Una monja del convento San Severino Marche, en Italia, sufría un terrible dolor de estómago, por lo que fue llevada a un hospital.

Al llegar al hospital Bartolomeo Eustacchio, acompañada de otras hermanas, se le realizó una ecografía y rápidamente fue llevada a la sala de obstetricia, y los médicos se pusieron en acción, ya que se le había roto la fuente y estaba a punto de dar a luz a un niño.

Los médicos se sorprendieron y las hermanas estaban confundidas, debido a que atendían a una monja, quien años atrás, había prometido castidad y fidelidad eterna a Dios. La monja pertenece a Las Discípulas del Niño Jesús.

Hasta el momento, no se sabe quién es el padre del infante.

Este caso recuerda a otro en el que una monja de 32 años, de El Salvador, dio a luz a un niño en el hospital de San Camillo de Lellis. Ella confesó que estaba consciente que estaba encinta y decidió nombrar Francisco al niño, en honor al Papa.

Por Redacción

Escrito en León el 16/7/2015 · 00:00