¿Cómo le digo a mi hijo que tiene cáncer?
Si padece de cáncer, debe saber que se enfrentará a tratamientos muy agresivos, se debe responder de forma clara y sencilla a todas sus dudas.
Cuando un niño es diagnosticado con cáncer lo peor que los papás pueden hacer es mentirle respecto a su enfermedad, por eso es muy importante que la familia resuelva todas sus dudas con el médico para así poder hablar claramente con el niño.
El oncólogo Enrique López destaca que una de las funciones del médico es ponerse en los zapatos de los papás y responder de forma clara y sencilla a todas sus preguntas, porque ellos necesitan información para poder transmitirla al niño.
"Jamás hay que mentirle o tratar de esconder la verdad, el niño debe entender que tiene una enfermedad grave porque si no, no va a entender por qué se tiene que someter a un tratamiento tan agresivo.
"Y con los adolescentes es aun más importante decirles la verdad y responder a sus preguntas, porque si les mientes te pierden confianza y si eso pasa te abandonan y abandonan el tratamiento", advierte.
El especialista destaca que para lograr la remisión (eliminar las células cancerosas y curar al niño) es indispensable seguir el tratamiento al pie de la letra.
"Debes ganarte la confianza del niño para que esté siempre contigo, si lo convences de que aguante el tratamiento tiene muchas posibilidades de curarse, se trata de hacer un trabajo en equipo, que el niño sepa que se le puede caer el cabello, que puede vomitar y sentirse mal pero que sus papás y su familia lo están acompañando, que todos juntos van a aguantar el tratamiento", explica.
Hablar con los hermanos del pequeño enfermo también es importante para que sepan por qué su hermano se siente mal y entiendan que la dinámica familiar cambiará porque el pequeño necesita cuidados y tratamiento para que todo vuelva a la normalidad.
López subraya que un niño con cáncer no debe ser sobreprotegido porque al ser tratado diferente a sus hermanos puede interpretar que algo anda mal en él o ella y puede sentirse culpable por estar enfermo.
"Tiene que ir a la escuela, tiene que jugar, tener amigos, debe llevar una vida normal, habrá periodos del tratamiento que deba estar hospitalizado, pero cuando esté en casa es muy importante mantener los límites porque eso le da seguridad.
"Hay que apoyarlo, escucharlo, tenerle paciencia y expresarle cariño pero eso no significa permitirle que agreda a los demás o que no cumpla con sus obligaciones", destaca.
Mantener los horarios de comida y de sueño también es importante, y si la salud del niño lo permite, debe seguir yendo a la escuela y seguir cumpliendo con sus obligaciones como recoger su ropa y sus juguetes o tender su cama.
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