Con tal de convertirse en una estrella del rock, Ricki (Meryl Streep) abandonó a su familia sin importarle los sentimientos que pudiera provocar a su alrededor con esta decisión.
Pero, pasado el tiempo, su ex esposo Pete (Kevin Kline) la persuade para que busque a su hija Julie (Mamie Gummer), quien atraviesa momentos muy difíciles.
Así arranca el relato fílmico de “Ricki & The Flash: Entre la Fama y la Familia”, película de la guionista y ganadora del Óscar, Diablo Cody, quien confió en el cineasta Jonathan Demme para su proyecto, que ya se estrenó este viernes en la ciudad.
"Jonathan es probablemente mi persona favorita con la que he trabajado. No podía creer lo mucho que se preocupó por los personajes y el guión, en un nivel que pensé que sólo yo podría tomar en cuenta. "Cada día, después de la filmación, nos sentamos a conversar sobre la película y decía 'somos como papás. Tuvimos un bebé y no podemos dejar de hablar de él'. Estuvimos tan obsesionados con 'Ricki' y con la colaboración que surgió en el filme", apuntó Diablo.
Con tintes de comedia, pero sustentada en el drama, la producción trae de regreso al radar fílmico a Rick Springfield, como Greg, quien no deja de interesarse románticamente por la protagonista.
Julie, quien intentó suicidarse porque descubrió a su marido poniéndole el cuerno, se muestra hostil y distante con su madre, lo mismo que sus dos hermanos, uno recién comprometido y el otro gay. La súper mami rockera desconocía todo esto. Y se enfrenta a la indiferencia de sus vástagos.
"Me aproximé a este personaje con mucha cautela y necesidad, como creo que todos lo hicimos. Amo del estilo de Diablo que escribe de una forma muy conmovedora. La ausencia de complejos de sus personajes femeninos y cómo es que parecen hechizados.
"Tiene un sentido del humor fantástico y mucho corazón. Creo que (Julie) es una chica dura, quien se rompe ocasionalmente, como Diablo. Y pienso que desdobla un poco de su yo interno en los personajes... lo que me interesaba es que (mi personaje) encontrara un poco de paz", señala Gummer, hija también, en la vida real, de la multilaureada Streep.
Ricki intenta un acercamiento con lo que pudo ser su familia soñada y lo único que logra es estropear el curso del destino para ellos, lo que significa que, enfurecida, se aparta nuevamente hasta que, por sorpresas que añaden otros personajes, debe reencontrarse con sus hijos nuevamente.
Una boda, una guitarra y sobre todo, varias confesiones, harán que los personajes intenten sanar lo dañado.

Por Reforma

Escrito en León el 9/10/2015 · 00:00