La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) volvió a clausurar de manera total la empresa Química Central de México, luego de ordenar el retiro total en un plazo de 6 meses de más de 300 mil toneladas de residuos peligrosos de cromo hexavalente.
Ayer, poco después de la 1 de la tarde, inspectores de la Profepa llegaron a las instalaciones de la empresa para retirar los sellos de clausura que habían puesto el 4 de junio del 2014, después de que por determinación del Segundo Tribunal Colegiado en materia Administrativa del Décimosxto Circuito se echara abajo el cierre por no estar bien fundamentado el proceso.
Los inspectores de la dependencia, Jesús Flores Hernández, Uriel Ortiz Morales y Leobardo Alfonso Pérez Pérez, acompañados del apoderado legal de la empresa, Jaime Kirchner Plascencia, estuvieron retirando los sellos de clausura de cada una de las áreas y bodegas de la empresa Química Central.
A las 5 de la tarde se firmaron los acuerdos.
Pero, cuando ya procedían a retirarse los representantes de la empresa, media hora más tarde, se les notificó que se volvería a hacer una clausura total de la empresa.
El abogado Jaime Kirchner dijo que no entendía por qué si apenas les acababan de retirar los sellos, les volvían a clausurar.
“Voy a ver en qué se fundamentan para volver a clausurarnos. Así se las gastan los de la Profepa”, comentó antes de retirarse.
El jefe de inspección industrial de la Profepa que realizó la primera clausura que fue desechada por el juez, Arturo Estrada, permaneció afuera de las instalaciones, junto con un grupo de inspectores de la delegación en Guanajuato y se negó hablar.
El nuevo emplazamiento de la Profepa mantiene las acciones legales conducentes para que Química Central de México responda a la denuncia penal y la querella por el daño ambiental causado, por las más de 300 mil toneladas de residuos peligrosos de cromo hexavalente abandonadas en los patios de sus instalaciones.
La dependencia federal considera que la pretendida indemnización anunciada por la empresa se desprendería de un amparo para efectos y por no tratarse de cosa juzgada, la misma carece de cabal sustento.
Desmantelan el terreno
El terreno donde se encuentra ubicada la empresa Química Central de México ya se está desmantelando.
Empresas recicladoras han estado sacando en tráileres una gran cantidad de estructuras de las instalaciones que ayer fueron nuevamente clausuradas por la Profepa.
El representante legal de la empresa, Jaime Kirchner Plascencia, dijo que sólo está un guardia de seguridad de una empresa privada, y cuatro empleados que dan mantenimiento a la planta de tratamiento de los lixiviados.
Inspectores de Profepa, entre los que se encontraba el jefe de inspección industrial a nivel federal, Arturo Estrada, estuvieron supervisando desde el exterior de la empresa las maniobras de desmantelamiento.

Va Profepa por el cierre definitivo

La Profepa, mediante un comunicado, luego de la nueva clausura, dijo que “la actuación de esta autoridad federal está ceñida a derecho y tiene como único objetivo el ratificar su decisión de conseguir el cierre definitivo de la planta, a fin de que no vuelva a registrar operación productiva alguna debido a su peligroso nivel de contaminación, para los habitantes de esa comunidad”.
Además de los residuos peligrosos que deberá retirar y disponer adecuadamente, Química Central deberá remediar el sitio contaminado que ha dejado después de desmantelar sus instalaciones, mismas que no volverán a operar.
La Profepa considera como inaceptables las propuestas de remediación presentadas por la empresa, toda vez que plantean plazos de décadas solamente para el retiro de los residuos peligrosos depositados en los patios de sus instalaciones, situación que se torna inviable debido al alto riesgo que representan para el equilibrio ecológico y la salud de la población.
Quitar contaminación,
lo más importante
El delegado federal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), José Isaac González Calderón señaló que en el caso de la empresa Química Central, lo más importante es resolver el confinamiento de los residuos que se encuentran al interior de la planta.
“Realmente el fondo del asunto es resolver el problema de confinamiento de residuos que se encuentran ahí en las instalaciones de Química Central”, dijo.
Recordó que desde el pasado mes de junio de 2014, la instancia que representa decidió clausurar el lugar, debido al exceso de contaminación que se genera en la zona y que perjudica a cientos de habitantes de asentamientos aledaños.

Se dan por vencidos

Luego de que la ProcuFederal de Protección al Ambiente (Profepa) volviera a clausurar de manera total Química Central de México, el representante legal de la empresa, Jaime Kirchner Plascencia, asegura que no volverá a abrir.
Aseguró que para tranquilidad de los vecinos de comunidades aledañas a la empresa, ésta ya está prácticamente desmantelada y esperan retirar las más de 400 mil toneladas de desechos tóxicos que están almacenadas al aire libre.
“La Química Central de México no volverá a trabajar. Demandamos a la Profepa (por 80 millones de dólares) por todo el daño que nos causó, y aplicar parte del recurso que se está demandando a remediar, como estaba planeado por la empresa, para que los habitantes de la zona estén tranquilos y no dejar el problema a la sociedad, por una mala decisión de la autoridad”.
El representante de la empresa señaló que la clausura que hizo la Profepa en junio del 2014 fue ilegal, por ello un juez ordenó reabrirla, pero no tenían en cuenta que ayer mismo les volverían a clausurar.
Subrayó que la empresa hizo varias propuestas para remediar el medio ambiente y la Profepa decidió clausurar, lo que consideró una medida excesiva.
“Los vecinos de comunidades aledañas a la Química deben estar tranquilos, pues ya no vamos a volver a abrir y que vamos a tratar de resarcir el daño ambiental causado para dejar en buenas condiciones el terreno”, añadió.

Por José Trinidad Méndez Valadez

Escrito en Celaya el 4/9/2015 · 00:00