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Pierde León a BMW por falta de tierras

La falta de terrenos de uso industrial impidió ofrecer alternativas a los inversionistas.

Escrito en Celaya el
Pierde León a BMW por falta de tierras

Hace tres años, a principios de marzo de 2013, una delegación de 40 personas procedentes de distintos países se reunieron con autoridades de Guanajuato, para iniciar las negociaciones del proyecto industrial más ambicioso en la historia de León: la instalación de una armadora automotriz de BMW.
La delegación estaba integrada por directivos de la BMW, quienes anunciaron al Gobernador que Guanajuato había sido pre-seleccionado como una opción para localizar la nueva planta automotriz.
Las negociaciones se extendieron por alrededor de 16 meses; las reuniones eran unas veces en León, otras en Munich, la sede mundial de la BMW, o en Chicago, donde despacha Juan Manuel Fernández Ruiz, Jefe de la oficina de atracción de inversiones.
Los inversionistas ya habían elegido un terreno al sur de León, en los alrededores del campus de la UNAM. Estaban convencidos de instalar la planta armadora por la riqueza educativa de la ciudad, que le garantizaba técnicos e ingenieros calificados.
Toda la negociación se realizaba con total sigilo. Se firmaron acuerdos de confidencialidad, porque estaban en juego inversiones multimillonarias.
Los directivos de la BMW ofrecían una inversión de mil millones de dólares para construir su planta, donde instalarían lo último en tecnología de punta. Además, prometían crear mil 500 empleos directos. Para ello necesitaban un terreno de entre 300 y 400 hectáreas.
Además de tierras, los inversionistas pedían apoyo para el desarrollo de infraestructura. El Gobierno del Estado estimaba que se requería una inversión de 3 mil millones de pesos para cumplir con los requerimientos de la empresa alemana.
Para evitar la fuga de información, los negociadores acordaron utilizar nombres clave: “PROYECTO ALPES” se denominó a todo lo relativo a la inversión de BMW en León, y “PUMA” era el nombre secreto con el que se referían al terreno elegido por la empresa automotriz, al sur del municipio.
Descartaron Salamanca

Con la condición de no citar sus nombres, funcionarios que participaron en la negociación accedieron a contar cómo fue el proceso para intentar atraer la inversión de la empresa de autos de lujo.
Una de las fuentes consultadas reveló que el primer terreno que se ofreció a los inversionistas alemanes fue el polígono de 900 hectáreas que el Estado compró en 2009, para la fallida refinería Bicentenario.
Dicho predio fue adquirido en 1,700 millones de pesos y actualmente alberga el parque agrotecnológico Xonotli, en Salamanca.
El terreno fue adquirido bajo la clave secreta “Mercurio”, a través de una empresa fantasma denominada “Cereales y Pastas Finas”.
Pese a tener dos accesos carreteros y enlace ferroviario, a los inversionistas no les gustó el terreno.
“Cuando los inversionistas de BMW llegaron (al predio ‘Mercurio’), enseguida dijeron que no, es más, al llegar al lugar, se bajaron del carro y de inmediato dijeron: ‘no, aquí no’, sin hacer ninguna prueba”, relató la fuente de am.
“El terreno ‘Mercurio’ fue descartado por (la BMW) por múltiples razones, entre otras la oferta de calidad de vida de la zona y en general por no contar con un entorno de negocios que puedan dar soporte a una operación de esta naturaleza”, detalló un documento oficial de la Secretaría de Desarrollo Económico.
Y llegan a León

El Gobierno de Guanajuato amplió su propuesta y ofreció a los alemanes otra ubicación, ésta vez en León, en un terreno colindante con la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), de la UNAM, ubicado a la salida a Cuerámaro.
En el predio “PUMA”, ingenieros de Alemania que contrató la BMW realizaron un estudio de factibilidad del terreno.
“La investigación para saber si el terreno era el adecuado para instalarlos duró cuatro meses y los ingenieros realizaron excavaciones de hasta 150 metros de profundidad con maquinaria de última generación para determinar si era lo que necesitaban”, añadió un integrante de las negociaciones.
El estudio de factibilidad fue pagado por la Secretaría de Desarrollo Económico, a través de una cuenta contable denominada “Servicios de diseño, arquitectura, ingeniería y actividades relacionadas”, según consta en el expediente del caso.
El costo del estudio fue de 4 millones 130 mil 627 pesos.
Contratan a alemanes

En una auditoría, los funcionarios de Desarrollo Económico justificaron así el gasto del estudio:
“El Estado de Guanajuato participó en el concurso para la instalación de la nueva planta armadora (de BMW) de la cual analizó la factibilidad de instalarse en el predio de naturaleza privada denominado PUMA, y localizada al sur de León.
“La empresa (BMW) solicitó al Gobierno del Estado de Guanajuato, realizar un Estudio de diagnóstico de las condiciones geotécnicas, ambientales y geo hidrológicas en el predio elegido para su instalación, a fin de que el terreno cumpliera los estándares señalados por la empresa. Dicho estudio para efectos internos de Gobierno del Estado, se denominó proyecto Alpes, en este ejercicio la empresa solicitó que todos los trabajos estuvieran bajo supervisión de los representantes de la empresa.
“La empresa es de origen alemán, especialista en la realización y evaluación de estudios de ingeniería ambientales, diagnóstico de condiciones geotécnicas y geohidrológicas, y fue seleccionado por el potencial inversionista como asesor técnico, para analizar y validar los procedimientos y resultados de los estudios presentados por los diferentes estados para elegir el sitio de instalación del proyecto en México”.
¿Por qué se fueron?

