En cinco años, la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) recibirá 83% más agua potable de la que hoy recibe, prometió ayer el gobernador Aristóteles Sandoval.
De acuerdo con el último reporte oficial del Sistema Intermunicipal para los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa), en febrero la ciudad dispuso de un gasto hídrico de 9 mil 541 litros por segundo y se espera que para 2018 reciba 17 mil 460 litros por segundo.
Esto sería en dos etapas, especificó el Mandatario estatal y en la primera, que estaría lista en 2015, la ciudad recibiría 5 mil litros de agua más, vía el sistema de presas conformado por El Zapotillo, que está todavía en construcción; El Salto, que lleva más de dos décadas construida y no se ha aprovechado; y la Derivadora El Purgatorio, que aún continúa en proyecto.
Y en la segunda etapa, para 2018, otros sistemas de almacenamiento sobre el río Verde, que no especificó de cuáles se trata, pero serían intermedios entre El Zapotillo y El Purgatorio, dotarían de otros 3 mil litros por segundo a la metrópoli.
Chapala salva
Del total del líquido que actualmente nutre a la ZMG, el 61.5% proviene del Lago de Chapala, que este año tiene el peor nivel de la última década y se encuentra por debajo del 43% de su capacidad total.
Los pozos y manantiales aportan el 30% del suministro y la presa Calderón envía sólo 814 litros por segundo, lo que es equivalente al 8.5%.
Así, sumando la promesa del Gobernador con lo que se tiene actualmente, para 2018 la Zona Metropolitana de Guadalajara podría recibir un gasto hídrico constante de hasta 17.5 metros cúbicos por segundo.
Según el Siapa, actualmente hay 89 colonias en la ciudad que no tienen suministro de agua potable. En marzo del año pasado, el organismo operador aseguró que la ciudad tenía un déficit hídrico de 2 mil 800 litros por segundo.
Pese a que la promesa del Gobernador implica casi duplicar el volumen de agua que llega a la ciudad, José Luis Hernández Amaya, director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), reconoció que esto se podría cumplir incluso sin inundar el poblado de Temacapulín, edificando la presa El Zapotillo con una cortina de 80 metros de altura y no de 105, como se está realizando actualmente.
Pese a que reconoció que se puede dotar de agua a la ciudad sin anegar el poblado alteño, el funcionario no quiso pronunciarse en torno al futuro que tendrá la construcción de El Zapotillo, argumentando que es un proyecto regional y la decisión recae en la Federación y no en el Estado.
Para Jalisco, reconoció Hernández Amaya, la diferencia entre inundar o no Temacapulín se traduce en una disminución en el gasto hídrico de mil litros por segundo, enviando vía la presa Derivadora El Purgatorio 5 mil litros por segundo en vez de 6 mil.

Por Reforma

Escrito en León el 23/3/2013 · 00:00