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CYMA se impone en el negocios de las carrocerías

Si una empresa conoce a detalle el negocio de las carrocerías es Cyma Nacional. Hace 65 años la empresa ubicada en León, Guanajuato comenzó con la fabricación de estructuras metálicas.

Escrito en Irapuato el
CYMA se impone en el negocios de las carrocerías

Con la detonación de la industria automotriz en la zona del Bajío, los proveedores de diferentes componentes se vieron beneficiados, como en el caso de los fabricantes de carrocerías y remolques.

En el estado de Guanajuato se registran 14 unidades económicas que se dedican a ello, pero hubo una empresa que hace 65 años se adelantó al boom colocándose como la primera opción para las armadoras que han llegado al País: Cyma Nacional. 

Desde que tuvo uso de razón, María Luisa Aguilar acompañaba a su padre Rubén Aguilar a la fábrica Coca-Cola. ¿El motivo?, recibir una botella de refresco gratis. El motivo de él era porque comenzaría a trabajar con la gran compañía manufacturándoles estructuras metálicas para las plantas embotelladoras y distribuidoras de toda la República. 

Después, para la década de los años 60 iniciarían la producción de carrocerías para transportar bebidas embotelladas.

María Luisa Aguilar jamás imaginó que el negocio que iniciaría su padre hace 65 años, de fabricación de estructuras metálicas y pailería, llegaría después a sus manos como la empresa Cyma. 

“Éramos tres hermanos, los otros mayores que yo. Mi papá un día nos llamó y nos dijo lo bien que estaba progresando el negocio, pero me especificó que no era para mujeres”.

Sin embargo la vida se encargó de ponerla al mando después de que su padre y sus dos hermanos murieran. Ese suceso fue un punto crucial para la señora María Luisa. 

“Me pregunté qué haría y decidí meterme a estudiar alta dirección corporativa  al Tecnológico de Monterrey. Me asusté un poco con esta responsabilidad porque, más que una herencia, era una responsabilidad con la gente”. 

El negocio marchaba con naturalidad cuando a principios de 1974 se acercó Nissan Mexicana a ofrecerles trabajar para ellos: así fue como se convirtieron en uno de los primeros proveedores nacionales de las icónicas “estaquitas”.

Entonces Cyma se convirtió en dos empresas, una de estructuras y otra de carrocerías diversas como cajas secas, cajas térmicas, cajas de redilas, garrafoneras y cajas especiales; con un crecimiento de producción anual durante los últimos tres años del 20%. 

El camino en el sector automotriz había comenzado como Tier 1 de partes troqueladas y estampadas. 

Se certifican para optimizar la fabricación 

En palabras de los directivos, la empresa evolucionó en el sentido de que el ramo automotriz les permitió aprender métodos de trabajo con estándares más elevados a los que estaban acostumbrados a manejar. 

“Conforme fuimos incorporando la tecnología y métodos de trabajo que teníamos en el proceso automotriz a los productos que hacemos de carrocerías para el resto de los clientes pudimos elevar los estándares de calidad del producto entregado”.

Todos los procesos de Cyma Nacional trabajan bajo la norma ISO 9001-2008 con certificación por la British Standards Institution.

Esta certificación la lograron hace 6 años buscando darle una diferenciación a la empresa, así como a su servicio y productos.

La decisión de certificarse la tomaron no porque el cliente la pidiera como requisito, sino con la finalidad de tener más organización en el proceso de fabricación y administración. Si algo le importa a la dirección de la planta es la formalidad. 

Detectaron a tiempo que si las operaciones se seguían realizando de forma desordenada los márgenes de operación y crecimiento serían menores, además de que no podrían lograr el producto ni el servicio que se fijaron como objetivo.

“Una cosa que nos ha interesado desde el principio es la formalidad en todos los sentidos, tenemos un gran compromiso con nuestros empleados, así como con los clientes y proveedores”. 

Crece el mercado

Cuando Cyma inició eran pocos lo fabricantes que existían en la zona del Bajío, pero con la llegada y detonación de diversas industrias, específicamente con la automotriz, la competencia se multiplicó. 

“El mercado ha crecido mucho y ahora hay más opciones, desde la gente que tiene cosas muy baratas hasta gente que ofrece cosas de muy alta calidad, incluso importadas a un precio mayor. Sí fue complicado el tema de que empezaran a aparecer muchos competidores, por lo mismo tratamos de incorporar esa mejora en los procesos y la profesionalización del personal”. 

Una de las cosas que le ha funcionado a la empresa es atender a los nichos de necesidades particulares de bajo volumen, desde la persona que está comenzando su negocio hasta aquellos que buscan un diseño exclusivo.

Otras empresas no le apuestan por venderles, ya que tienen una línea de productos muy marcada y no les conviene, pero Cyma encontró un gran beneficio en atenderlos. 

Para atacar este nicho de los clientes que buscan productos de bajo volumen y con características muy particulares, tuvieron que capacitar e incorporar a gente más preparada formando un equipo de diseño e ingeniería. 

Atención personalizada

En Cyma hay un equipo que se encarga de atender a los clientes de forma personalizada, en conjunto investigan cuál es la necesidad que buscan resolver, para tener la concepción de un producto y ofrecerle la solución más adecuada. 

“Les hacemos varias preguntas, saber si es un chasis de Ford, Chrysler, Toyota o cualquier unidad que requiera un equipo, tomamos medidas y características”. 

