Al polémico historial de la minera Grupo México se suman controversias por sus actividades en el extranjero.
Esta semana en España le fe suspendida una concesión por supuestos amaños en el trámite de adjudicación de una explotación.
Y en Perú el Gobierno rompió las conversaciones que mantenía con ella para un proyecto minero hasta que se aclare la sospecha de que trató de sobornar a un líder social.
El último caso sonado en México fue, en 2014, un derrame de 40 mil metros cúbicos de residuos tóxicos de sulfato de cobre en dos ríos de Sonora.
Otro hecho trágico en el historial de Grupo México fue la muerte en 2006 de 65 mineros en la mina de carbón de Pasta de Conchos. Una explosión provocada por una alta concentración de gas metano sepultó bajo tierra a los trabajadores y sólo se lograron recuperar dos cuerpos.
El caso judicial que ha envuelto ahora en España a Grupo México (asociado a con la española  Minorbis) implica acusaciones de cohecho, prevariación y tráfico de influencias en la adjudicación de la explotación de una mina de plomo, cobre y zinc por un periodo de 30 años.
Se trata de la mina de Aznalcóllar, en Sevilla, que a su vez arrastra sus propias sombras: permanece cerrada desde que en 1998 se rompió una balsa y se liberaron 4,5 millones de hectómetros cúbicos de lodos tóxicos en el entorno del Parque Nacional de Doñana.
Grupo México recibió la concesión del permiso para la reapertura el 16 de marzo pero una juez la detuvo por supuestas irregularidades en el concurso.
La polémica de Perú ha surgido por la difusión de una grabación en la que un líder social trata con un abogado la posibilidad de pedir dinero a la empresa a cambio de acallar sus protestas contra la construcción de la mina de cobre de Tía María, un proyecto de Southern Copper Company, principal subsidiaria de Grupo México.

Por El País

Escrito en Guanajuato el 15/5/2015 · 00:00