Crisis del agua en Guanajuato: Entidad es segunda a nivel nacional en estrés hídrico; solo un acuífero está disponible
Así lo sostuvo el Doctor Ricardo González Barbosa, investigador con una trayectoria de más de dos décadas en temas ambientales e hídricos, durante la conferencia que dictó en las 6 Jornadas por el Agua UG.
Guanajuato.- En el estado, la disponibilidad del agua per cápita es de 661 metros cúbicos (m³), es la entidad que ocupa el segundo lugar nacional en estrés hídrico y solo uno de sus 20 acuíferos tiene disponibilidad.
Se trata de un problema que crece con factores geográficos como la distribución espacial y temporal del agua, las frecuentes sequías y limitantes según los acuerdos de uso interestatales, además de que, debido al cambio climático, la mayor parte del agua de lluvia se evapora quedando poca para la infiltración y el escurrimiento natural.
Así lo sostuvo el Doctor Ricardo González Barbosa, investigador con una trayectoria de más de dos décadas en temas ambientales e hídricos, durante la conferencia que dictó en las 6 Jornadas por el Agua UG, “El agua, de lo visible a lo invisible”, que se desarrolló en Guanajuato capital en colaboración con la Secretaría del Agua y Medio Ambiente, entre otras instancias.
Ricardo González es miembro permanente del Comité del Área Natural Protegida de la Cuenca Alta del Río Temascatio, ubicada en la zona centro del estado de Guanajuato, y desde su amplia experiencia compartió con estudiantes del Centro de Estudios Tecnológicos en Aguas Continentales (CETAC) y de la UG los retos que enfrenta Guanajuato con la suficiencia del vital líquido.
González indicó que de los mil 400 millones de m3 de agua que hay en el planeta, solo el 2.5 % es dulce y menos del 1 % de esta es apta para el consumo humano, la cual se obtiene de fuentes superficiales, más o menos cuantificadas, y cuerpos subterráneos de los que se sabe poco y suelen sobregirarse.

Apuntó que México ocupa el lugar 94 con disponibilidad de agua a nivel mundial con 3 mil 656 m3 per cápita al año y es el séptimo en extracción, aunque de sus 653 cuencas y acuíferos solamente 105 tienen el recurso, cuyo empleo se distribuye un 80 % para la agricultura, 9 % para las actividades industriales y el resto para consumo humano (en esto, solo el 4% es visible en cuanto a la ingesta o prácticas de higiene, mientras que el resto corresponde al consumo de productos con huella hídrica, como alimentos procesados, ropa y calzado).
El conferencista enfatizó la gravedad del desabastecimiento para el sector agrícola desde la perspectiva ambiental, económica y política pública.
Así mismo resaltó la importancia de analizar y replantear la práctica agrícola junto con circunstancias sociales y culturales, pues dijo que aunque esta actividad es el soporte alimenticio de la vida no se ha logrado aprovechar de manera eficiente el agua en los sistemas de riego, ni siquiera en procesos denominados “secos”, sin contar problemas de contaminación y la extracción clandestina: “se estima que el 60% del agua se pierde en el camino”.
También abordó los desafíos en la distribución de servicios hídricos para pequeñas comunidades (población menor a 2,500 habitantes) o en la periferia de las grandes ciudades, donde no hay pozos para abastecimiento y el recurso que se consume pone en riesgo la salud de las personas. “En el noreste es donde las coberturas municipales son más bajas, mientras que la mayor carencia se enfrenta en León”, puntualizó.
También comentó que gran parte de las plantas de tratamiento de aguas residuales están abandonadas debido a la alta cifra económica que representa su funcionamiento y mantenimiento, pese a que está indicado por las leyes nacionales y es fundamental para la salud pública. “Solo el 49.9% del agua residual es tratada efectivamente; 70% de las plantas han sido abandonadas y también se está dejando la agricultura”.
A manera de posibles soluciones para evitar crisis hídrica, Ricardo González mencionó que sería de utilidad “regular las cuencas y acuíferos, atender los fenómenos metereológicos, mejorar la eficiencia de los usos, monitorear los ciclos hídricos, potenciar la reutilización, consolidar sistemas operadores, aumentar y sostener coberturas, generar información para motivar la participación social y plantear proyectos no convencionales para el abasto”.
Finalmente destacó la importancia del campo y de no dejarlo en el olvido, incluso apuntó que la actividad agrícola ejidal es el reto más importante a vencer desde educar al que riega hasta enseñar al agricultor a ser emprendedor.
Se requieren profesionistas ambientales, hidráulicos, administrativos. Basta con una hectárea para comenzar una agricultura de vanguardia y virtuosa que logre cerrar su ciclo. Hay riqueza en el campo y un futuro, puede ser un proyecto de vida, una empresa; cada parte del proceso es una oportunidad. Progresar no debería implicar abandonar el campo”, acotó.
AAK
AManece Guanajuato
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