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Dicen los Berumen: Noemí actuó sola

Familiares de la joven, que ocultó al ex alcalde prófugo de Iguala, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda, afirman que no tenía

Escrito en Irapuato el

Noemí Berumen Rodríguez, una diseñadora gráfica de 28 años de edad, ocultó sin ningún tipo de apoyo de su familia, a las personas más buscadas del País, según el testimonio de sus parientes.
Gabriela y Elvia Berumen Rodríguez, hermanas de la joven acusada de encubrir a José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda, declararon que nadie en la familia se supo ni se dio cuenta.
Según las investigaciones, durante días Noemí ocultó al matrimonio Abarca-Pineda en una casa desocupada que pertenece a la familia, en la Colonia Tenorios, de Iztapalapa.
Fue detenida junto con Yazareth Liz Abarca Pineda, hija de los Abarca, en una modesta casa de la Colonia Santa María Aztahuacán, a unos 25 metros del domicilio de sus padres.
“Estamos como ustedes, queriendo saber qué pasó. No nos está cayendo el ‘20’. Todo el tiempo es preguntarnos: ¿no viste algo?, ¿no sabías algo?, ¿en qué momento?”, señaló Gabriela, de 25 años.
“No teníamos idea, de verdad que fue sorprendente. No sabemos qué pudo haber pasado, fue muy raro. Somos una familia trabajadora, de bien”, abundó Elvia, de 23 años.
En entrevista en las oficinas de Grúas Berúmen, la empresa familiar, las hermanas comentaron que Noemí no modificó ni su conducta ni su rutina en los días previos a su detención.
Aficionada a los perros y a los deportes extremos, la joven siguió viendo a su familia en las mañanas y en las noches, pues dejaba su vehículo Spark en casa de sus padres.
Hasta el día de su captura, dijeron sus hermanas, atendió el salón de fiestas Faraón, en Iztapalapa, y se hizo cargo de su criadero de perros french que tiene en su casa.
“Nosotros no tenemos nada qué ocultar, nada, somos gente de trabajo; nunca hemos tenido ningún problema, al contrario”, aseguró Gabriela, quien es comunicóloga y cantante.
La casa de Cedro

El inmueble ubicado en Cedro 50, donde Abarca y Pineda fueron detenidos la madrugada del 4 de noviembre, se encontraba deshabitada desde hace algunas semanas.
Sus últimos inquilinos fueron trabajadores electricistas a quienes Noemí les cobraba la renta, a pesar de que el predio está a nombre de Ana María Berumen, otra de sus hermanas.
De acuerdo con Elvia Berumen, Noemí fue autorizada por sus padres para rentar o vender la vivienda, por lo que tenía las llaves.
Argumentó que no se percataron de la presencia del matrimonio Abarca-Pineda en dicho domicilio, porque rara vez van debido a lo peligroso de la zona.
“Ella tenía todo el control de la casa. A mi papá (Salvador Berumen) no le gusta que subamos, porque es muy peligroso allá, asaltan y todo, y a Noemí no le importa”, explicó Gabriela.
“Se nos hizo mucho abuso de su parte enterarnos que había usado esa casa y que disponía de nuestras cosas así tan fácil”, añadió Elvia.
La propiedad fue heredada a Elvia Rodríguez, madre de las Berumen, desde hace varias décadas.
Incluso ahí vivió una temporada con su esposo, Salvador Berumen, hasta que éste sufrió un secuestro.
En 2003 se mudaron a su actual residencia, en Santa María Aztahuacán, por lo que desde entonces fue rentada a distintas personas e incluso llegó a funcionar como taller mecánico y escuela de karate.
‘Fue por amistad’

Las hermanas de Noemí creen que ésta ayudó a los Abarca por su cercana relación con Yazareth Liz Abarca, a quien conoció en la Universidad Anáhuac del Sur.
Noemí incluso donó sangre a Yazareth después de que sufrió un accidente automovilístico en 2010 en el Periférico de la Ciudad de México.
“Quería mucho a Yazareth, tenía mucho contacto con ella, yo creo que fue por amistad, no entiendo, nos preguntamos por qué hizo eso, por qué nos metió en estos problemas, quién la orilló.
“Pero no nos lo explicamos, pensamos muchas cosas, pero hasta que no sepamos la verdad, hasta que no hablemos con ella, no vamos a poder saber”, dijo Gabriela.
En tanto, Elvia sostuvo que si las autoridades demuestran la culpabilidad de su hermana, debe pagar por lo que hizo.
“Si tiene que pagar, que pague, no es ignorante, es una mujer que tiene licenciatura, está preparada, entonces no entendemos dónde le cupo eso en la cabeza.
“Que aprenda que todo lo que hace tiene consecuencias”, sentenció.

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