Los negociadores consultados por am relataron que una de las razones principales que alejaron a los inversionistas, fue que el estudio geotécnico reveló que el terreno elegido no era adecuado para instalar una planta armadora. Buscaron otras alternativas, pero no había terrenos industriales disponibles y por eso la planta se fue a San Luis Potosí.
Uno de los funcionarios consultados enlistó otros factores que alejaron la inversión de BMW: la falta de accesos a la ciudad, mano de obra y tierra caras, sumados a la deficiencia en infraestructura ferroviaria y de caminos.
“Lo que hicimos fue una oferta sumamente atractiva, de hecho se usaron todos los recursos que nos permitieron las Políticas para el Otorgamiento de Incentivos y Apoyos a Inversionistas, pero una de las razones más contundentes que nos dieron los inversionistas de BMW, fue que la tierra era irregular, simplemente no cumplía con las características que ellos buscaban.
“Lo que nos dijeron es que necesitaban un terreno duro como de tepetate, rocoso y el lugar que les ofrecimos, según el estudio que se realizó, era de suelos blandos, de tierra negra arcillosa”, explicó la fuente.
“Entre los beneficios que se les ofrecieron, se les planteó: subsidio de inversión, subsidio al empleo, infraestructura para mejorar los alrededores de la planta, apoyos con energía eléctrica, apoyos para los mantos acuíferos, seguridad territorial en donde nosotros (Gobierno del Estado) compraríamos los terrenos y luego se los venderíamos para facilitar la transacción, además de capacitación de personal”, explicó el experto en el tema.
Mala infraestructura y falta de tierras

La falta de suficientes terrenos de uso industrial en León impidió ofrecer a los inversionistas de BMW alternativas para instalarse.
“Con toda objetividad se puede afirmar, que las posibilidades de atraer el proyecto (de BMW) son limitadas atendiendo a la mayor restricción que hoy enfrentamos que la carencia de oferta de zonas industriales desarrolladas que nos permitan albergar este tipo de proyecto”, reconoció un funcionario, en un oficio elaborado en plena fase de negociación del proyecto.
El mismo negociador describió cómo fue el proceso de búsqueda de la inversión: “La naturaleza altamente demandante de este tipo de proyectos ha exigido cientos de horas de trabajo por parte del equipo para atender una de los procesos de “due diligence” más extensos y complejos que hayamos atendido”.
Otro funcionario que participó en las negociaciones relató: “Para principios de 2014 ya sabíamos que Guanajuato no tendría a la BMW, porque ellos tomaron en cuenta que de los tres municipios de Guanajuato con infraestructura ferroviaria (Celaya, Irapuato y León), en León tenemos la peor y eso es fundamental para trasladar las mercancías.
“También que faltan accesos a la ciudad, que hay escasa infraestructura de caminos, incluso tendríamos que rehacer toda la carretera León-Cuerámaro para robustecerla, que la mano de obra es cara, igual que la tierra; pero lo más contundente que nos dijeron, es que el terreno era irregular, demasiado blando y arcilloso, ahí acabó la esperanza”.
Al descartarse a Guanajuato de la contienda, sólo quedaron San Luis Potosí e Hidalgo en el mapa.
Pelea millonaria

Desde el 23 de noviembre de 2013, el gobernador Miguel Márquez reconoció que era casi imposible que se instalara en Guanajuato la planta armadora de BMW.
Durante la inauguración del stand Pro México, dentro del Tokyo Motor Show 2013, Márquez dijo que para atraer a la transnacional, era necesario invertir al menos 3 mil millones de pesos, dinero que Guanajuato no tenía.
Cuando Guanajuato no alcanzaba a cubrir los 3 mil millones de pesos que pedía BMW, San Luís Potosí ofreció un paquete total de inversión de 3 mil 500 millones.
“Incluso Hidalgo ofreció más inversión que San Luis Potosí, pero BMW sabía lo que quería y el terreno era básico”, agregó el negociador del Gobierno consultado por am.
Al final, la firma del convenio de inversión se realizó el 3 de julio de 2014, en la residencia oficial de Los Pinos, donde los directivos de BMW anunciaron ante el Presidente Enrique Peña Nieto, que San Luis Potosí se había quedado con la armadora.

Las visitas exploratorias

Representantes de la BMW realizaron en el año 2011 las dos primeras visitas exploratorias a Guanajuato, para una futura inversión.
Desde aquellas primeras visitas hubo interés de los directivos de BMW por considerar a Guanajuato como un sitio potencial para establecer una nueva planta ensambladora para la fabricación de SUV’s destinados al mercado norteamericano, detalla un informe de la Secretaría de Desarrollo Económico de Guanajuato.
Según el reporte, la empresa compra en México casi el 25% de los componentes usados para la fabricación de las series X5 y X3 que ensambla en su planta de Carolina del Sur.
Los primeros acercamientos de la empresa alemana, líder mundial en la fabricación de vehículos de lujo, se realizaron a través de la oficina de promoción de inversiones de la Secretaría de Desarrollo Económico en Chicago, a cargo de Juan Manuel Fernández Ruiz.

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