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Pierde la vista y a sus amigos

La pandilla a la que Luis Roberto pertenecía, a la que defendía y le hacía sentir como que era su familia, le dio la espalda cuando quedó ciego en una

Escrito en Celaya el

El apoyo, la hermandad y estar en las buenas y malas queda atrás en las pandillas cuando uno de sus integrantes ya no les es útil.
Eso le pasó a Luis Roberto Ortega, quien perdió la vista de un escopetazo en una campal.
A pesar de las drogas, la violencia y el alcohol la banda es como una familia para quienes se sienten solos y los que buscan seguridad y el respaldo de los suyos.
En las peleas si afectan a uno todos reaccionan y salen a vengarse con piedras, palos, navajas, picahielos, machetes y pistolas… dañar parece no importarles con el fin de demostrar que su “clica” es la más poderosa.
En León 31 mil jóvenes pertenecen a alguna de las 991 pandillas que tiene registradas el Gobierno Municipal.
Luis entró a “Los Pelones” de la colonia Delta de Jerez cuando tenía 12 años.
“Yo veía a la banda que aventaba piedras, se peleaban y los veía como héroes, como un Spiderman o Superman y decía ‘quiero ser como ellos’, por la ansiedad de pertenecer y ver qué se siente, ganarse un respeto por andar de cabrón”, explicó el joven.
En su vida en la pandilla Luis participó en decenas de riñas, al menos una cada semana, pero le dejaron consecuencias.
“Me picaron, me cortaron el abdomen con una navaja, me agujeraron la cabeza, me picaron en la pompa, me machetearon en la mano y lo último el escopetazo y la golpiza que me dieron cuando perdí la vista”, dijo el ex pandillero.
Hace dos años y cuatro meses Luis decidió retirarse de las pandillas. A los 18 años decidió que fue suficiente cuando se enteró que sería papá con su novia de 16.
Desde entonces su vida cambió y decidió ganarse la vida para mantener a su mujer y a su hija Alison. Trabajaba como albañil, lavaba coches y hacía trabajos para llevar el sustento a su casa, ya alejado de la pandilla.
Pero el 17 de agosto de 2014 su vida cambió.
“Ese día había riña entre ‘Los de Arriba 68 Locos’ y con los que yo vivía, ‘Los Pelones’, yo ya me había retirado de esos problemas por eso ni participé en la riña, acababa de llegar a mi casa con mi niña, veníamos de ver a mi mamá y mi papá”.
“Eran como las 3 o 4 de la tarde y como vi que mucha raza estaba pintando una barda frente a mi casa, fui a platicar y quise ir por una caguama; cuando fui a la tienda al dar la vuelta en la esquina ya me estaban esperando tres chavos, veo que me apuntan, uno me dispara con una pistola de gotcha y otro con la escopeta chispera… eso fue lo último que vi, me entraron 25 esquirlas en el ojo izquierdo y 15 en el derecho”, recuerda Luis Roberto.
El joven tenía conflictos anteriores con quienes les dispararon.
“El otro que no traía arma tenía en la mano un tubo galvanizado y cuando me caí al suelo me comenzaron a patear en todos lados y a darme de tubazos, me rompieron las costillas y me dejaron ahí tirado”, recordó el joven.
Tras la agresión fue trasladado al Hospital General para recibir atención médica, días después puso su denuncia ante el Ministerio Público. Nunca se detuvo a los responsables.
Pero el Ministerio Público apoyó al joven herido para que recibiera atención en el Hospital de Alta Especialidad de León, donde le dijeron que no podría ver de nuevo pero hacían falta más estudios.
Luis siguió adelante, tardó cuatro meses en recuperarse de sus heridas y lo primero que hizo fue inscribirse a clases de lectura Braille y computación en la Biblioteca Central Estatal de Guanajuato “Wigberto Jiménez Moreno”.
Ahí le ayudaron a terminar su primaria y ahora estudia la secundaria, para mantener a su familia lava tres o cuatro carros a la semana y gana alrededor de 150 pesos que distribuye entre los siete días para comer, vestir y el transporte de su familia.
“No todos me quieren dejar que les lave el carro, piensan que no se los voy a dejar bien pero antes me dedicaba a esto, entonces solo con tocar sé cómo lavarlo y mi esposa me dice dónde me falta, ella cuida de mi bebé y me ayuda a llevarme a la escuela y las cosa que necesito”, dijo Luis.
Hace una semana en el hospital le dieron una respuesta definitiva sobre su vista: por las esquirlas y pólvora calientes que entraron en sus ojos, se le quemó la retina. No podrá ver de nuevo.

‘Valoren su vida’

Desde 2014 que Luis fue atacado no ha recibido apoyo, ni siquiera una visita de la pandilla a la que pertenecía, desaparecieron.
Ahora sus planes son terminar sus estudios para estar más preparado y así buscar un trabajo para mantener a su esposa e hija.
El mensaje que más quiere difundir Luis está dirigido a quienes aún forman parte de una pandilla y a los niños que quieren pertenecer a una.
“Vean la experiencia que me tocó, a mis 20 años no voy a ver de nuevo, yo perdí la vista y aún me encuentro con quienes me lesionaron, me dicen apodos como “Casimiro”, se burlan y no se tientan el corazón pero yo los perdono y no guardo rencor, todo pasa por algo, Dios es sabio, ahora ya estudio”.
“A quienes están en esa bronca de riñas campales y bandas les diría que valoren su vida, entrar en la pandilla es fácil pero pierdes a tu verdadera familia y la banda nunca da la cara, a mí desde que me dispararon nunca he recibido ayuda de ellos; no se dejen ir por lo que dicen, yo quisiera tener mi vista pero no se puede, vida sí es solo una y hay que vivirla como si fuera el último día pero sin excesos”, aseguró Luis Roberto.
Lo único que pide el joven a las autoridades es que lo apoyen para conseguir un trabajo que le permita para seguir su vida con normalidad y en paz.

Retoman programa Lobo

El gobierno de Héctor López Santillana tiene una propuesta para apoyar a los jóvenes que pertenecen a pandillas.
El 13 de octubre el Alcalde anunció que el programa Lobo, de atención a pandillas, que busca canalizar su energía de forma positiva, regresará a la ciudad aunque aún están por definir el nombre.
Además la Subsecretaría de Prevención del Delito del Estado (SPDE) y Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal buscan disminuir la violencia mediante el deporte.
Según expresó en entrevista Mauricio Zúñiga Flores, subsecretario de la SPDE, en tres años de la Administración estatal hicieron 10 torneos de futbol interbandas para cultivar la cultura de paz.
El próximo torneo entre pandillas se llevará a cabo el 20 de noviembre y se realizará en la unidad deportiva “Enrique Fernández Martínez”.
Hasta el momento las autoridades tienen registradas 20 pandillas que participarán en el torneo de las colonias, León I, San Juan Bosco, Piletas IV, Santa Teresita, Las Arboledas, Valle de San José, la 10 de Mayo, la Jacinto López, El Coecillo y Balcones de las Joyas.

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