Aquella frase que gritó el capitán Gustavo Garmendia el 18 de febrero de 1913 para defender al Presidente Francisco I. Madero de los traidores, retumbó en la explanada del edificio de Guardias Presidenciales.
“¡Al Presidente nadie lo toca!”, arengó el Jefe del Estado Mayor Presidencial, Roberto Miranda, quien le garantizó al presidente Peña Nieto que ese hecho histórico rige el actuar de más de 2 mil elementos de esa corporación que se dedican a protegerlo a él como primer mandatario, a su familia y a los inmuebles que ocupa.
“Somos leales al Presidente de México, porque representa, usted señor Presidente, a la democracia y a la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo, porque su seguridad representa la integridad, la estabilidad y la permanencia del Estado mexicano”, sostuvo.
La noche del miércoles, Peña Nieto conmemoró el Día del Estado Mayor Presidencial, y para ello concentraron a más de 2 mil elementos, la mitad de ellos acompañados de sus familiares, para presenciar juegos pirotécnicos.
El festejo también incluyó la inauguración de la Glorieta de la Lealtad; ésta ya existía, pero sin nombre y sobre una base de cemento estaba una pequeña águila. Ahora esa figura se cambió por otra que pesa cinco toneladas, cuyo acero fue donado por Hornos de México y la obra fue elabora por el escultor David Madero.
El presidente Enrique Peña Nieto agradeció la logística que realiza el Estado Mayor Presidencial para que todos los días pueda “acercarse a la gente”.

Por Redacción AM

Escrito en León el 20/2/2015 · 00:00