El dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, reconoció que México vive tiempos complicados, pero criticó a quienes intentan medrar con el estado de las cosas.
“Éste es un tiempo especialmente retador. Nadie desconoce los escollos ni se desentiende de las dificultades. Ninguno de nosotros rehúye los desafíos, ni ignora las críticas. Más bien, asumimos plenamente la responsabilidad”, dijo.
El encuentro denominado “Unidad para continuar la transformación de México” fue ayer su último gran evento como dirigente del Comité Ejecutivo Nacional tricolor, ya que, a partir de ahora, se dedicará a operar su sucesión.
Camacho llegó junto con el presidente Enrique Peña y la secretaria general del CEN, Ivonne Ortega, poco después de las 11:00 horas, y fue arropado por toda la estructura del partido.
Diez mil militantes se concentraron en la explanada de su sede Nacional. Estuvieron miembros de la CROC, los consejeros políticos estatales y los cuadros de las juventudes priistas, colocados a los lados del templete para avivar el ambiente con porras y gritos.
Cuando llegó, el priísta avanzó junto con el Presidente desde el fondo de la plaza llena de asistentes, saludando y estrechando manos.
Luego, se sentó en la primera fila junto al senador Emilio Gamboa, el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong y el diputado Manlio Fabio Beltrones.
En su intervención, el priísta pidió a la sociedad no anidar desconfianza respecto a los mandatarios de ese partido.
“Es cierto que los esquemas de seguridad han sido vulnerados. Que el entorno económico dificulta el crecimiento y complica las condiciones de vida de algunos de los nuestros”, refirió.
Sin embargo, aseguró que el PRI es se ha convertido en un partido activo, conciliador y transformativo.
Presumió, incluso, que el Instituto Nacional Electoral y el CIDE certificaron al tricolor como el instituto político más transparente y con menos multas resultado del proceso electoral.
“Somos el partido de la legalidad”, garantizó.