A una semana de que regresen los niños a la escuela, es conveniente volver a acostumbrarlos a sus hábitos escolares, pues de lo contrario el primer día de clases será un caos familiar.
Uno de los hábitos más difíciles de retomar es el de dormir temprano y despertar a tiempo, pues en vacaciones es el hábito que más se relaja, señaló la psicóloga educativa, Elena Velázquez.
En las vacaciones, la mayoría de los niños olvidan los hábitos que todo el año estudiantil les inculcan sus padres y maestros; se duermen más tarde de lo común, no comen a sus horas, juegan todo el día, ven más horas de televisión que las usualmente acostumbradas y se olvidan de sus libros y tareas.
Por eso es necesario recordarles sus responsabilidades, así es que los papás, en lugar de transmitirles preocupaciones y problemas, deberán inyectarles pensamientos positivos, repitiéndoles constantemente sus capacidades y potencialidades.
“Una propuesta es que desde ahora y poco a poco les comencemos a emitir pensamientos positivos, hacer lo contrario a quejarnos. A los niños les afecta o beneficia cualquier actitud que tengan sus padres con ellos; por ejemplo, si se estresan porque el primer día de clases llegaron tarde, pues es un sentimiento negativo con el que saldrá el niño de casa, por eso es conveniente desde ahora prepararse”, manifestó.
La psicóloga dijo que los niños deben recuperar sus hábitos, pero los padres tienen que trabajar en la autoestima de los infantes.
Por ejemplo, les dicen que por llevarlos a la escuela se les hace tarde para irse a trabajar o que dejaron de realizar otra actividad, están generando en los infantes un sentimiento de culpabilidad y a la larga puede ser generador de baja autoestima.
“Los papás desgraciadamente ven como una obligación educar a los hijos, se deslindan de responsabilidades para el cuidado y su educación, los papás siempre toman a la institución como la base para educar a los hijos y que en casa sólo lo van a reforzar, pero no ven la parte de que en casa se tienen que dar”, manifestó.
Lo más difícil es que los padres disfruten estar al lado de sus hijos, pues muchas veces por el estrés no se divierten arreglando los útiles o uniformes, y por tanto estresan a los niños, por lo que los papás deben buscar la convivencia con sus hijos.