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Día de La Candelaria

Día de La Candelaria: Tamales, tradición, colores y música llenan los rincones de Guanajuato

En el día de La Candelaria, en varios municipios, comunidades o barrios de Guanajuato se llenan de colores, bailes, música, y por supuesto, tamales.

Escrito en Guanajuato el
Día de La Candelaria: Tamales, tradición, colores y música llenan los rincones de Guanajuato
Centenares de personas asistieron al Templo de Nuestra Señora de la Candelaria, en el Coecillo. Foto: Óscar Zárate.

Con información de Óscar Zárate, Francisca Zaragoza, Alejandro García Vizcaíno y Diana Martínez.

Guanajuato.-  Aunque cada año, miles de fieles acuden cada 2 de febrero a la ciudad de San Juan de los Lagos, en Jalisco, para venerar a la Virgen de la Candelaria en su fiesta, en la comunidad de La Candelaria, en Irapuato, también tienen una fiesta para la pequeña capilla que existe dedicada a esta Virgen.

Desde hace 50 años, la señora Petra Ramos Lozano, quien ahora tiene 81 años, puso un pequeño altar en su casa, junto a su esposo Fernando García, para venerar al Cristo de los Milagros y posteriormente una vecina de nombre Demetria, le regaló una Virgen de la Candelaria, que se ha convertido en la soberana de la calle de Los Patos en la comunidad homónima en Irapuato

Fue el Cristo de los Milagros el primero en estar aquí en la capilla, luego una señora de la comunidad llamada Demetria, quien estaba enferma, me obsequió la imagen de la Virgen de la Candelaria para que fuera venerada por los habitantes y desde entonces, cada año, la honramos con la festividad y misas”.

La señora Petra Ramos, recordó que la señora Demetria (la cual falleció hace unos años), fue una de las primeras pobladoras de la comunidad y gracias a su devoción, el lugar recibió el nombre de La Candelaria, además de que, al momento de tener la imagen de la Virgen, las personas de la comunidad, así como la colonia El Zapote, se han unido para hacer esta fiesta el 2 de febrero, y otra el 15 de septiembre, para la Virgen de la Candelaria.

Ubicada al suroeste de Irapuato, la comunidad de La Candelaria en Irapuato, poco a poco ya se ha incorporado a la mancha urbana, pues a pocos metros se planea construir el nuevo hospital del IMSS en Irapuato.

Sin embargo, para sus residentes, no solamente las plegarias a la Virgen de la Candelaria, de donde toman su nombre en la comunidad, son este 2 de febrero, pues diariamente hay una misa en esta capilla, pero este día es especial.

Pues muchas personas, que por razones de trabajo, salud o edad no pueden ir a San Juan de los Lagos, pues acuden a esta capilla para venerarla en Irapuato, ya que desde temprana hora se tuvo una misa solemne, y durante el día se le canta con banda, además que se colocan juegos y el tradicional castillo pirotécnico, para festejar este 2 de febrero en la comunidad de La Candelaria.

Centenares festejaron en el Coecillo

Centenares de fieles acudieron al Templo de Nuestra Señora de La Candelaria del barrio del Coecillo para conmemorar el Día de La Candelaria. Cabe mencionar que la celebración de la eucaristía fue presidida por el Arzobispo de LeónJaime Calderón Calderón

A mediodía de este domingo, habitantes del Coecillo, así como del bulevar Hilario Medina y zonas aledañas, se congregaron a las afueras del Templo de Nuestra Señora de la Candelaria para celebrar la tradicional misa y la bendición de cirios e imágenes del Niño Dios. 

Mediante un recorrido por la calle Candelaria de la zona centro, la banda de guerra escoltó a cientos de personas de todas las edades para convocar a vecinos y locatarios a los festejos sobre la calle del mismo nombre, que consistieron en la venta de buñuelos y alimentos, además de la instalación de juegos mecánicos para niños y adolescentes.

