El 31 de marzo pasado, tres días después de ser reportada como desaparecida, Maricarmen Escobar, de 16 años de edad, fue encontrada sin vida en el municipio de Pijijiapan, en el estado de Chiapas. Estudiante de Preparatoria, la adolescente desapareció cuando se dirigía a cenar en un restaurante ubicado a dos calles de su casa.

A pesar de que su familia reportó la desaparición el mismo día, 28 de marzo, las autoridades activaron la Alerta Amber hasta el 30 y, un día después, el cuerpo de la menor fue localizado en un terreno baldío. 

Tenía huellas de tortura, estaba atada de pies y manos y, de acuerdo con la necropsia, presentaba signos de violación.

Después de diversas protestas realizadas por los pobladores, el 3 de abril pasado la Procuraduría estatal dio a conocer la detención de Felipe de Jesús Chamlati, presunto responsable del homicidio. La consignación se dio en medio de duras críticas, pues la rapidez con la que se realizó contrasta con la impunidad que prevalece en otros femicidios en los que no hubo presión social.

El de Maricarmen no sólo es uno de los nueve feminicidios registrados en los últimos cinco meses en el estado de Chiapas, también es el caso que impulsó a organizaciones civiles de todo el país a convocar la Movilización Nacional contra las Violencias Machistas porque #VivasNosQueremos, hoy 24 de abril.

La movilización, que se espera sea replicada en al menos 420 ciudades del país, tiene como objetivo poner sobre la mesa que muchas conductas que la sociedad asume como “normales” -tales como considerar que una violación sexual es justificable si la mujer se viste “provocativamente”- ponen en riesgo la seguridad y la vida de las mujeres.

De acuerdo con estadísticas oficiales, cada minuto en promedio, una persona es víctima de violencia sexual en México, y ocho de cada 10 son mujeres. 

Los delitos más frecuentes son abuso sexual, violación y acoso.

Según las cifras, la impunidad prevalece en estos ilícitos, pues menos del 3% se denuncian y, de los casos que son investigados por las procuradurías estatales y federal, en menos del 1% hay consignados.

A esta impunidad se suma la falta de un registro confiable para dimensionar el delito de feminicidio. El Instituto Nacional de las Mujeres afirma que cada 24 horas se cometen 7.2 homicidios violentos en contra de mujeres, pero no existen bases de datos actualizadas que permitan corroborar esta cifra. 

Movilización nacional

Indignada por los casos de Maricarmen Escobar en Chiapas, la violación de una chica llamada Daphne por integrantes de un grupo denominado Los Porkys en Veracruz, y la agresión a la periodista Andrea Noel en la Ciudad de México, Dianne Padilla, integrante de la organización Iniciativas Feministas, posteó en su muro de Facebook: 

“Deberíamos estar organizando una manifestación nacional contra el machismo y la misoginia. El mismo día, en todos los estados, todas las mujeres a la calle, porque nuestra vida está en juego y a nadie más que a nosotras nos duelen los feminicidios”.

La invitación tuvo respuesta.  Ese mismo día, organizaciones civiles y colectivos feministas de Sonora, San Luis Potosí, Aguascalientes, Ciudad de México y Guadalajara respondieron.

Tras decidir que la mejor forma de protesta era una movilización nacional y que ésta se llevara a cabo el 24 de abril, el primer reto fue establecer una causa común y el segundo determinar la ruta a seguir en materia de organización y logística.

Mientras más ciudades se sumaban a la iniciativa, las organizadoras acordaron que el objetivo de la movilización sería levantar la voz en contra de las “violencias machistas”, ese entramado social e institucional que facilita e incluso normaliza la violencia hacia las mujeres.

Además, crearon comités estatales encargados de organizar la logística de la movilización y definir las demandas específicas. 

Dianne Padilla, una de las organizadoras, indica que la movilización #VivasNosQueremos, está inspirada en la marcha #NiUnaMas, realizada en Argentina el 3 de junio de 2015 -la cual movilizó a más de 200 mil personas en contra de los feminicidios-, y en la Marcha contra las Violencias Machistas celebrada en España el 7 de noviembre -a la que asistieron alrededor de 500 mil personas.

La activista subraya que su objetivo es levantar la voz en contra de la violencia que las mujeres padecen en su hogar, en el transporte público, en las escuelas, en los centros de trabajo y a través de los medios de comunicación.

“Las violencias institucionales, la violencia comunitaria, el acoso en redes, al final lo que hacen es un entramado bastante difícil de desarticular y que sostienen que sea tan fácil en nuestro país asesinar a una mujer”, advierte.

“Que un artista considere que es muy válido un video en donde mata a una mujer y le prende fuego ¿de qué nos está hablando? De que los imaginarios colectivos también tenemos que cambiarlos”. 

Padilla se refiere al video del tema Fuiste mía, del cantante Gerardo Ortiz. En él, una mujer es quemada viva luego de ser encontrada con su amante. 

El video fue bajado de YouTube el 9 de abril, tras la protesta de grupos feministas. El cantante minimizó la polémica argumentando que “nadie salió maltratado en la filmación”.

Hasta ahora, organizaciones y colectivos feministas de 42 ciudades se han sumado a la marcha #VivasNosQueremos y a las actividades que habrá hoy. 

Por Reforma

Escrito en Irapuato el 24/4/2016 · 00:00