Ni ser campeón mundial con la Selección Nacional, sin importar la categoría en la que el trofeo se consiga, asegura el ganarse un lugar en un equipo de la Liga MX; así se resume la trayectoria de Marco Bueno, quien ha encontrado en los delanteros extranjeros pero también en sí mismo, una barrera hacia la regularidad.
En los últimos días, el tema de los jugadores extranjeros y naturalizados registrados en la Liga MX y si éstos provocan que los elementos nacionales (sobre todo delanteros) pierdan oportunidades, alcanzó un punto álgido con las declaraciones de Daniel Ludueña.
“El jugador mexicano es conformista, tiene dos pesos en la bolsa, un carro y ya sienten que lo tienen todo. Nosotros como extranjeros no tenemos la culpa de que no se trabaje bien en las fuerzas básicas”, aseguró el “Hachita”, quien respondió así a quienes critican el número de naturalizados que militan en la Liga MX.
Es claro que para competir y buscar un título, la gran mayoría de los dirigentes de los equipos de futbol consideran necesario fichar delanteros extranjeros que doten al conjunto de un extra de talento con el que no cuenta el jugador nacional.
El problema radica, sin embargo, en que algunos de los elementos no nacidos en México no rinden como se espera y aún así, siguen participando semana a semana en los partidos del equipo pero sin colaborar y ahí sí, cerrando puertas.
Esa ha sido la historia en el futbol mexicano de Marco Bueno, quien debutó en el Apertura 2011 luego del título mundial del Tri Sub-17 y quizá por falta de trabajo, mentalidad, resultados, confianza del técnico, o  todas las anteriores, no ha conseguido dar el salto y convertirse en un referente mexicano en su posición.
Oportunidades no le han faltado, sobre todo en Pachuca donde compitió con arietes extranjeros como Félix Borja, Jaimen Ayoví, Guillermo Franco, Christian Suárez, Fernando Cavenaghi, Duvier Riascos o Avilés Hurtado; dio también buenas notas, pero algo faltó que no se hizo de un lugar.
En Toluca las cosas no cambiaron aunque sumó algunos minutos, goles y experiencia que a sus 21 años da un “plus”, pero que no han sido la varita mágica que cambie la mentalidad de Juan Antonio Pizzi, quien prefirió improvisar con Carlos Peña como delantero que ingresar a Bueno, cuando Mauro Boselli no pudo jugar en el partido de ida de los cuartos de final del Apertura 2015.
El panorama no se facilita para el Clausura 2016, pues el esmeralda tendrá que competir con Germán Cano y Ezequiel Cuevas, además de Boselli, para lograr la titularidad que tanto anhela, ya con su tercera camiseta en el Máximo Circuito.

‘Que los directivos resuelvan’

Mientras la Federación Mexicana de Futbol no se involucre en el tema de la cantidad de futbolistas no nacidos en México que pueden jugar en la Liga MX, de acuerdo a Juan Antonio Pizzi, a los equipos sólo les queda adaptarse a las reglas que mandan.

“Yo ya di mi opinión respecto a ello y no voy a ahondar, la gente (los directivos) que tiene que tratar el tema lo tiene en carpeta y ellos son los que tienen que resolver, los demás tenemos que adaptarnos y sólo cumplir las reglas que están en los estatutos de la Federación”, aseguró el timonel felino, quien agregó que la llegada de más extranjeros a México no implica una falta de talento.
“Lo normal es que cuando contratas extranjeros, esperas que su nivel sea de bueno para arriba, generalmente traen a los mejores jugadores, aunque eso no significa que en México no haya jugadores de calidad que no les puedan competir”.
En los últimos días, el tema de los naturalizados y extranjeros en México ha generado opiniones diversas, mismas que en León ya tienen varias semanas y desde que el trámite de naturalización de Mauro Boselli finalizó. / Regina Yépez

Por Regina Yépez

Escrito en León el 15/1/2016 · 00:00

Irapuatense de nacimiento pero leonesa por adopción desde 2006. Cubrí a La Fiera en la división de plata y ascendí con ellos en 2012, desde entonces he seguido sus huellas en la Liga MX. En 2017 conté la primera historia esmeralda en la Liga MX Femenil y ahí, poco a poco se suman kilómetros.