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Fallece el industrial zapatero don Pedro González Amador

Familiares y amigos brindan hoy el último adiós al empresario y pionero de la industria del calzado.

Escrito en León el

El empresario y pionero de la industria del calzado, don Pedro González Amador, falleció la tarde de ayer en su casa y rodeado de sus seres queridos; tenía 87 años.
Estuvo casado durante 61 años con su eterno amor: María Elena García Jiménez, con quien emprendió una aventura llena de felicidad para procrear seis hijos: Pedro Arnulfo, María Elena, Luis Gerardo, Irma Leticia, Juan Carlos, y María de Lourdes, quienes a su vez le dieron 20 nietos y cuatro bisnietos.
Don Pedro nació en la ciudad de Aguascalientes el 27 de mayo de 1927 y como desde muy joven tuvo la visión de emprender se trasladó a la Ciudad de México donde consiguió empleo en la empresa “Fracsoda”, que fabricaba envases para refrescos.
Esta empresa era propiedad de Guadalupe “El Güero” García, quien se convertiría en su suegro años más tarde.
“Así fue como se conocieron. Tras un feliz noviazgo mis papás se casaron en la Ciudad de México el 2 de agosto de 1952, por lo que este año cumplirían 62 años de matrimonio”, dijo con tristeza su hija Leticia.
Sus amigos y familiares recuerdan la celebración de sus bodas de oro en 2002, en la capilla del Sanatorio Moderno Pablo de Anda.
“Fueron 61 años de feliz matrimonio en el que tuvieron sus seis hijos, nietos y bisnietos. Un tiempo vivieron en Iguala, Guerrero, en Tierra Caliente, donde mi papá era distribuidor de la Corona”, añadió.
Buscando un mejor porvenir para su familia, Pedro y María Elena deciden venir a León en busca de mejores horizontes.
Aunque el papá de María Elena también tenía empresas de calzado en México, a don Pedro no le agradaba mucho ese ramo, por lo que al llegar a León inició con una empresa maderera.
Ella apoyó en todo momento a su esposo para fundar la empresa “Maderas Industrializadas del Bajío”, la cual se transformó en un negocio de cajas y sillas plegables de madera que cerró sus puertas en 1968.
Motivado por su padrino y suegro Guadalupe “El Güero” García, y sin ningún conocimiento sobre la industria zapatera, Pedro González Amador empezó a fabricar zapatos zuecos, que fue el inicio de Pima.
A partir de ahí, además del calzado, en la antigua maderería empezó a fabricar una plataforma de madera y doble triplay que tuvo buena aceptación entre los fabricantes zapateros del país.
Gracias al apoyo de su esposa María Elena, don Pedro logró constituir un conjunto empresarial que hoy en día da trabajo a cerca de dos mil empleados.
Industrias Goca, Extrupack, Etiquetas y Embalajes Miglore, Continta, Carto Micro, Pima y Pima Export son sólo una parte de las empresas que integran Piel y Madera.
Gran aficionado a los toros, además de estar emparentado con las familias de los toreros Miguel Espinosa “Armillita” y Pedro Gutiérrez “El Niño de la Capea”, en febrero pasado recibió un homenaje y un reconocimiento de los miembros del Centro Taurino de León gracias a su trayectoria como gran impulsor de la fiesta brava.
Víctima de una larga enfermedad, nunca perdió su gran calidad humana ni su gran cariño a su familia y a sus amigos que ya le extrañaran.
Don Pedrito, como se le decían de cariño, fue velado en la granja Santa Lucía, ubicada al sur de la ciudad y anoche su cuerpo fue trasladado a una casa funeraria donde fue cremado.
Su hijo Pedro González García, quien es presidente del Consejo de Administración del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), informó que a las cuatro de la tarde de hoy se oficiará la misa de cenizas en el Templo Expiatorio. Descanse en paz don Pedrito.

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