“Yo te prometo hacer de nuestro camino mil aventuras, sin olvidar quien y como eres” es el juramento de Carlota Vázquez Rivera y Carlos Ramos Sánchez, pareja que a través de su mirada pueden expresar ese inmenso amor sin final.
Sin esperarlo, así llegó ese sentimiento que es difícil de encontrar a la vida de los jóvenes, quienes con pasar de los días, meses y años se descubrieron totalmente amándose y dispuestos a envejecer juntos.
Después de varios años de un noviazgo de aventuras, experiencias y grandes gratificaciones, la pareja decidió formalizar su amor a través del sacramento del matrimonio.
Uno de los más antiguos y bellos templos de Irapuato se convirtió en testigo de este amor que promete jamás tener un final.
Frente al altar del Templo del Hospitalito, Carlota y Carlos intercambiaron sus votos matrimoniales, compromiso que sellaron con un tierno beso de amor.
En este importante acontecimiento, Carlota contó con la presencia de sus amados papás, los señores Agapito Vázquez García y Raquel Rivera de Vázquez.
Por su parte, Carlos contó con la compañía de Amelia Sánchez y Gustavo Ramos, quienes se mostraron felices de ver a su hijo emprender una nueva vida.
Convertidos en esposos, Carlos y Carlota se trasladaron al Rancho Falcón, lugar donde ya los esperaban sus familiares y amigos.
Con fuertes porras y aplausos, así recibieron a los recién casados, quienes antes de llegar a la mesa de honor, saludaron a todos sus invitados.  Como en toda fiesta de boda, el tradicional vals no pudo faltar, Carlota y Carlos bailaron frente a sus invitados una de ses canciones preferidas “Hasta mi final”.
Los ahora esposos se encuentran disfrutando de su luna de miel en las placenteras playas de Cancún.

Por Lucía Hernández Martínez

Escrito en León el 25/3/2015 · 00:00