En León ya se fabrican impresoras 3D, incubadas para la empresa Makermex por el Parque Tecnológico CIEN del Tecnológico de Monterrey.
Luis Pacheco, estudiante de Arquitectura en la Universidad De La Salle y el empresario Juan Carlos Orozco Arena, de ACELab, se contactaron a través de un encuentro de negocios en el parque, con apoyo de Alejandro Vega, director de Incubaciones.
“Empezó en la escuela como una necesidad que habría que cubrir, me di cuenta de que ofrecía muchas ventajas imprimir las piezas de una maqueta y me metí a investigar sobre el tema y fue así como compré una impresora.
“Y Juan Carlos Orozco tiene una empresa llamada ACELab, que se encarga de realizar automatización industrial, tenía la idea de incluir las impresoras 3D en su empresa aprovechando el boom que tiene, así como el conocimiento y la práctica de la empresa”, platicó Luis.
La empresa Makermex elabora las impresoras a través de modelos que ya existen, pero las modifican, rediseñan y cambian, para que queden más optimizadas que las originales.
El objetivo es fabricarlas en el País para hacer el sourcing en la mayor parte posible de México, aprovechando diseñadores e ingenieros mexicanos para que México avance en temas de tecnología y no sea sólo consumidor de productos extranjeros.
Además de que se enfocan en fabricar impresoras más accesibles para que lleguen a todo el mundo con costo de 12 mil a 23 mil pesos.
“Por qué nosotros iniciamos con un modelo probado y no hacerlos nosotros mismos, es porque permite conocer bien la tecnología y que cuando se tenga un producto final sea algo bien desarrollado”, dijo.
En mayo de 2012 trajeron las primeras impresoras de Holanda, Estados Unidos y China, con ellas empezaron a hacer pruebas para ver cuáles iban a replicar.
Ya en noviembre del año pasado se concretó la asociación Makermex y en enero se fabricó la primera impresora, con lo que se dio paso a la comercialización en febrero a través de su página web y en las instalaciones del Parque CIEN. Ahora tienen tres modelos diferentes: I1, I2 e I3XL.
“Fuimos los primeros en comercializar impresoras accesibles en México, ya existían impresoras, pero eran muy caras, muy costosas, desde 250 mil pesos hasta 6 millones de pesos”, comentó.
Los principales sectores en los que se pueden emplear son la industria del calzado, en ingeniería industrial o diseño industrial y en el sector de la construcción, entre otros.
“La idea era que la industria del calzado la pudiera aprovechar en prototipos de hormas, trabajar en prototipos de suelas, y muchas personas que han aprovechado esta tecnología son los diseñadores industriales”, compartió el joven.
La impresión 3D es un método de fabricación por adición, es decir, que se forma capa por capa hasta generar la tercera dimensión o el volumen de la pieza.
En menos de 10 meses son proveedores del Tecnológico de Monterrey, de la UNAM, del Teletón y de varios centros de investigación del País, pero también exportan a Guatemala, Honduras y Colombia.
Estudiantes de Ingeniería, Arquitectura, Diseño y Administración, todos menores de 25 años de edad, colaboran en el proyecto en el que trabajan 12 personas.
Revolución
Fernando Herrera Pons, director del Parque CIEN del Tecnológico de Monterrey, comentó que varias instituciones educativas se han acercado para tratar de tener una impresora 3D y se desarrollan mecanismos basados en las impresoras para otras aplicaciones.
“Por ejemplo la Universidad de Guanajuato la utilizaría para tener mayor precisión cuando hacen rastreo a través de mecanismos como rayos X, es muy interesante lo que está sucediendo.
“Realmente lo de las impresoras 3D es una revolución completa, ellos tienen en esta parte de las impresoras a bajo costo el liderazgo nacional, el alcance se ve prácticamente superado en su capacidad”, dijo Herrera Pons.