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Marchan en defensa del estadio

Ayer la única arma para defender al estadio León fue el grito de los aficionados esmeraldas que con banderas sorprendían a los automovilistas que pasaban por la Calzada de los Héroes. 

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Marchan en defensa del estadio

Ayer la única arma para defender al estadio León fue el grito de los aficionados esmeraldas que con banderas sorprendían a los automovilistas que pasaban por la Calzada de los Héroes. 

En punto de las seis de la tarde alrededor de mil “panzas verdes” se levantaron y no dejaron de apoyar al Club León, incluso hubo quien defendió la propiedad del recinto deportivo. 

“¡El estadio es del pueblo!”, gritaban al unísono. 

“Estamos en un momento crítico, a nada de no lograr la clasificación en la tabla por unas mala decisiones en la cancha y también lo del estadio, si Zermeño lo gana a dónde se va el equipo, eso es un robo”, dijo Diego Gaona, quien cubría su rostro con un pañuelo. 

Los miños también eran parte de la manifestación. Cargando  cartulinas con la frase “El pueblo es dueño del estadio” seguían los pasos de sus acompañantes mayores, quienes repetían los cantos a favor de la Fiera.

“Que León gane y sea campeón otra vez”, pidió Diana Rea, de apenas 10 años y quien con un escudo pintado en la mejilla agitaba el brazo cantando el clásico “Siempre te alentaré”. 

El recorrido inició en el Arco de la Calzada y siguió por la Ruta del Peatón para desviarse por la calle Mérida y evitar subir el Puente del Amor. 

El contingente aseguró el paso por el bulevar Adolfo López Mateos, mientras los automovilistas que transitaban en dirección contraria sacaban sus celulares por las ventanas para tomar la foto o el video. 

Hubo quienes, pese a tener compromisos importantes, decidieron desviarse para ser parte de la porra por unos instantes como le ocurrió a Ángela Galindo, quien con todo y chambelanes se tomó la foto antes de ir a su fiesta de XV años. 

“La sesión de fotos era cerca y no dudé en venir a apoyar a mi equipo por la situación difícil por la que pasa el estadio”, explicó. 

Sin temor y “arrollando” todo lo que se cruzara en su camino, los cientos de aficionados llegaron hasta el estadio donde continuaron con el ambiente festivo, dejando un buen sabor de boca entre quienes formaron parte de la marabunta verdiblanca.

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