La adrenalina que se siente al girar en el aire y caer en una fosa de agua es parte de la motivación para lanzarse clavados.
En el Centro Acuático de León los más audaces aprenden este deporte, que consiste en saltos que se practican desde una plataforma o un trampolín; en el aire se hace una figura o una serie de ellas antes de entrar en contacto con el agua de la forma más limpia posible, es decir sin salpicar mucha agua.
María José Orozco tiene 11 años y hace dos comenzó a hacer piruetas en el aire, ahora toma clases en el Centro Acuático de León I.
“Me gusta aventarme clavados porque es un deporte divertido, donde jamás te vas a aburrir porque hay siempre algo nuevo que aprender”, dijo.
Para quienes practican los clavados la adrenalina siempre está presente, sin importar la altura desde la que se lancen.
Con sólo 5 años Maya Pérez practica clavados una hora, desde el trampolín de tres metros, y espera poder algún día hacerlo del de 10.
“Me gusta hacer clavados, me gusta sentir el agua, me divierto mucho cuando nado y no me da miedo, cuando sea grande quiero ser clavadista”, aseguró la niña.
El tamaño y profundidad de la alberca no intimida a los niños que comienzan a saltar de diferentes alturas.
De acuerdo a la Comisión Nacional del Deporte (Conade) el origen de este deporte se sitúa en el siglo XVII, cuando empezaron los gimnastas alemanes y suecos a hacer acrobacias saltando sobre el agua en vez del suelo, para evitar lastimarse.
Los clavados no son exclusivos para los más jóvenes, se pueden practicar a cualquier edad aunque su práctica es mucho más fácil si se empieza desde niños.
“La edad ideal para aprender a realizar clavados es de 6 a 10 años, para practicar clavados se necesitan ciertas características como flexibilidad y elasticidad. También si los niños vienen de otros deportes como gimnasia se pueden integrar a esta disciplina”, dijo Francisco Pérez Anguiano, entrenador de la Comisión Estatal del Deporte (CODE).
“En los clavados trabajamos con todos los músculos del cuerpo al igual que con la coordinación. La edad juega un papel importante pues a esa edad los niños ven el deporte como un juego. Para las personas que sean principiantes y quieran aprender clavados no se necesita niveles altos de natación, con que sepan flotar pueden aprender”, explicó.
A nivel profesional las competencias de clavados se deben llevar a cabo en albercas que tenga las características oficiales que establece la Federación Internacional de Natación (FINA)
Existen varios tipos de clavados con diferente nivel de dificultad.
Cuando se comienza a practicarlos de manera profesional, la posición del cuerpo durante el desarrollo del clavado juega un papel muy importante, pues depende de ella la calificación que recibe el deportista en una competencia.
Hay una gran variedad de saltos, unos muy sencillos y otros más complicados, es por eso que el grado de dificultad de cada uno es diferente. El valor numérico que se le da es el resultado de una fórmula que integra el grupo del salto, la altura, la posición y el número de mortales y tirabuzones.

Por Mariana Ramos

Escrito en León el 30/8/2015 · 00:00