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Hijo y un vecino mataron a familia de la 10 de Mayo: Procurador

Confiesan: el múltiple homicidio fue porque no les dieron dinero.

Escrito en León el
Hijo y un vecino mataron a familia de la 10 de Mayo: Procurador

El hijo mayor de la familia Castañeda Flores asesinó a sus padres y hermanos.
Ayudado por un vecino, y molestos porque no les dieron el dinero que pedían, consumaron la múltiple ejecución en la colonia 10 de Mayo.
La Procuraduría de Justicia presentó ayer a Juan Humberto Castañeda Flores y a su cómplice, Alejandro Pérez Vasconcelos, como los presuntos autores del asesinato de una familia de panaderos la noche del lunes.
“Los mató por no contar con recursos que le negaron”, resumió el procurador de Justicia Carlos Zamarripa Aguirre.
Las autoridades presentaron el arma que habrían utilizado. Revelaron que los presuntos homicidas llevaban el rostro cubierto, para que no los identificaran.

Revela detalles de asesinatos

Horas antes de ser detenido por policías ministeriales, Alejandro Pérez Vasconcelos platicó con AM sobre el asesinato de sus patrones.
En la entrevista el presunto homicida dio detalles que sólo sabría alguien que estuvo en la escena del crimen.
Pérez Vasconcelos, de 23 años de edad, es originario del Estado de México y desde muy pequeño trabajó con la familia Castañeda Flores.
“Era chalán de ellos desde muy chiquillo, éramos amigos, la verdad sí teníamos una amistad”, dijo el joven el martes, frente a la casa donde se cometió el multihomicidio.
Contó que la familia Castañeda era respetada en la colonia porque no se metía con nadie y se dedicaba sólo a su negocio y a su religión.
“Yo trabajé mucho tiempo con ellos, con la gente no se metían, la señora salía a barrer en la mañana y la verdad nadie tenía ninguna mala relación con los vecinos”, dijo.
Alejandro tenía más contacto con Juan Humberto, el mayor de los hijos, pero sabía a qué se dedicaba cada miembro de la familia.
“(Pedro) Ramón trabajaba con ellos y se dedicaba a su ruta (de reparto), ella (María Elma) nunca salía, venía el novio y ya se la pasaban allá adentro... yo siempre veía que pagaba a todos, sus pagos y todo bien, ningún mal trato a nadie”, agregó Alejandro Pérez.
Al cuestionarle si conocía la distribución de la casa, dijo que no, y fingió ser ajeno a los homicidios.
“Yo no sé cómo esté allá arriba, parece que ahí era la sala; sólo podían subir los integrantes de la familia y no los trabajadores”, mencionó.
Alejandro aseguró que la noche de los asesinatos estaba con Juan Humberto cuando le informaron que sus papás y dos de sus hermanos habían sido asesinados.
“Yo estaba con Humberto cuando le hablaron y le dijeron que sus padres estaban muertos, luego luego supimos que había sido por un asalto porque pidieron el dinero de la caja fuerte porque no pudieron abrirla”, contó.
En su relato el joven dio detalles sobre el cuátruple asesinato, pero no explicó cómo los conoció.
“El papá no estaba, cuando llegaron (los homicidas) se escucharon los disparos, pero subieron el volumen de la tele porque estaban viendo una película, y cuando llegó el papá en una camioneta se volvieron a escuchar, porque él (papá), salió desde temprano de la casa”, dijo.
La madrugada de ayer Alejandro Pérez y Juan Humberto Castañeda fueron detenidos por su presunta participación en el multihomicidio.

‘¡Nadie hubiera imaginadosemejante tragedia!’

Para los habitantes de la colonia 10 de Mayo fue una sorpresa saber que el responsable de las ejecuciones de la familia Castañeda Flores fue el mayor de los hijos.
Juan Humberto era reservado con sus vecinos, quienes lo catalogaban como una buena persona con la que nunca tuvieron problemas.
“¡Nadie hubiera imaginado semejante tragedia!”, dijo sorprendido un vecino.
Algunos comentaron que Humberto casi no salía de la casa porque dormía en el día ya que trabajaba por la madrugada elaborando el pan.
“Es pastor en la iglesia de la religión que ellos profesan; el muchacho nunca se metió en problemas con nadie, siempre fue muy respetuoso”, narró María del Refugio.
Uno de los albañiles que trabajó con la familia hace cinco años, platicó que en los tres meses que laboró en la casa nunca recibió malos tratos de ninguna de las víctimas.
“Cuando me enteré de la noticia me vine a dar una vuelta a la casa, a ver si es cierto”, contó el albañil.
Encontró que la vivienda estaba clausurada con cinta amarilla y la calle en silencio.
Todos los que conocieron a la famila aseguraron que sus integrantes eran personas de bien, dedicados a sus estudios bíblicos y a hacer pan para la comunidad.
“Yo mandé a mi hijo a comprar limones cuando escuché los balazos”, narró Juana Carolina.
Añadió que ese día en la calle no había ninguna persona ajena a la colonia, tampoco vio algo irregular.
Cuando su hijo regresó de la tienda le preguntó si había escuchado los balazos, y él le respondió que creyó que estaban tronando “palomas”.
La vecina platicó que minutos después comenzaron a llegar policías en patrullas, por lo que se asomó a la calle y se dio cuenta de que los balazos habían sido en la casa arriba de la panadería.
Vecinos relataron que tuvieron temor luego de los asesinatos, se decía que un grupo delictivo pedía a los comerciantes 500 mil pesos a cambio de no hacer daño a sus familias.
Desde la noche de la ejecución a la familia, en la calle Madre Gloria los vecinos prefieren no salir de sus hogares.

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AManece León

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