Ricos "perritos" para cenar
La afición del León celebra la victoria sobre los Xolos, que se han convertido en "clientes" desde hace tres años.
Un ladrido sólo le hace cosquillas a quien sabe rugir.
Así lo comprobaron los Xolos de Tijuana, otra vez derrotados en el Nou Camp, otra vez devorados por la Fiera y su enorme afición.
Los fanáticos Esmeraldas llenaron el estadio. Atraídos por la posibilidad de llegar a la cima del torneo, llegaron temprano, soltaron las porras de calentamiento y 10 minutos antes de las ocho, el Nou Camp ya hervía.
“¡Guau, guau!”, gritaban los esmeraldas, burlándose de los jugadores fronterizos, tímidos al tener la pelota y más al notar el poder ofensivo del “Gullit” Peña y compañía.
“¡Ya retírate!”, le gritó un eufórico seguidor de la puerta 10 a Juan Arango al cierre del primer tiempo. El venezolano, alguna vez figura en Alemania, arrastró el prestigio al marcar el autogol que abrió la pizarra.
A partir de ahí, todo fue ver hacia la cima. León manejó el juego, incluso se atrevió a tirarse atrás para contragolpear y en una de esas descolgadas, el Nou Camp se cimbró.
Golazo del “Gullit” y las cervezas, a volar. Las porras, más sentidas que nunca, y los ladridos, de esos sólo quedó el recuerdo.
En León se escuchó el rugido, de esquina a esquina y de butaca a butaca. “¡Ladren, perroitos!”, fue la despedidad para los caninos, convertidos más en hotdogs que en perros aztecas.
AManece León
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