Kevin Kaarl pinta de versos la noche como parte de su Ultrasodade Tour con sold out en el Teatro Manuel Doblado
‘De Chihuahua para el mundo’, el cantautor mexicano Kevin Kaarl llenó de nostalgia, folk y emoción el Teatro Manuel Doblado en la primera de dos fechas sold out. Como telonero de lujo, tuvo a Macario Martínez, quien pasó de ser barrendero a cantante.
León, Guanajuato.- La noche del 18 de junio, Kevin Kaarl convirtió el Teatro Manuel Doblado en un refugio emocional, con poemas y confesiones.
La velada comenzó con una presencia especial: Macario Martínez a las 8 de la noche, músico que saltó a la fama tras dejar atrás su oficio de barrendero para ganarse un lugar en la industria musical, abrió el escenario con una breve pero significativa participación, a guitarra, voz y ukulele.
“Nuestra casa en el mar”, enmarcada por un sueño de una casita en la playa junto a su novia; “Hey destino”, para aquellos que viven el sueño del amor; “Dibujos raros”, “Nada que decir”, más de 30 minutos fueron suficientes para que se ‘echara’ al publico a la bolsa. Tomó su gorra, desapareció del escenario, que se quedó en ambiente escarlata.
A las 8:45 de la noche, los músicos que acompañan al cantautor, incluido su hermano Bryan Kaarl, quien toca la trompeta y proporciona voz secundaria, llegaron a escena ataviados en overoles.
El cantautor originario de Chihuahua subió al escenario como parte de su “Ultrasodade Tour”, acompañado por más de mil 200 asistentes que agotaron los boletos para esta primera fecha (la primera de dos funciones completamente llenas en León).
Kevin Kaarl emergió bajo luces cálidas y una ovación cerrada, acompañada de gritos y aplausos.
Con su estilo íntimo, de voz quebrada y letras que tocan fibras profundas, fue tejiendo un concierto que duró poco más de tres horas.
Interpretó más de 20 temas que recorren su discografía y su sensibilidad característica, como si cada canción fuera una carta abierta a quienes lo escuchan.
El repertorio incluyó temas como “Búscame otra vez”, “Abrazado a ti”, “No me equivoco”, “Ultra Sodade”, “Qué pasa si me voy?”, “Mujer Distante”, “Tú sí eres real” y "San Lucas", entre muchas otras que los asistentes corearon de principio a fin. Cada canción fue recibida como un reencuentro emocional con una historia compartida, un amor perdido, o una cicatriz que todavía arde.
“Esta canción es para los enamorados, para los que les han roto el corazón, y para quienes no... porque se los van a romper”, dijo con una mezcla de humor y melancolía antes de interpretar uno de sus temas más aclamados.
Entre canción y canción, Kevin se mostró cercano, humilde y agradecido.
“Antes me veían 20 personas. Hoy ver este teatro lleno me parte el corazón de felicidad”, confesó, provocando una ola de aplausos que se sintió más como un abrazo colectivo.
Kevin tomó el micrófono para cantar solo algunas de sus canciones, también tuvo una etapa bromista, que fue recibida por su público.
“¡Hazme un hijo!” “¡Eres lo mejor que me pasó!”, “¡Quiero cantar contigo!”, fueron algunas de las frases de sus fans que abarrotaron el lugar.
Acompañado por una banda sólida y un diseño de luces sobrio pero emotivo, el concierto fue creciendo en intensidad hasta cerrar con “Esta noche” y “San Lucas”, dejando al público con la sensación de haber sido parte de algo íntimo, irrepetible.
Kevin Kaarl no sólo ofreció un concierto: regaló una noche de catarsis compartida.
Su voz, sus silencios, y sus letras confesionales se instalaron entre butacas, recuerdos y corazones rotos, confirmando que su música no solo suena: se siente.
Al término del concierto, Kevin agradeció a sus seguidores, les prometió que la segunda noche también sería inolvidable, pues juntos, de la mano, han logrado que el proyecto crezca a pasos agigantados.
Afuera del Teatro Manuel Doblado, un séquito de fans lo esperaron para saludarlo, otros se dedicaron a comprar recuerditos, playeras de 100 pesos y cobijas del mismo precio. Los fans, con looks de folk, vintage, tenis y playeras de la gira.
