Barcelonnette, la ciudad más mexicana del continente europeo en los Alpes de Francia
NIKITO NIPONGO
Así como hubo migración de franceses a México, también hubo mexicanos que se fueron a vivir y trabajar a Barcelonnette desde hace más de 200 años.
Es la “Barcelona de la Provenza”, como se le llama en el dialecto local, por supuesto que todos sus visitantes la recordarán por mucho tiempo aunque su esencia es alpina, con orgullo lleva el apodo de “La Mexicana”.
Puede trasladarnos a Cataluña y España, Barcelonnette está a 31 kilómetros de la frontera de Italia. La primera plaza del pueblo se llama Valle de Bravo como la población del Estado de México.
En esta ciudad, durante ocho días en agosto podemos disfrutar de mariachis y trajes regionales como si estuviéramos en México.
Barcelonnette es una ciudad donde se quiere y se sueña con México.
Ahí encontramos Restaurantes con nombres como " La Adelita", cantinas, bares, taquerías y lugares para comer sopes, así como heladerías mexicanas como la paletería "La Michoacana".
Puebla, Morelia, Durango, La Tapatía, Veracruz, son nombres que lees por muchos lugares.
El cónsul de México en Barcelonnette siempre tiene la anfitrionía de un buen Mexicano que mínimo te va a invitar un tequilita.
Siguiendo el modelo de los grandes almacenes de París vinieron a inaugurar a México "El Puerto de Liverpool" Jean Baptiste, en 1848; "Las Fábricas de Francia" Disiderio Bonnafoux, Leon Fortoul, Adrián Berlié, José Chapuy, en 1876-1878. "El Palacio de Hierro" J. Tron y Cia, en 1898; La cervecería "Moctezuma" Isaac Garza, Whilhelm Hasse, Jorge A. Murgueza, en 1890.
La avenida Porfirio Díaz existe desde hace 118 años, en 1907 el alcalde local de Barcelonnette pidió al más de 30 años presidente de México su autorización para que una de sus avenidas más importantes se llamara Porfirio Díaz.
Esta pequeña población mexicana-francesa tiene aproximadamente 3 mil habitantes que año con año tienen su tradicional feria, como se le llama en México, y ahí salen a lucir sus elegantes trajes negros de charro mexicano, hay un mariachi que se llama Jalisco.
Independientemente de las celebraciones es normal ver cómo los habitantes usan sus sombreros de manera cotidiana.
Barcelonnette es una ciudad en la que su población sabe de mariachis, con la capacidad de poder reclamar si alguno de sus integrantes está desafinado, o no entra a tiempo con su nota musical.
Ellos saben de la música de los mejores compositores mexicanos de la época de oro, Manuel M. Ponce, Agustín Lara, Armando Manzanero, Joan Sebastian, Roberto Cantoral, Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez, Consuelo Velázquez, María Grever, Chava Flores, Manuel Esperón. Etc., etc.
En Barcelonnette es normal ver en sus calles estrechas a una multitud animada que se detiene en las esquinas y plazas a escuchar a los mariachis. Así como en La Place Valle de Bravo, que es el Garibaldi mexicano.