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Leoneses apoyan a la Selección Mexicana

Alrededor de mil personas se reunieron en la Plaza Principal para disfrutar el partido de México; lloraron derrota del Tricolor.

Escrito en León el

“Ya valió esto, ya vámonos hijo, agarra las banderas, se nos cayó la venta”, dijo el comerciante Ricardo Hernández Escareño en cuanto el disparo de Klaas Jan Huntelaar puso en ventaja a Holanda sobre México a dos minutos del final.
Al mismo tiempo decenas de leoneses, que hasta ese momento habían disfrutado el partido sentados en la Plaza Principal, se iban tras haber estado a minutos de un festejo que prometía ser tan largo como el histórico pase de la Selección a cuartos de final por primera vez en un Mundial desde 1986.
En punto de las 10 de la mañana, Leticia Rodríguez Torres, de 60 años, llegó acompañada de su esposo, su hijo y su nieta al punto de reunión. Prefirió ir al Centro sabiendo que se iba a llenar de buena vibra para la Selección de Miguel Herrera.
“Se siente más emoción aquí porque sentimos la algarabía de la gente, esperamos que México gane. Llegamos temprano para alcanzar lugar porque aquí se vive mejor el juego”, comentó la habitante de Loma Bonita.
Como ella, llegaron unos 150 leoneses desde temprano para alcanzar un buen lugar.
“Ya estamos acomodados, nada más esperamos a que se empiece. Es domingo y la gente tiene más tiempo para venir aquí, por eso me previne y le agarré tiempo”, indicó José Luis Hernández, vecino de la colonia El Retiro, quien se acomodó en una jardinera junto con su esposa.
Apenas se escucharon las notas del Himno Nacional, se llenaron los grandes espacios que aún había en la plaza, de acuerdo a personal de Protección Civil, había unos 500 aficionados al inicio.
El prometedor comienzo mexicano creó esperanzas en la plaza leonesa, que empezó a corear como si estuviera en el estadio, desde el polémico grito de despeje del arquero rival, hasta el “México, México”.
El arranque de la segunda mitad trajo consigo el golazo de Giovanni Dos Santos generando la explosión del público leonés. El ansiado grito de “gol” acompañado de saltos y brazos abiertos se hicieron presentes.
A partir de ahí comenzó el sufrimiento, la escena más común fue ver hombres y mujeres de todas las edades limpiándose el sudor y meciéndose el cabello, como si eso hiciera que los minutos corrieran con mayor velocidad.
El ver tan cerca a México de lograr lo impensado, atrajo más aficionados. “Ya tenemos más de 800 personas”, indicó un elemento de Protección Civil. Antes del empate, señaló que ya eran 1 mil personas.
Cuando todos se imaginaban festejando, el empate holandés pegó en el ánimo mexicano. Apenas se esbozaba un tímido “México, México” cuando Arjen Robben cayó en el área y el árbitro pitó penal.
Manos en la cabeza y caras largas fueron la primera impresión. Los naranjas hicieron efectiva la infracción, llevándose a casi todos los aficionados leoneses. Acabó el juego y algunos no contuvieron las lágrimas.
“Se confiaron, tenía fe en que ganaran”, dijo entre el llanto Ana García Montes,de Santa Rosa de Lima.
La plaza se vació, la venta se cayó y las ilusiones de ser parte de la historia se fueron en cinco minutos.

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