El Instituto Nacional Electoral (INE) no tiene para cuando resolver el problema de su nueva sede en Jalisco, proyecto que lleva más de siete años sin concluir y en el que ya ha gastado alrededor de 100 millones de pesos.
El pasado 18 de diciembre, el órgano electoral tuvo que declarar desierta, por segunda vez en menos de dos meses, la licitación con la que buscaba la remodelación final y definitiva del edificio que compró en 2007, y que pretendía empezar a utilizar antes de las elecciones de julio de 2015.
Las ocho empresas interesadas habían ofertado entre 30 y 40 millones de pesos, pero todas fueron descalificadas por problemas y deficiencias técnicas, según el acta de fallo.
Las ofertas fueron un desastre, según los funcionarios responsables, pero curiosamente el problema más recurrente fue que los equipos y materiales -sobre todo lo relacionado con tecnologías de la información- fueron cotizados por casi todas las empresas con precios hasta 98% inferiores a los de mercado.