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Envuelve desolación y desánimo

Habitantes de Los Cabos criticaron a las personas que se dedicaron a saquear y robar

Escrito en León el

El desánimo y la desolación en Los Cabos pesan, queman más que el sol de casi 40 grados que abrasa a los miles que quedaron a la intemperie, a los que perdieron sus pequeños negocios y aquellos cuyos grandes almacenes y hoteles fueron saqueados.
Del terror de la noche del domingo 14, que el huracán “Odile” hizo volar casas, negocios, con vientos de 260 kilómetros por hora, la población pasó al horror de la rapiña nunca vista, que convirtió el dolor de la pérdidas de bienes en pánico, inseguridad y desconfianza entre ellos mismos.
Sin energía eléctrica, internet ni líneas telefónicas, Los Cabos se volvió tierra de nadie, y fue cuestión de que uno tomara cereales de la tienda Soriana de Cabo San Lucas para que turbas de hasta 5 mil personas pasaran encima de policías para la rapiña en todos los comercios del corredor turístico.
De la rapiña a los comercios pasaron a los robos y asaltos, desde a residencias hasta a humildes viviendas.
El pensamiento ciudadano fue general: “Seguimos nosotros” y el pánico se apoderó de todos durante cuatro días.
“’Odile’ fue de 3, pero ellos eran como un huracán categoría 6”, expresó Ángeles, una ciudadana aterrorizada, que suma cinco días sin dormir vigilando su fraccionamiento, junto con sus vecinos.
Los comerciantes del centro de Los Cabos recogieron las láminas retorcidas, árboles caídos, madera, plafones, con ello hicieron barricadas en sus calles, para evitar el saqueo.
El pánico ha hecho olvidar la solidaridad a los cabeños, quienes desconfían de todo desconocido y acaparan los apoyos que van llegando.
En las colonias literalmente desaparecidas, la desolación es mayor: no hay agua ni luz. No se enteran de que el Presidente ha llegado dos veces y ha dicho que 70 mil despensas se enviaron a Baja California Sur, 5 mil de ellas para Los Cabos.
“Agua sí nos trajeron”, dijo Eliza Cárdenas, de la invasión La Ballena, mostrando dos pequeñas botellas de 350 y un litro.

Activa ahora alerta ‘Polo’

En medio de la contingencia por “Odile”, Protección Civil activó alerta azul por la aproximación de la tormenta tropical “Polo”, que amenaza con lluvias intensas a Baja California Sur.
Joaquín Téllez, coordinador de la Unidad Municipal de Protección Civil en Cabo San Lucas, manifestó ayer que están vigilando al fenómeno natural, y que confían en que sólo dejará lluvias.
“’Polo’ llegaría mañana tarde-noche, posiblemente el domingo, viene muy abierto, probablemente nos dejará lluvias”, dijo.
“Ya estamos en alerta azul, no corremos peligro, gracias a Dios no estamos en su ruta, aunque la naturaleza no tiene palabra”.
La aproximación de este nuevo fenómeno climatológico tiene preocupada a la población que a casi una semana del impacto del huracán “Odile” suma ya cinco días sin energía eléctrica, agua y comida. (Agencia Reforma/La Paz)

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