Buscar

Reivindica Papa a guanajuatense

La labor pastoral de Samuel Ruiz García, quien era oriundo de Irapuato, será reconocida este lunes 15 de febrero por el Papa Francisco, en la visita que hará a su tumba en la Catedral de San Cristóbal

Escrito en León el
Reivindica Papa a guanajuatense

El Papa Francisco se postrará este lunes ante la tumba del guanajuatense Samuel Ruiz García, defensor de los derechos de los pueblos indígenas.

El Pontífice solicitó orar frente a la tumba de don Samuel, ubicada en la Catedral de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, en un acto de reivindicación de la figura del Obispo de los Pobres.

“Tatic” (padre bueno, en lengua indígena) nació en Irapuato en 1924, aunque sus estudios religiosos y primeros años de labor pastoral los realizó en León, en donde fue Rector del Seminario, cuando éste se ubicaba en la esquina de la calle Mérida y prolongación Calzada, donde ahora están los jardines del hotel Hotsson.

Cuando apenas tenía 35 años de edad, don Samuel dejó la Rectoría del Seminario de León para irse como Obispo a Chiapas, donde permaneció durante cuatro décadas (de 1959 a 1999).

Sus detractores y el clero conservador lo acusaban de haber apoyado el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Incluso, el Gobierno de Ernesto Zedillo lo señaló de generar la “teología de la violencia” y de haber sido el líder espiritual de los guerrilleros.

Don Samuel falleció el 24 de enero de 2011, y hasta ahora -cinco años después- será la primera vez que un Papa se refiera directamente a su legado a favor de los indígenas.

Los días de la represión

Por más de 20 años la irapuatense Rosa Ramírez Ruiz fue secretaria de don Samuel en la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, en donde atestiguó el intento de represión de la Iglesia, por defender a los más pobres.

“Él fue un hombre muy fuerte, admirable en su entereza, aunque veíamos a veces que el mismo Episcopado y algunos grupos de obispos hacían comentarios desfavorables acerca de su trabajo pastoral y no entendían el compromiso evangélico que fue adquiriendo al paso de los años de su estancia en Chiapas con los pueblos indígenas”, recordó la sobrina del sacerdote.

“Él vivió situaciones duras y difíciles como el intento de que lo querían remover. El delegado apostólico Girolamo Prigione quería que firmara la renuncia, él humildemente pidió analizar todas las acusaciones que le hacían porque no se identificaba con ellas”.

Narró que el obispo Samuel Ruiz, junto con su equipo pastoral presentó al Vaticano todo un estudio de las acusaciones que le imputaban, logrando detener su remoción.

La Santa Sede le mandó como obispo coadjutor a Raúl Vera, actual obispo de Saltillo, con la intención de “componer las cosas”, pero don Samuel se ganó a un aliado.

“Le ponen a monseñor Raúl Vera como una cuña, para según esto tratar de componer todo lo que él había descompuesto, pero el mismo Don Raúl después en una asamblea diocesana nos dijo que todo era por parte de Zedillo en contubernio con el Nuncio Apostólico”.

Su compromiso con los indígenas

La sobrina del sacerdote platicó que el acercamiento de Don Samuel con los más necesitados lo fue transformando.

Para visitarlos en sus comunidades no sólo usaba auto: iba en burros, mulas y carretas.

La primera visita que hizo a una finca donde trabajaban indígenas en 1960 lo cambió para siempre.

“Lo invitaron los finqueros (dueños de haciendas y plantaciones) a una visita pastoral, ofició la misa y luego le sirvieron un banquete suculento con vinos finos, pero él estaba viendo desde adentro de la gran construcción que allá afuera estaban un montón de indígenas sentados en el suelo y antes de retirarse le pidió al finquero que quería hablar con ellos”, evocó la sobrina.

El patrón le pidió a su capataz que trajera a uno de los indígenas para que hablara con el obispo. El hombre descalzo se acercó sin verlo a la cara, tomando su sombrero con las dos manos y notablemente nervioso con la cabeza agachada.