Hay clientes que  llegan sin una idea de qué comprar o que buscan cualidades muy específicas y es aquí en donde entra el departamento de diseño, este sistema de trabajo lleva cinco años funcionando. 

Uno de los servicios destacables de la empresa es la producción de alargado de chasis, normalmente las armadoras tienen dimensiones comerciales, Cyma puede hacer dos o tres veces más grandes su tamaño. 

En palabras del gerente comercial Jaime Durán, los clientes son cada día más exigentes, los que les compran constantemente van buscando mejoras continuas, materiales más resistentes, carrocerías multifuncionales que sirven para cargar diferentes productos. 

Cyma tiene clientes de todos los tamaños, empresas importantes a nivel internacional que compran volúmenes muy grandes de carrocería, hasta flotillas enteras y pequeños negocios de distribución de suelas, alimentos con cargas muy pequeñas.

Después de la investigación y el diseño el proyecto pasa a la parte de producción. 

Los materiales tradicionales que manejan son el aluminio blanco wash y triplay, pero últimamente los materiales de fibras son los más demandados por su durabilidad, es una sola pieza que no se abolla, y si se abollara vuelve a su estado normal fácilmente. 

Sus materias primas son 50% nacionales y el resto importadas de lugares como Estados Unidos, Europa o China. 

“Tenemos proveedores que han entendido las necesidades que también se certificaron y que están pensando en otros mercados, pero también están los que les falta ampliar sus horizontes y ser más flexibles ante nuestras necesidades”.

›› Fabricación casi artesanal

Un 70% del proceso de fabricación es manual, no hay máquinas que hagan carrocerías, el resto se hace a través de máquinas de soldar, remachar, pegar, escuadrar, pero esos equipos se manejan de manera manual. 

Las fases para crear una carrocería son el corte, doblez, armado, forro y por último el acabado. Hay cajas que se llevan hasta medio día en un proceso y otras que se fabrican en 20 días, todo depende del tamaño y la complejidad del diseño. 

Las carrocerías que fabrican son para vehículos pequeños, chasis como Nissan, Toyota, Ford hasta carrocerías para camión torton. 

El tiempo aproximado de vida de una carrocería es dependiendo del producto, pero hay cajas que duran hasta 10 años dándole un mantenimiento adecuado. 

En el tipo de actividad que desarrollan, aunque la tecnología es importante para la productivadad no es tan indispensable para poder ser competitivo. 

“El volumen  que manejamos no te justifica un equipo, porque hacemos ‘trajes a la medida’ entonces nuestro trabajo no es repetitivo en el sentido de que cada una de las unidades tiene una necesidad específica”. 

Rafaela León, gerente de producción, platicó que es díficil encontrar la mano de obra en el sentido de que no hay mucha industria metal-mecánica en el estado, por lo que se complica encontrar personal con experiencia, sin embargo resaltó que una de las facilidades de la empresa es que aunque no tengan conocimiento, una vez adentro de Cyma los capacitan.   

Las capacitaciones consisten en el dominio completo de las operaciones que ejecutan, la otra capacitación tiene que ver con temas de desarrollo personal, profesional y seguridad, particularmente en este último tema se ha logrado un gran progreso en los últimos años, en donde no se ha registrado ningún accidente grave. 

“Es algo que nos preocupa mucho como empresa, que la gente trabaje en un ambiente seguro, darle la certeza de que no van a sufrir un accidente mientras están trabajando. Para nosotros como líderes de la empresa es fundamental que los trabajadores sientan seguridad, porque eso genera más productividad”.

Una de las metas con la que llegó la presidenta de Cyma fue tratar a sus trabajadores de la mejor manera para crear un ambiente laboral sano y esta idelogía continúa hasta la fecha.  

Tercera generación

“No lo veo como un medio para hacerme rica, esto me gusta porque es una responsabilidad”, así se expresó María Luisa Aguilar al analizar hasta dónde ha llegado la empresa después de 65 años. 

La tercera generación tiene ahora las riendas de Cyma, la directora es espectadora desde la primera fila de cómo sus hijos han optimizado y desarrollado beneficios para su industria.

El reto para los hijos de la señora María Luisa es mantener el crecimiento en fabricación y ventas, así como la diversificación de sus productos, para poder abarcar otros mercados con carrocerías funcionales. 

“No sabemos cuáles son las necesidades que habrá en diez años, así que tenemos que ir pensando desde ahorita qué más tenemos que ir haciendo para estar listos”. 

Para adelantarse a ello, el siguiente paso es el cambio a nuevas instalaciones para facilitar la producción de la carrocería en un área especial, más grande, práctica y segura.   

La presidenta resume sus años de trabajo en la satisfacción de sus clientes con un producto que está bien hecho, que durará mucho y que si llegara a tener algún detalle de desempeño trabajarán para que el producto funcione de acuerdo a cada necesidad.

Iniciaron en 1950 con la manufacturación de estructuras para las plantas embotelladoras y distribuidoras de los grupos refresqueros más importantes de México.

A principios de 1974 fueron uno de los primeros proveedores nacionales de Nissan Mexicana.

En 1990 se consolidan como proveedor Tier 1 de partes troqueladas y estampadas.

Los procesos de CYMA Nacional están certificados bajo la norma ISO 9001-2008.

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