Por primera vez, Jaime Calderón Calderón celebró la misa en el Templo de Nuestra Señora de la Candelaria, acto sobre el que reiteró su agradecimiento en repetidas ocasiones. En su mensaje, reflexionó y subrayó la importancia de preservar las tradiciones de gran significado en la comunidad católica. Además, condenó la “comercialización de la fe”, esto derivado de la costumbre de retribuir tamales luego de obtener un Niño Dios tras partir la Rosca de Reyes del pasado 6 de enero. 

Agradezco a ustedes y a mis hermanos sacerdotes que me acompañan hoy aquí. Ahora, veo que se está perdiendo el sentido de la celebración. Si al partir la rosca entendemos al Señor Jesús como un monito pues aquello ya se perdió, a veces decimos que ojalá no nos toque pero esto no es una desgracia es una bendición”, dijo el Arzobispo de León.

De igual manera, el Mons. Calderón Calderón hizo una meditación sobre el panorama mundial que prevalece en la actualidad, en especial por los conflictos armados, inseguridad y la migración, esta última propiciada por las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos, mismas que han escalado nuevos niveles de tensión en las últimas horas. 

“Todas esas situaciones difíciles que están aconteciendo en el país del norte, por ejemplo. Yo tengo a la mitad de mi propia familia en Estados Unidos y me preocupo. El sentido de La Candelaria es que Jesucristo es el Señor, es la luz de los pueblos, por eso nuestra madre santísima de La Candelaria es la madre de la Luz”, añadió Monseñor. 

Acompañada de sus hermanas, sobrinos y demás amistades, doña Carmen Mendoza Salmón, residente del bulevar Hilario Medina, hizo acto de presencia para bendecir con fervor y entera devoción, la imagen de un Niño Dios con 100 años de antigüedad. 

A veces traemos hasta veinte Niños Dios, pero ahora trajimos nada más ocho. Ya tengo como 30 años viniendo, mis papás me enseñaron a venir cada año. Ponemos el Nacimiento y venimos a hacer la presentación de los Niños al Templo. Esta es una gran bendición, cuando tengas tus hijos, debes enseñarlos pero ahorita se los mostramos a mis sobrinos. La fe mueve montañas y con todas las situaciones que tenemos debemos agarrarnos más de nuestro padre Dios”, manifestó Carmen Mendoza

Por su parte, Teodora Mandujano, vecina de la colonia Valle de Señora expresó que la Fiesta de la Candelaria es: “una fiesta muy grande para darle gracias a Dios y a la Virgen por darnos un año más de vida y también por cumplir otro año de casada, son 39 años en total. Mis papás me inculcaron la tradición porque son de aquí de la Candelaria”, precisó.

No pasa desapercibida en Los Pueblos del Rincón

Como lo manda la tradición, el Día de la Candelaria no pasó desapercibida para muchas de las familias de Los Pueblos del Rincón, quienes luego de haber sido afortunados en la Rosca de Reyes, comieron o cenaron tamales en una cálida convivencia.

Según indicaron ciudadanos, esta tradición representa el final de lo que comienza desde el mes de diciembre, pues para los más fieles, representa el momento de purificación del Niño Dios, por lo que suele ser celebrado con una comida o cena, acompañado por tamales, pagados por quienes encontraron al Niño Dios en la Rosca de Reyes.

Para las familias más tradicionales, con el Día de la Candelaria se le dijo adiós al nacimiento navideño, luego de levantar al Niño Dios tras ser colocado en su espacio durante las celebraciones navideñas.

Nosotros, desde el sábado levantamos al Niño Dios, y pues hoy nos reunimos para cenar juntos, antes solíamos ir a misa, pero ya casi no lo hacemos desde que crecimos mis hermanos y yo”, comentó Ana Ríos.

Por lo que este domingo la convivencia familiar estuvo acompañada por este tradicional platillo mexicano, que, en la región del rincón, suele tener un costo promedio de 18 pesos por pieza, por lo que el precio de las cena varió entre la cantidad de tamales que cada familia pidió.

