Cada voto que obtuvo el candidato independiente a la Gubernatura de Nuevo León, Jaime Rodríguez, le costó al erario estatal 38 centavos, un 98% más barato que los de la candidata priísta Ivonne Álvarez, segundo lugar de la contienda.
A pesar de que para estas elecciones los recursos públicos -especialmente lo entregado a los partidos- subieron 158% en comparación a lo ejercido hace seis años, un candidato independiente logró alzarse con la victoria en la Gubernatura el 7 de junio.
Más allá del costo global de su campaña, a “El Bronco” la autoridad estatal le entregó 383 mil 713 pesos, cheque que él asegura que ni siquiera hizo efectivo.
Con este financiamiento público, el candidato sin partido alcanzó un millón 020 mil 552 votos.
En cambio, el PRI y sus tres aliados a la Gubernatura -el Partido Verde, Nueva Alianza y el Demócrata- se llevaron un financiamiento público de 35.3 millones de pesos para sus respectivascampañas.
Como estos recursos son para las tres elecciones -Gubernatura, alcaldías y diputaciones locales-, para calcular el costo del voto para los comicios de Gobernador sólo se consideró la tercera parte de esta partida: 11 millones 780 mil 552 pesos.
De este modo, Álvarez obtuvo en las urnas 499 mil 044 votos, de los que cada uno costó al erario 23.61 pesos.
Cada partido distribuye el financiamiento como prefiere y regularmente destina la mayor parte a la elección de Gobernador, por lo que a la priísta le pudo haber tocado una cantidad mayor.
Así, el independiente tuvo acceso al 3.3% del financiamiento público que le correspondió a la priísta, pero obtuvo más del doble de los votos.
En opinión de Miguel Treviño, integrante del organismo Vía Ciudadana y miembro del equipo de transición de Rodríguez, los resultados de la elección del 7 de junio echan por tierra ideas preconcebidas sobre el financiamiento de campañas y obliga a que se revisen las reglas de reparto.
“Se supone que las reglas de financiamiento propiciarían condiciones de igualdad. Eso no se cumple.
“Se supone que el financiamiento predominantemente público evitaría el ingreso de dinero de procedencia sospechosa a la campaña, ese supuesto tampoco se cumple”, indicó.
El financiamiento público, añadió, supuestamente era necesario porque sólo gastando cantidades importantes de dinero era posible llegar al electorado con un mensaje.
“(Pero) este supuesto tampoco se cumple”, dijo, “porque hemos visto que candidatos con una centésima de los recursos de los candidatos de los partidos fueron capaces de llegar con su propuesta al electorado”.