Para la arquitecta de interiores Elena Talavera, la iluminación representa un elemento básico de toda decoración, pues con ella se logran efectos de fuerza, dramatismo y detalle que requieren ciertos aspectos, como las obras de arte, la platería, las piezas de diseño o hasta una fotografía que se quiera destacar.
"La iluminación es casi el 50 por ciento de la decoración. Lo que vale más, lo acentúa; y lo menos importante, lo dispersa", comentó. "Es un recurso que nos permite categorizar los elementos".
Es importante recordar que la iluminación fría genera una sensación de dinamismo, trabajo, movimiento, mientras que la luz cálida es mucho más de relajamiento. Así, el tipo de luz tiene que ver con la función de los espacios y lo que busque cada usuario.
Pero, ¿cómo saber si se requiere luz directa o indirecta, fría o cálida, lámparas colgantes o de piso, fuente de iluminación desde arriba o desde abajo? La experta comparte algunos tips para que la decoración en casa brille con luz propia.

En cuadros
Utilizar luz de color al iluminar obras de arte puede ser arriesgado, pues altera el sentido original de las piezas.
"A menos que el escultor o el artista dentro de la propuesta haya contemplado que la obra está preparada para recibir luz de color, yo no lo recomendaría", advirtió.
Para iluminar obras pictóricas lo ideal son proyectores con luz incandescente, los cuales lanzan un haz que destaca los puntos esenciales. Este elemento se debe utilizar a una distancia mínima de metro y medio, pues el calor también puede afectar las superficies de las obras.

En el comedor
Es recomendable una luz indirecta y esconder lo que Talavera llama "puntos calientes" (focos a la vista). De esta forma, se puede recurrir a una lámpara o luminaria que acentúe la mesa. Una pieza colgante, si la altura lo permite, vestirá con gran personalidad este espacio.

Lámparas de piso
Nunca fallan cuando hay una buena altura en la estancia. Este elemento hará que el techo no se sienta tan alto, y funcionará como un punto intermedio con el mobiliario.
"Se convierte en un punto de calidez y acogimiento. Se puede sentir que el espacio te abraza cuando tienes una lámpara de este tipo", expresó la especialista.

En esculturas
Es importante destacar el volumen de las piezas con la iluminación.
"Si se coloca la luz por delante, se aplana el objeto, por lo que se debe jugar con una iluminación ya sea de lado, de atrás o por arriba, dependiendo de la obra", explicó la interiorista.
Esta iluminación debe generar luces y sombras para destacar los cuerpos. Talavera acostumbra luminarias colgantes con dos o tres focos que consiguen el volumen y proyectan fielmente las dimensiones de la pieza.

Las dobles alturas
Éstas se pueden compensar con lámparas de diseño.
"En muchos puntos, las lámparas ya funcionan como el elemento focal importante de la habitación. Hay propuestas de lámparas de decoración y de arte en sí que llenan los espacios, aportan mucho decorativamente", precisó Talavera.

En los libreros
Siempre es un riesgo tener puntos de luz, por lo que la interiorista sugiere que se utilice LED o alguna tecnología que no genere tanto calor. La iluminación en libreros aligera el peso y tamaño de este tipo de muebles.
"Hemos puesto libreros con líneas de luz en el suelo, para que éste no se perciba tan sólido y se pueda dar una sensación de que flota en el muro", compartió Talavera.

Por Reforma

Escrito en León el 23/7/2015 · 00:00