Con excepción de algunas cintas juveniles en los años 80, como “Me Enamoré de un Maniquí”, o de la serie “The Office”, los personajes que interpreta James Spader siempre han sido complejos y sumamente oscuros.
Los ejemplos más recientes en su carrera son un poderoso robot que odia al mundo, en “Avengers: Era de Ultrón”, y el carismático pero peligroso criminal al que da vida en la serie “The Blacklist”.
"Siempre me han atraído mucho más los personajes en conflicto y que viven en un mundo gris, que navegan entre los matices y a los que no puedes definir al cien por ciento como buenos o malos.
"Incluso a los (personajes) que aparentan ser villanos clásicos, llenos de clichés, siempre trato de abordarlos desde un punto de conflicto, de reflexión, para descubrir qué los hace ser como son", explicó el actor, en conferencia telefónica.
Para darle vida a Red Reddington, eje rector de “The Blacklist”, Spader, de 55 años, batalló para encontrar la personalidad exacta que definiera los actos de este criminal, manipulador y lleno de secretos.
"Con Red nunca sabes qué pasará y es un misterio saber si es bueno o malo. Lo que yo no quería era que, al final, esa dualidad fuese sólo una máscara que escondiera a un villano tradicional y simplón.
"Creo que eso le aburriría a la audiencia, por eso es mejor no saber quién es realmente, tener un balance, hacerlo gris y complejo. Eso le da más batalla al espectador, pues nunca sabrá realmente de qué lado de la moneda estará".
Gracias a esto, Reddington se convirtió en uno de los antihéroes más queridos de la televisión, al lado de seres retorcidos, pero encantadores, como Dexter Morgan, Gregory House o Walter White.
"Siempre he hecho personajes que le hacen frente a sí mismos o a sus circunstancias en una forma compleja y fuerte.
"Lo que me gusta de Red es que, a pesar de ser alguien que siempre transita por esa delgada línea entre la vida y la muerte, en realidad todo lo ve con mucho humor y cinismo, y eso es atractivo para mí", aseguró Spader.

ASÍ LO DIJO:
"Cuando trabajo en un personaje, me vuelco totalmente en su personalidad. Jamás me doy cuenta de si el papel se parece a mí. Lo que busco es ser honesto con las acciones del personaje y no involucrar mi forma de ser".
James Spader, actor

Por Reforma

Escrito en León el 20/6/2015 · 00:00