Los triunfos se le han escapado a La Fiera todo el torneo y aún así jugarán ante a un estadio lleno; “Boletos agotados”, advierten varias hojas impresas y pegadas en la puerta de la taquilla. Situación contradictoria que sin embargo, se transforma en una razón para que León cierre la campaña con un triunfo hoy ante Tijuana.
Una razón más, no motivación, pues el plantel verdiblanco deberá salir al Estadio León con el orgullo y la vergüenza deportiva como estandarte para así evitar su peor temporada desde que volvieron al Máximo Circuito y por consiguiente, el sótano general.
Y es que de perder nuevamente y si Morelia gana, el cuadro de Juan Antonio Pizzi podría ocupar el peldaño 18 de la general y además, con solo 13 puntos, demostraría también que mientras más alto se suba, más fuerte es la caída.
La tarea no será sencilla, pues frente al cuadro esmeralda estará un viejo conocido de la Liga de Ascenso, el Tijuana, que en alguna ocasión le impidió pelear una final de ascenso y que con seis partidos sin ganar, busca desesperadamente la victoria.
Si bien se presentó como un equipo imbatible al inicio del Cl. 2015, Xolos ha perdido aire desde que venció a Veracruz en casa, ¿la prueba?, un solo empate y cinco derrotas que le arrebataron ese halo de seguridad que cubre al líder general.
Ahora, solo ganar a un desmelenado conjunto felino podría alumbrarle el camino a la Liguilla y asegurar así lo que en las primeras jornadas casi se daba por un hecho, su ubicación entre los ochos primeros de la clasificación.
Sin embargo, el equipo dirigido ahora por Daniel Guzmán no tiene buenos recuerdos de sus visitas a tierra esmeralda, pues en los tres partidos que aquí ha disputado se ha llevado sendas goleadas: 11 anotaciones en total, cinco de ellas marcadas por Mauro Boselli, quien tras recuperarse de su lesión, podría reaparecer en el último duelo de la campaña.
Ese que promete aunque en el papel, León ya no tenga nada más que perder.

Por Regina Yépez

Escrito en León el 9/5/2015 · 00:00

Irapuatense de nacimiento pero leonesa por adopción desde 2006. Cubrí a La Fiera en la división de plata y ascendí con ellos en 2012, desde entonces he seguido sus huellas en la Liga MX. En 2017 conté la primera historia esmeralda en la Liga MX Femenil y ahí, poco a poco se suman kilómetros.