Un escalofriante video grabado en el 2011, evidenció los crueles entrenamientos a los que eran sometidos los soldados de las Fuerzas Armadas de Honduras como parte de sus cursos de supervivencia.
Como parte de este entrenamiento, los soldados debían comer carne de perro que había sido decapitado horas antes.
Esta grabación se da a conocer días después de que la indignación se generalizara entre la sociedad hondureña e internacional, luego de que un grupo de jóvenes atara a un perro dos morteros y lo hicieran explotar en el municipio de El Negrito.
El video del soldado fue difundido por el noticiario Telenoticias, de Honduras, y en él se puede ver a un soldado sosteniendo la cabeza de un perro y siendo obligado por uno de sus instructores a comer la carne cruda del animal.
De acuerdo a las primeras versiones, este hecho sucedió en el departamente de Colón en el litoral de Honduras.
El portavoz de la Policía Militar de Honduras, José Sánchez, fue quien confirmó la veracidad del hecho, pero dijo que estas prácticas ya fueron abolidas.
“Ya se hicieron los correctivos del caso, los instructores que hicieron esto fueron castigos. En la actualidad todo ha cambiado”, afirmó Sánchez.
Por otra parte, de acuerdo al diario La Prensahn, hoy se presentó ante el Ministerio Público ubicado en el municipio de El Negrito, un sexto implicado en la explosión del perro, sin embargo, no se dieron detalles de su identidad debido a que se trata de un menor de edad. El joven andaba prófugo.
La encargada de la asociación Casa de Noé, dedicada al cuidado y protección de animales, Silvia Alfaro, dio a conocer que el último implicado en la cruel muerte del perro que consternó también a la opinión internacional, fue presentado ante la Fiscalía de San Pedro Sula.
De acuerdo al diario La Prensahn, el lunes, el representante de los cinco menores de edad que fueron identificados por la Policía Nacional por haber participado en la muerte del animalito, se presentó ante el juez del Departamento de Justicia Municipal de El Negrito, Yoro, para determinar las sanciones, que irían de los 500 a las cinco mil lempiras y barrer las calles del municipio por tres meses.
En tanto, los padres de los jóvenes aseguraron que sienten temen por las vidas de sus hijos, ya que en redes sociales han recibido amenazas de muerte.
Uno de los padres de los menores, Juan Ángel Nolasco, afirmó para La Prensahn que acepta su responsabilidad como progenitor, y pidió disculpas a la sociedad por lo ocurrido.
Afirmó que las familias de los muchachos son gente de bien y de provecho para la población: “Nuestros hijos no son delincuentes tal como lo ha manifestado mucha gente en las redes sociales”, concluyó con preocupación.

Por Redacción AM

Escrito en Irapuato el 20/1/2015 · 00:00