Ante la falta de empleo y nulas de oportunidades a las que se enfrentan las personas que tienen más de cuarenta años, algunos prefieren emprender su propio negocio, aunque esto represente un riesgo.
Tal es el caso de Ricardo Espinoza quien desde hace tres años comenzó con su negocio de papas fritas. Actualmente cuenta con un puesto ambulante sobre calle 5 de febrero esquina con el Callejón del hielo en esta ciudad.
El comerciante dijo que su jornada laboral es extensa y en ocasiones bastante rutinaria; debe madrugar para lavar cazos y para lavar y pelar las papas que venderá.
Con chile, limón y sal
Ricardo mencionó que uno de los atractivos de su negocio es que las papas se preparan al momento. Sólo basta picarlas y ponerlas a freír en aceite, proceso que tarda cerca de 10 minutos, tiempo en que sus clientes puede elegir la preparación de su botana.
En un día normal llega a pelar hasta 40 kilos de papa. El vendedor comentó que también debe ser amable con sus clientes, razón por la cual nadie se va de su puesto sin probar la “papa brava”, como él la llama.
Demasiada fiesta
Las ventas no han sido las mejores en los últimos meses y Ricardo concluye que en México hay muchos días feriados, “nuestra economía no alcanza porque los mexicanos festejamos de más”, aseveró.
A pesar de la crisis económica, el comerciante ha tratado de mantener su negocio para sacar adelante a su familia.