“Le preguntó que cómo se llamaba y cómo estaba, pero todo era triangulado entre el capataz y el finquero, porque el hombre no sabía hablar español y mi tío no entendía su lengua. Eso hizo que él aprendiera el idioma de ellos”.

Después del convivio, Samuel Ruiz descubrió que el dueño de la finca le había descontado un día de sueldo a los indígenas. Fue tal su molestia, que aquel día decidió defender sus derechos y alejarse de los finqueros.

“Él fue la voz de los sin voz, les dio voz a los indígenas”.

‘La justicia de Dios’

El actual obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, anunció en enero pasado que el Papa Francisco visitará la tumba de Samuel Ruiz, que está dentro de la Catedral.

“Que el Papa Francisco haya tomado la decisión y decir voy a postrarme ante la tumba de Don Samuel, pues es como decir Dios existe y la justicia de Dios está ahí, después de tanto sufrimiento que tuvo, pero que no lo decía porque era un hombre muy fuerte”, expresó orgullosa la sobrina del sacerdote.

En la misa que oficiará el Papa en la Catedral de San Cristóbal de las Casas, asistirán Rosa Ramírez Ruiz y su esposo.

“Diosito me hizo el milagrote de estar con el Papa. De mi familia van más, pero el boleto para entrar a la Catedral y donde el Papa va estar en la tumba de mi tío, ahí vamos estar mi esposo y yo nada más”.

Deja huella en Irapuato y León

 

Samuel Ruiz García nació el 3 de noviembre de 1924 en Irapuato y fue registrado por sus padres 3 días después, según consta en el acta 00809 del Registro Civil.

Sus padres fueron Maclovio Ruiz y Guadalupe García, que para entonces tenían 25 y 24 años respectivamente.

La infancia de Samuel Ruiz transcurrió en una huerta de casi media cuadra que se ubicaba en la calle Casuarina esquina con Guanajuato, en el Barrio de la Calzada, en Irapuato.

A ese lugar llegaron a establecerse sus papás, luego de varios años de trabajar en Estados Unidos, donde se conocieron.

Con sus ahorros, el matrimonio compró una parcela de casi media cuadra, donde fincaron su casa e instalaron una tienda de abarrotes. El resto de la tierra la dejaron como una huerta que fue fraccionada para heredarla a sus 5 hijos: Samuel como primogénito, María Inés, Roberto, María de la Luz y Francisco José.

Samuel vendió la fracción de la huerta que le tocó, para costear sus estudios religiosos en Roma.

El relojero Jesús García Ruiz, sobrino de don Samuel, recuerda la huerta como el sitio ideal de juegos: “Más que ir a la casa con mi tío, era para ir a la huerta a jugar, no jugábamos a otra cosa más que a las canicas. Yo tenía como seis años y mi tío (Samuel Ruiz) unos diez u once, me acuerdo que había mucho terreno y árboles donde nos la pasábamos jugando”.

Recuerdos del Seminario

 

A los 13 años, Samuel Ruiz se mudó a León para estudiar en el Seminario Diocesano, del que llegó a ser Rector.

Permaneció en León hasta diciembre de 1959, cuando a los 35 años de edad fue nombrado el obispo más joven de México, asignado a la Diócesis de Chiapas.

Entre 1952 y 1954 fue maestro del Seminario de León, y en los cinco años siguientes fue Rector de la misma institución. Sus compañeros y alumnos lo recuerdan con cariño.

“Fui su compañero. Yo era prefecto de disciplina del filosofado cuando llegó y pudimos trabajar uno o dos años juntos más o menos. Él era una persona muy inteligente, muy capaz y era un hombre muy bueno”, recordó el padre Rosendo Zavala.

También recuerda que cuando lo conoció, aún no manifestaba un pensamiento liberalista, pero siempre mantuvo el proyecto de trabajar por los más pobres. 