“Pensábamos mandar a hacer, pero a la mera hora preferimos comprar poquitos, porque como a todos nos salió el monito pues como que mejor dijimos que cada quien comprar su tamal, sirve que así no le cargamos la mano a nadie”, comentó Angélica Farfán.

Según indicaron ciudadanos, realizar los tamales a mano resulta más barato, pues una vaporera de 200 tamales podría requerir una inversión de aproximadamente 600 pesos, aunque dado el tiempo que requiere muchos prefieren comprar aunque sea en menor cantidad.

Una labor llena de significado

Lidia Ceja ha encontrado una forma única de expresar su amor y creatividad, confeccionando vestidos para Niños Dios. Esta actividad, que comenzó como una manera de superar el duelo por la pérdida de su esposo, el señor Tomás Caudillo, se ha convertido en un trabajo lleno de significado, para ella.

Especialmente en la temporada navideña y este 2 de febrero, Día de La Candelaria, sus creaciones se vuelven muy solicitadas, sin embargo, antes de consentir a sus clientes, se da a la tarea de vestir a 11 niños Dios, mismos que pertenecen a sus hijas y nietos, y uno en especial que perteneció a su esposo, lo que hace que esta actividad tenga un valor mayor.  

Siempre me ha gustado coser, les hacía vestidos a mis hijas, pero hace tres años, después de que falleció mi esposo, decidí dedicarme a los vestidos de niños Dios. Mis hijas me impulsaron para no quedarme en la tristeza y depresión ” relató.  

Cada vestido le toma de 3 a 4 horas de trabajo, dependiendo del diseño y los materiales a utilizar, para la señora Lidia, las prendas pequeñas son las más complicadas de elaborar, pero no importa el grado de dificultad, siempre trabaja a la orden y gusto de sus clientes.

“Si veo una tela que me gusta durante el año, la compro para estar preparada. Uso listones, flores, tiras bordadas, hilo... todo lo necesario para adornar cada pieza”, añadió.  

Los precios de sus vestidos varían según la tela y diseño , desde $180 hasta $380, este último para los diseños más elaborados con telas bordadas. Sin embargo, Lidia procura mantener costos accesibles para que todos puedan disfrutar de sus creaciones.  

Sus vestidos están a la venta en su puesto de jugos sobre el bulevar Mariano Escobedo, en la colonia León II, y también en la estética de su hija en Loma Dorada.

Tradición de casi 30 años

En su triciclo acondicionado para llevar las vaporeras de tamales y atole, Mario Valdés recorre, por las mañanas, las calles aledañas al mercado Tomasa Esteves. Foto: Alejandro García Vizcaíno.

De chile rojo, chile verde, rajas con queso, fresa, guayaba, piña y limón, son los sabores de los tamales que vende Mario Valdés, un conocido comerciante que deleita a la gente este Día de la Candelaria con el típico alimento elaborado a base de masa.

En su triciclo acondicionado para llevar las vaporeras de tamales y atole, Mario Valdés recorre por las mañanas las calles aledañas al mercado Tomasa Esteves y gran parte de la zona centro de la ciudad, regularmente vende 150 tamales por día, pero el 2 de febrero la venta se duplica, además de los pedidos que le hace la gente.

Mi esposa tiene como 28 años vendiendo tamales, yo era mecánico, pero me lastimé la columna, me operaron y me estuve rehabilitando, entonces compré un triciclo y le dije a mi mujer que me hiciera tamales para salir a venderlos a la calle, de eso hace como 17 años y desde entonces aquí ando vendiendo”, comentó Mario Valdés. 

La jornada de Mario inicia a las 3:30 de la madrugada para preparar todo, lleva el maíz al molino y a temprana hora sale a vender los tamales, cuando termina la venta regresa a su casa y comienza parte del trabajo para el día siguiente, su jornada termina alrededor de las 3 de la tarde.

