Debido a la serie de quejas de los vecinos de Jacales I, desde inicio de año el periodista José Carlos Rodríguez comenzó a investigar para A.M el impacto que han dejado en las viviendas las explosiones que desde hace años ha venido detonando la empresa Asfaltos Guadalajara, con motivo de la extracción de piedra en el Cerro de la Bola.

Meses después de haberse reportado el problema, con hartazgo se informó que “la pedrera” no frenará las detonaciones. a pesar de la inexistencia de un permiso para usar explosivos en la zona.

Los habitantes de Jacales I asentados en la falda del Cerro de la Bola, desde hace tiempo reportaron estar sufriendo daños en el interior de las casas que constantemente tienen que ser reparadas afectando la economía familiar.

Fracturas visibles en todas las paredes, bardas que se han caído, techos con la amenaza de derrumbarse; azulejos, cocinas y baños agrietados, fugas de agua, humedad por doquier, incluso se detectó en una casa cómo fue que los ladrillos de la pared del baño, tras varias explosiones, comenzaron por despegarse del cemento. 

La familia Martínez Vázquez, manifestó que ha tenido que invertir en constantes reparaciones con la conciencia de que tendrán que volverse a reparar tras nuevas detonaciones.

“Gasté 45 mil pesos en una barda que estaba por caerse y otros 30 mil en resanar fracturas. Estamos cansados de esperar la resolución de las autoridades. Hasta donde sé. ‘la pedrera’ no cuenta con el permiso de usar explosivos”, manifestó. 

Luego de que la organización vecinal comenzara a recabar pruebas sobre el daño a sus casas, Protección Civil Municipal, emitió un dictamen que testifica el deterioro en 71 casas, sin embargo, la Dirección Estatal de Protección Civil reportó no haber sido notificado el problema.

Mientras tanto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) tiene en su poder el expediente del caso en espera de iniciarse el plazo probatorio. 

El señor Juan José Martínez Prado, un jubilado de la UNAM y habitante de Jacales, informó una reciente visita a su domicilio de J. Guadalupe Ascencio García, dueño de “la pedrera”.

“Vio todo y se quedó cayado. Se comprometió a pagar estudios de sismología y mecánica de suelo para deslindar su responsabilidad. Él culpa a la calidad del predio y que además la tierra en tiempo de calor se alarga y en tiempo de lluvia se encoge”, dijo. 

La pedrera no frenará las detonaciones y el caso ha llegado a su clímax, ya que este 2016 vencerá el permiso que se tiene con el Ayuntamiento, mientras que la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) asegura la inexistencia de un permiso para detonar explosivos en la zona, esto según referencias de la familia Martínez Vázquez.

Por Laura Daniela Domínguez

Escrito en Guanajuato el 4/8/2016 · 00:00