“Samuel Ruiz se distinguió concretamente por haber tenido cierta simpatía por la Teología de la Liberación, pero no en el sentido de que él viniera a hacer revoluciones como se dijo, de ninguna manera. Sino concretamente porque se trata de que quería de alguna manera atender a la gente más pobre de San Cristóbal de las Casas (…) En el Seminario no se manifestó (con pensamientos de la ideología liberalista), cuando yo lo traté no se manifestó”, recordó el padre, de 87 años de edad.

El sacerdote responsable del Templo de Belén, en León, relató que la última vez que dialogó con Don Samuel fue hace más de 20 años, cuando ambos coincidieron en una reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en Colombia, lugar en el que Samuel Ruiz expuso abiertamente su inclinación por la Teología de la Liberación.

‘Era un hombre sabio’

 

Con paso lento pero voz fuerte, el padre Mónico Villegas recordó que durante los años 50, cuando apenas era un veinteañero, Samuel Ruiz fue su maestro en el Seminario.

“Era un hombre muy sabio y todos nos llevábamos  bien con él. Era un hombre muy preparado, muy atento con nosotros y hasta muy bromista y juguetón. Me acuerdo que nos impartía la materia de Derecho”, recordó.

El padre Mónico oficia las misas en la Parroquia del Sagrario, ubicada a unos metros de la Presidencia Municipal de León, y a sus casi 90 años de edad mantiene el orgullo de haber sido uno de los alumnos del ‘Obispo de los Pobres’.

Mónico Villegas cree que su dedicación para defender a los grupos vulnerables nació al estar en contacto con el pueblo indígena de Chiapas.

“Me acuerdo que nos daba Teología. Yo no me acuerdo que haya hablado de liberación y todo eso; simplemente eso fue un tema moderno inspirado en las ciencias socialistas. Eso ya fue después, cuando él fue obispo fue cuando empezó a hablar de eso”.

Su presencia en Guanajuato

Estos son algunos detalles de la vida de Samuel Ruiz en Guanajuato:

 Nació en Irapuato el 3 de noviembre de 1924.

 Cursó la primaria en el Colegio de la Señorita Soledad Fonseca, con las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y en el Colegio Amado Nervo, todos en Irapuato.

 Según el padre Carlos Conde, cuando Samuel Ruiz tenía entre 7 y 8 años, supo del asesinato de un sacerdote apellidado Lawers, que era cura de la Parroquia del Santuario en Irapuato.

 Ese crimen influyó en su decisión de irse al Seminario.

 A los 13 años ingresó al Seminario de León. Vivía con el padre Olegario Mireles, su tutor.

 En 1947, a los 23 años, el obispo Manuel Martín del Campo lo envió a Roma a estudiar teología a la Universidad Gregoriana y en el Pontificio Instituto Bíblico.

 Como alumno del Colegio Pío Latinoamericano, se especializó en Teología Dogmática y en Sagrada Escritura, por esta última recibió su doctorado.

 El 2 de abril de 1949, monseñor Alfredo Viola, Obispo de Salto en Uruguay, lo ordenó sacerdote en la Capilla del Colegio Pío Latinoamericano.

 Regresó a León en 1952, como Prefecto de Estudios y profesor del Seminario, en donde enseñó Teología, Sagrada Escritura, Hebreo, Exégesis Bíblica y Griego Bíblico.

 El 9 de diciembre de 1954, a los 30 años, fue nombrado Rector del Seminario.

 Como Rector le tocó construir salones de estudio, áreas verdes y el acceso al Seminario.

 Durante sus cinco años como Rector en León, le tocó formar a decenas de sacerdotes.

 En 1959, cuando apenas tenía 35 años de edad, fue designado obispo de Chiapas.

Escrito en León el

AManece León

Mantente al día con las últimas noticias de León, suscríbete gratis con tu correo

Amanece Le�n