“Vendiendo mis tamales he conocido mucha gente y pues todo comercio es bonito, el chiste es que te guste y que le agarres cariño. Al cliente siempre hay que mostrarle buena cara y darle buen trato, atenderlo con gusto”.

De acuerdo con la tradición de la feligresía católica, a quien le tocó el muñeco el niño en la Rosca de Reyes, debe invitar los tamales el día de La Candelaria. Actualmente el tamal en hoja de maíz cuesta 16 pesos y en hoja de plátano 25 pesos.

El triciclo de Mario tiene la leyenda de “Tamales Chayito”, el nombre de su esposa, su compañera de vida y por quien incursionó en la venta de tamales, un alimento que desde la época prehispánica se preparaba para las grandes fiestas y que ha prevalecido como una tradición que acompaña la festividad del Día de la Candelaria.

Feria de La Candelaria en Salvatierra

Más de 25 cocineros y cocineras tradicionales participaron en la tradicional Feria del Tamal en el marco de la Feria de la Candelaria, ofreciendo una gran variedad de tamales y atole a los asistentes.

Los visitantes pudieron disfrutar de recetas tradicionales y otras innovadoras, destacando tamales únicos como los de nopal con chapulín y camarón, que sorprendieron por su combinación de sabores. Para acompañar, se ofrecieron atoles artesanales, entre ellos el de pinole y el de camote morado, bebidas ancestrales que resaltan la riqueza gastronómica de la región.

Más de 25 cocineros participaron en la Feria del Tamal. Foto: Diana Martínez.

Al evento asistieron personas de los municipios vecinos como Moroleón, Uriangato, Yuriria, Santiago Maravatío, Tarimoro, Acámbaro, Celaya, Cortazar, entre otros, así como de los estados de Michoacán, Querétaro, México, y el extranjero. 

Entre los tamales que los presentes degustaron se encuentran de chile verde, rojo, mole, guayaba, piña, rajas con queso, mazapán, camarón, chapulín, higo con mezcal, frutos rojos, mole de guayaba, frijoles chicharrón, cochinita pibil, canarios, así como agite de cáscara, galleta, oreo, mazapán, pinole, café, frutos rojos, rompope, durazno, piña, entre otros.

Presentan Niños Dios en Salamanca

Como cada 2 de febrero, en el Día de La Candelaria, la feligresía católica rememoró la presentación del Niño Jesús al templo. Miles de figuras del Niño Dios fueron bañadas con agua bendita en el Santuario Diocesano del Señor del Hospital y con este ritual cargado de fe se cerró el ciclo de festejos navideños.

La mayoría de las personas que presentan al Niños Dios al templo han heredado esta costumbre de sus padres y abuelos. En el Día de la Candelaria figuras de todos tamaños lucen trajes tejidos, ropones y atuendos de santos.

Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo.
En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz.

Traer al Niño Dios este día al templo es una tradición en la familia, es algo muy bonito, además de que siempre es importante venir al templo a ver y a dar gracias a quien nos cuida desde el cielo”, María Salud Díaz y Manuel de Jesús Pérez.

“Ya tiene mucho tiempo que vengo con mi mamá cada 2 de febrero a presentar al Niño Dios al templo, escuchamos música y bendicen las imágenes, es un día muy especial para nosotros”, Verónica Vidal Medrano.

“Desde hace como 15 años vengo, yo como mucha gente me siento feliz de venir a presentar al Niño Dios al templo, hay quienes los visten como algún santo, yo le pongo ropita normal, este año traje 5 niños, unos son de mis hijas y otros son míos, les digo a mis hijas que cuando yo me muera, ellas van a seguir trayendo a mis niños, porque la tradición del Día de la Candelaria no se debe perder”, Valentina Miranda, Merced Ortega y Estefanía.

AAK

 

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Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Reportero de nota local en Irapuato desde septiembre de 2022, y con experiencia en temas sociales, políticos y de acontecer diario.

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