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Dedican su vida a la enseñanza

Estar frente a un grupo de estudiantes no es tarea fácil para los maestros, quienes dedican gran parte de su vida a la educación con compromiso, dedic

Escrito en León el
Dedican su vida a la enseñanza

‘Espera dejar huella

“Si volviera a nacer volvería a ser maestra”, dice Elsa Flores Torres, satisfecha de ser respetada, reconocida y querida en el ámbito de su profesión.
Por casi 40 años ha sido maestra de Español y subdirectora en escuelas de Coahuila, Durango, Valle de Santiago y Romita.
Predicar con el ejemplo, dice, ser respetuosa, congruente y puntual es básico para estar a cargo de un grupo.
Elsa Flores ha dejado parte de su vida en las aulas y su objetivo siempre ha sido que sus alumnos lleguen a ser ciudadanos preparados.
Nació en Pénjamo, Guanajuato, pero es leonesa de corazón sde 1990 cuando llegó como directora en la Secundaria Técnica 39, en la colonia Las Mandarinas.
“Es una escuela que amo, en todas he sentido que he dejado parte de mi vida, haber pasado por tantas secundarias, estados, ciudades... llego a la escuela pensando que duraría cuatro años como había sido en las anteriores, pero no, me emocioné, me enamoré de la escuela 39. Hace 256 años pasábamos por una situación difícil pero los muchachos eran nobles, obedientes y disciplinados”, mencionó.
Cuando la maestra recibió la escuela no tenía bardas, ni árboles, ahora, platica, se ha consolidado con apoyo de sus compañeros maestros, coordinadores y subdirectores, además de papás.
“Me siento orgullosa de ser maestra, de ser directora y de trabajar con mis compañeros. Ser directora implica hacerla de todo. La escuela es mi vida, es mi segundo hogar. Nos debemos a nuestros alumnos... he disfrutado”, expresa.
Después de aprender con su trabajo y además disfrutarlo, el próximo año tramitará su jubilación.
“Lo he decidido por mi salud, nadie cree que me vaya a jubilar, tenemos que darle oportunidad a los jóvenes, ya contribuí un poco. Espero dejar huella a través de mis enseñanzas... Dejar a mis alumnos y a los profesores me cuesta trabajo”.

‘Estoy enamorado del magisterio’

Con 12 años de experiencia, José Antonio Zermeño García enseña con normas, valores y leyes para que sus alumnos vayan por el camino derecho.
Es maestro “por adopción”, dice, pues algunos maestros lo invitaron a que diera clases y ahí nació la vocación.
“Mi formación es de abogado, sin embargo desde que egresé de la licenciatura me subí a las aulas; es bonito estar ahora de este lado, platicar con los chavos, ayudarlos, enseñarles y comprometernos con ellos para que sean buenas personas”, asevera.
Hasta ahora ha sido docente en cuatro escuelas: la Universidad de León, la Univa, el Centro de Estudios San Pablo y actualmente labora en la Escuela de Nivel Medio Superior Centro Histórico León; en esta última sus alumnos son bicampeones en el concurso de Ciencias Sociales.
“Me gusta cómo los alumnos se comportan, es bonito también aprender de ellos, son chavos inquietos que ponen atención solo cinco minutos, pero afortunadamente en la escuela tenemos una comunidad muy noble que cuando la riegan lo reconocen y se aplican”, explica.
En su desempeño como docente se ha encariñado con sus alumnos.
“He convivido con alumnos de cerca y te encariñas, te llegas a involucrar tanto con ellos que te duele cuando algo les pasa o pasan por mal momento”.

Abogado y docente

Con 12 años de experiencia, José Antonio Zermeño García enseña con normas, valores y leyes para que sus alumnos vayan por el camino derecho.
Es maestro “por adopción”, dice, pues algunos maestros lo invitaron a que diera clases y ahí nació la vocación.
“Mi formación es de abogado, sin embargo desde que egresé de la licenciatura me subí a las aulas; es bonito estar ahora de este lado, platicar con los chavos, ayudarlos, enseñarles y comprometernos con ellos para que sean buenas personas”, asevera.
Hasta ahora ha sido docente en cuatro escuelas: la Universidad de León, la Univa, el Centro de Estudios San Pablo y actualmente labora en la Escuela de Nivel Medio Superior Centro Histórico León; en esta última sus alumnos son bicampeones en el concurso de Ciencias Sociales.
“Me gusta cómo los alumnos se comportan, es bonito también aprender de ellos, son chavos inquietos que ponen atención solo cinco minutos, pero afortunadamente en la escuela tenemos una comunidad muy noble que cuando la riegan lo reconocen y se aplican”, explica.
En su desempeño como docente se ha encariñado con sus alumnos.
“He convivido con alumnos de cerca y te encariñas, te llegas a involucrar tanto con ellos que te duele cuando algo les pasa o pasan por mal momento”.

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