La presidenta brasileña Dilma Rousseff prometió el viernes combatir la corrupción con más rigor tras ser cuestionada acerca de supuestos esquemas de sobornos en su gobierno de cara a la segunda vuelta de los comicios presidenciales.
Durante el último debate de la campaña, Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), fue cuestionada por su adversario Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia, sobre un escándalo de corrupción en la paraestatal Petrobras, tras surgir un reporte en una revista semanal que indica que ella y su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, tenían conocimiento del caso.
La presidenta, quien buscar reelegirse para un segundo mandato de cuatro años, señaló que el semanario no tenía ninguna prueba y amenazó con presentar una demanda.
"Esta revista que apoya sistemáticamente a la oposición hizo una calumnia, una difamación... no presenta ninguna prueba de lo que habla. Y manifiesto aquí toda mi indignación", expresó Rousseff. "Voy a investigar a los corruptos y a los corruptores, y los motivos por los cuales (el caso) llegó a ese punto".
Los candidatos también tuvieron responder a electores indecisos durante el debate organizado por la cadena Globo, uno de las cuales preguntó a Rousseff cómo planeaba acabar con la corrupción y hacer que los culpables paguen por sus crímenes.
Las acusaciones de la revista Veja publicadas el viernes giran en torno al testimonio presentado por Alberto Yussef, un traficante de dinero en el mercado negro, que asevera que ayudó a lavar sobornos de algunos contratos de Petrobras como parte de un ardid de corrupción política en la gigantesca petrolera.
La revista dice que Yussef testificó ante investigadores de la policía que el poder ejecutivo "estaba al tanto de todo". Cuando se le preguntó quién en dicho poder sabía del plan, Yussef presuntamente respondió que tanto Rousseff como su predecesor lo sabían.
Rousseff dirigió el consejo administrativo de Petrobras entre el 2003 y el 2010 mientras era ministra de Minas y Energía y luego jefa de gabinete de la Presidencia.
Las denuncias de corrupción volvieron a ser el foco de atención del último debate entre los dos candidatos. Rousseff dijo que la ley sobre el tema era muy permisiva y necesitaba reformarse en el Congreso. "Vamos a fijar medidas para garantizar que haya castigo para el que estaba corrompido o para el corruptor", manifestó.
Neves, ex gobernador del estado de Minas Gerais, criticó a Rousseff y su partido por los casos de corrupción al decir que "millones de brasileños han tenido suficiente cada vez que abren el periódico y ven un nuevo escándalo de corrupción".
"Vamos a quitar al PT del poder", exclamó Neves.
En encuestas, Rousseff aventaja a Neves con al menos seis puntos porcentuales. Alrededor de 143 millones de brasileños están convocados a votar el domingo, tres semanas después de los comicios de primera vuelta en el que Rousseff resultó con 42% de los votos y Neves con el 34%.