice, ya que continua vendiendo productos por catálogo.
“Aquí vienen las muchachas a ver los libros, vienen por sus cosas y me traen el dinero”, comentó al respecto.
Ella cuenta con una numerosa familia y comenta que cuando van a su casa todos no hay espacio suficiente.
“Tenemos que buscar un lugar con más espacio para que los niños puedan jugar”, comentó al respecto, pues todavía tiene planes... mientras Dios le preste vida.

Por Redacción AM

Escrito en Celaya el 10/5/2015 · 00:00