Buscar

ANNA NETREBKO

Anna Netrebko hace vibrar a mexicanos en la Ciudad de México y Guadalajara

La soprano rusa Anna Netrebko se presenta con éxito en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y en el Teatro Diana de Guadalajara.

Escrito en León el
Anna Netrebko hace vibrar a mexicanos en la Ciudad de México y Guadalajara
La soprano Anna Netrebko durante su concierto en el Teatro Diana, en Guadalajara. Cortesía.

Guadalajara, Jalisco.- Para los amantes de la ópera, el 2015 será recordado por los inolvidables conciertos de Anna Netrebko en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y en el Teatro Diana de Guadalajara, los cuales marcaron el regreso triunfal de la reconocida soprano ruso-austriaca a los escenarios mexicanos.

Después de 10 años, “la nueva diva reinante de principios del siglo XXI”, como ha sido considerada por la Associated Press, volvió a cantar el pasado miércoles en el Palacio de Bellas Artes, alternando con el tenor argelino Yusif Eyvazov, actual pareja de la cantante.

Junto a la Orquesta del Teatro de Bellas Artes y bajo la dirección del serbio Srba Dinic, la favorita del Metropolitan de Nueva York conquistó al público con su voz más madura y un repertorio dramático integrado por arias de Verdi, Puccini, Giordano y Cilea.

Debido a que la audiencia agotó los boletos, el Instituto Nacional de Bellas Artes colocó una pantalla en la calle Ángela Peralta para que más personas pudieran disfrutar del acontecimiento lírico del año.

Tres días después, la estrella de la ópera visitó la ciudad de Guadalajara, a fin de engalanar las celebraciones por el décimo aniversario del Teatro Diana.

En su primera presentación en la Perla de Occidente, Netrebko repitió el programa que ofreció en Bellas Artes y estuvo secundada de nuevo por Eyvazov. Sólo fue sustituida la obertura de “Luisa Miller” por el preludio de “Attila” de Verdi.

Luego de la proyección de un video sobre la historia del Teatro Diana y del discurso de las autoridades del Gobierno del Estado y la Universidad de Guadalajara, la Orquesta Filarmónica de Jalisco, concertada por el canadiense Marco Parisotto, inició la noche de gala con una enérgica lectura de la obertura de “La forza del destino” de Giuseppe Verdi, a quien se dedicó la primera parte del recital.

Sin hacer esperar más a los tapatíos, que abarrotaron el recinto, Anna Netrebko apareció en el escenario ataviada con un elegante vestido rojo y fue recibida con atronadores aplausos.

Al volver el silencio, la diva declamó el texto de la carta “Nel di della vittoria” y actuó como la malvada Lady Macbeth para enseguida cantar la cavatina “Vieni, t’affretta!”, donde exhibió el inconfundible color oscuro de su voz, y la cabaletta “Or tutti sorgete”, desplegando la coloratura por la que se hizo famosa. Las fuertes ovaciones no se hicieron esperar.

Después Netrebko cedió su lugar a Eyvazov, quien interpretó “Oh! fede negar potessi… Quando le sere al placido” de “Luisa Miller”. Pese a su entusiasmo y potentes agudos, el tenor no estuvo a la altura de su futura esposa, pues a su voz le faltó uniformidad y presentó un amplio vibrato. No obstante, el público se mostró generoso y aplaudió cada una de sus intervenciones.

La soprano regresó al escenario para seducir con el romanticismo de “Tacea la notte placida… Di tale amor che dirsi” de “Il trovatore”. Los asistentes quedaron cautivados no sólo por la seductora voz de la diva, sino también por su fuerte presencia y convincente actuación. Así, Eyvazov y Netrebko demostraron su amor con besos y abrazos en el dueto de Otello y Desdémona.
 

Enloquece público

Tras el intermedio, Netrebko volvió al frente de la orquesta con un vestido negro con detalles blancos, para ofrecer los momentos más conmovedores de la velada. Su canto dramático, rico en matices, alcanzó su máxima expresión en “In quelle trine morbide” de Manon Lescaut de Puccini; “La mamma morta” de “Andrea Chénier” de Giordano; y “Io son l’umile ancella” de “Adriana Lecouvreur” de Cilea.

Estas arias fueron intercaladas por los “Intermezzi” de “Pagliacci” de Leoncavallo y “Manon Lescaut” de Puccini, que fueron ejecutados con vigor y claridad por la Filarmónica de Jalisco, dirigida por Marco Parisotto.

Para concluir el concierto, Netrebko y Eyvazov cantaron con desbordante pasión el dueto “Oh, sarò la più bella” de “Manon Lescaut”, con el que provocaron aplausos de pie, gritos y hasta un piropo en ruso.

Ante tal euforia, la soprano debió regresar en varias ocasiones al escenario, hasta que finalmente anunció la “Canción de la luna” de la ópera “Rusalka” de Dvorák, la cual interpretó con naturalidad y sentimiento.

Eyvazov también agradeció la entrega del público con “Nessun dorma” de “Turandot” de Puccini, aria que fue bien recibida a pesar de las deficiencias técnicas del tenor.

Como último encore, la pareja de enamorados cantó y bailó el famoso “Brindis” de “La Traviata” de Verdi. Alegre y emocionada, Netrebko se despidió lanzando besos al aire, dejando un hondo recuerdo en los tapatíos, aún extasiados por su voz.

Escrito en León el
Luis Alberto Lerma Carmona es periodista del diario AM desde 2008 y corresponsal de la revista Pro Ópera desde 2014 y cubre las funciones del Teatro del Bicentenario en León. En su carrera profesional, que comenzó en el periódico Correo en 2003, se especializó en crítica musical y en la cobertura de eventos musicales en León y Guanajuato. Desde 2012 es coeditor de la sección local del diario impreso AM León. En el ámbito académico, es Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de la Salle Bajío con estudios de violín y de Historia y Ciencias de la Música en la Universidad de Oviedo. CARGO: Coeditor. TEMAS: Política, Gobierno, Urbanos, Ambientales, Seguridad, Economía, Salud y Cultura

AManece León

Mantente al día con las últimas noticias de León, suscríbete gratis con tu correo

Amanece Le�n