León, Guanajuato.- El conflicto entre comerciantes del Mercado Negro y los de la Central de Abastos es añejo, pero en las últimas semanas ha escalado por cuestiones de seguridad y logística: es tal la cantidad de personas y vehículos que transitan en la calle Macheteros, entre ambos mercados, que no se puede controlar.

Además, habría personas ajenas a ambos mercados, tipo vendedores ambulantes, que aprovechan el descontrol para vender en cualquier espacio a los clientes, haciendo competencia desleal.

Así lo afirmó el Consejo Directivo de la Central de Abastos, en rueda de prensa, que tras los bloqueos de la mañana del lunes reporta pérdidas aún no cuantificadas pero que superarían con mucho el millón de pesos.

Solo en la Central de Abastos (CA) hay 634 bodegas, con alrededor de 500 comerciantes.

En un intento por administrar los accesos de personas -comerciantes, empleados y clientes- así el descargue de mercancía y el uso de espacios de estacionamientos en dicha calle es que la Central instaló una malla perimetral, que se había acordado en reuniones previas que se iba a respetar, pero que fue destruida por integrantes de las uniones Belisario Domínguez y Siempre Fresco, establecidas en el Mercado Negro.

Según el consejo de la CA esas personas habrían cometido agresiones físicas contra bodegueros de esa central y daños materiales por más de 500 mil pesos, al romper varias videocámaras de las cuatro entradas que fueron bloqueadas por algunas horas. Por las agresiones físicas habrá denuncias penales.

Queremos delimitar nuestro territorio porque queremos darle a los clientes seguridad, orden y limpieza, porque estamos comprometidos con la ciudadanía con el hecho de ser el ente económico que representamos. No somos problemáticos pero tampoco estamos para soportar que las personas vengan a vandalizar dentro de la Central de Abastos”, advirtió Adriana Fernández, presidenta del Consejo directivo.

Y recalcó: “Nosotros sufrimos de invasión, porque son personas que no exponen ni un recurso, porque van y compran en una parte y lo revenden a un cliente, y no arriesgan absolutamente nada, nosotros tenemos bodegas, tenemos trabajadores, así como tenemos que darnos de alta en Hacienda, la desventaja es peor que desleal”.

Vendedores del Mercado Negro llegaron entre 1995-1996

De acuerdo con José Luis Estrada Ornelas, secretario del consejo, los vendedores del Mercado Negro llegaron entre 1995-1996 desde el Descargue Estrella a los terrenos en la parte trasera de que el empresario Antonio Lomelí les vendió.

Desde entonces las bodegas dentro del Mercado Negro fueron ocupadas por más de renteros de los recomendados: en el caso de CA deben ser de una a dos personas, pero en las uniones llegan a ser cinco o seis, incrementando exponencialmente las necesidades de descargue y espacio para trabajadores y clientes, propiciando el comercio desleal.

Entre los acuerdos quedó respetar las áreas comunes, la malla se va a recorrer el perímetro del predio mientras las instancias legales definen qué le corresponde a la CA -aunque Adriana Fernández aseguró que la central pavimentó la calle en conflicto- así como realizar un padrón tanto de propietarios como de trabajadores, con identificación y vestimenta especial para tratar de tener un control de la gente que transita entre estos centros de venta.

Así como el compromiso de vender de bodega a bodega y de ir disminuyendo la cantidad de renteros por bodega.

Los comerciantes piden a la clientela acudir con confianza a la Central de Abastos, “los incidentes no se van a repetir”. 

DAR