Lejos de Iguala, en la entrada del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro dejaron de lado el cine y se sumaron a la protesta de la sociedad mexicana por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Cuarón, el primer realizador latino en recibir el Óscar como Mejor Director por su película “Gravedad”, fue homenajeado la noche de este lunes en la cena de gala que el MoMA organiza para recaudar fondos para la preservación de grandes trabajo cinematográficos.
Pero el evento fue eclipsado por los normalistas de Guerrero.
"Un evento que debe ser un gran festejo está ensombrecido por los eventos que han sucedido en el último mes en México, la desaparición de 43 normalistas y lo que esto ha puesto en evidencia, un problema sistémico donde en el mejor de los casos hay una apatía y una ineptitud de parte de las autoridades y, en el peor de los casos, hay una coalición", dijo Cuarón.
A su lado lo secundó Del Toro, quien también alzó su voz.
"Hay una violación de los derechos humanos cotidiana en México que está sucediendo de manera invisible. La situación de estos 43 estudiantes abrió un montón de fosas comunes. Y es dolorosísimo para nosotros ver los caminos que son las respuestas de siempre, las respuestas que buscan terminar un diálogo que va a tener que continuar de la manera más agresiva, pero más auténtica hasta que realmente lleguen las respuestas que tienen que llegar", afirmó Del Toro.
Ambos directores aprovecharon la tribuna de la gala del MoMA para sumar su voz a la protesta de la sociedad mexicana.
"Creo que mi voz es irrelevante. Creo que la voz relevante es la de una sociedad que se ha manifestado de una manera muy firme y es una voz que está resonando en el resto del mundo", agregó Cuarón.
El multipremiado director incluso se ofuscó cuando se le hicieron preguntas de cine.
Afirmó que no valía la pena hablar de eso cuando ocurría lo que ocurría en México.
Dijo, citando a alguien que no identificó, que "en un basurero se encontraron los restos carbonizados de la credibilidad del Estado mexicano".
Pese a la insistencia, se negó a hablar de cine en la entrada del museo, antes de la cena que le brindaría la institución.
Del Toro, quien no se le despegó a su amigo, reclamó una mejor reacción del Gobierno mexicano.
"Es importantísimo que la gente en el poder entienda que los ojos del mundo están mirando hacia México y que de la reacción que tengamos de parte de ellos, porque el pueblo está dolido, está indignado, está harto, de su reacción dependerá muchísimo", apuntó el realizador de Titanes del Pacífico.

ASÍ LO DIJO
"No me interesa hablar de lo otro (de cine), porque nos queremos sumar a esta sociedad que está tomando estos foros para hablar de la importancia de este asunto (los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa). Todo esto, todo esto está ensombrecido".
Alfonso Cuarón, cineasta

Por Redacción AM

Escrito en Celaya el 12/11/2014 · 00:00