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"Congelan" en León precios del calzado

Los precios del calzado tienen tres años "congelados" en León, revelan bases de datos del INEGI.

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"Congelan" en León precios del calzado

Los precios del calzado comercializado en León tienen tres años ‘congelados’.
Entre 2012 y 2014 la inflación acumulada fue de 11.30%. Sin embargo, en el mismo periodo los precios del calzado tuvieron cero incremento, revelan estadísticas oficiales del INEGI.
Los fabricantes y comercializadores tuvieron que absorber la diferencia, bajando el margen de utilidad o elevando la productividad.
En 2012 el precio del calzado que se oferta en almacenes y tiendas de León subió 1.60%, pero en los dos años siguientes bajó 0.9%, detallan las bases de datos oficiales.
En esos tres años, el aumento promedio acumulado fue de sólo 0.7%. Es decir, los precios del zapato leonés han permanecido casi sin cambios.
En contraste, otras ciudades que son grandes productoras de calzado, como Guadalajara y la zona metropolitana de la Ciudad de México, registraron incrementos superiores al 10% en el precio.
Fabricantes, comercializadores y analistas explican en el siguiente reporte especial a qué se debe el fenómeno de los precios ‘congelados’, y exponen las acciones que han emprendido para evitar daños al sector.

Elevan productividad

Raúl Coronado, gerente de la marca Saxa´s, coincidió que en los últimos tres años no han tenido aumentos en sus productos.
En general –dijo- se han mantenido los precios, excepto aquellos que son elaborados con piezas de importación.
Cuando un zapato se elabora en su totalidad con productos importados, el tipo de cambio no favorece, explicó.
En su caso, los proveedores de algunos insumos como suelas y forros del calzado, tampoco han elevado los precios, para lo cual han tenido que reducir su margen de utilidad.
“En términos generales se han mantenido, las razones son porque el empresario absorbe una parte de la utilidad”
Destacó que para poder mantener los precios sin variación se debe ser más productivo, desarrollando un calzado con características similares, pero a menor costo.
Innovar es la clave, crear mejores prototipos novedosos, modificar texturas utilizando el mismo material para dar una presentación diferente y esto representa ahorro.
“Los modelos nuevos con un mejor diseño van a dejar siempre una mayor utilidad, esta es la apuesta; los modelos que se repiten mucho en el mercado es donde se sacrifica la utilidad”.
Opinó que los cambios en el mercado también han permitido abaratar costos, pues ya no se produce sólo zapato de piel.
“Los jóvenes que nacieron después de los ochenta no tienen problema con que los productos no sean de piel, este mercado lo que busca es un zapato que les guste, que esté acorde a su bolsillo y que satisfaga su gusto momentáneo”.

‘Ya no sele gana’

Rafael Torres, pequeño fabricante de calzado de la Zona Piel, se ha visto forzado a no subir precios para no perder clientela.
“Ya no se le gana al zapato, más bien se le pierde. Para poder vender tenemos que mantener los precios, porque si no los clientes se asustan y ya no te compran. Yo no he podido subirle el sueldo a la gente que trabaja conmigo desde hace mucho tiempo”, dijo el zapatero, quien tiene más de 20 años en este oficio.
En su taller de calzado fabrica cada mes 3 mil pares aproximadamente, la mayoría es zapato de mujer y niño que vende entre 70 y 100 pesos en promedio.
“Estamos fregados porque por un lado los de Hacienda están encima de nosotros y por el otro la competencia es cada vez más desleal. Los precios de los materiales que utilizamos sí han subido mucho, pero no podemos subir los precios del zapato nosotros, porque no los compran, esa es la realidad”.

Satura mercadozapato importado

El estancamiento de precios del calzado en León se debe a una sobreoferta de productos, opinó Clemente Portillo, coordinador de la Licenciatura en Contaduría Pública y Estrategias Financieras de la Universidad Iberoamericana.
La inflación, explicó, se acentúa en los sitios donde existe escasez de productos, y la deflación se presenta cuando hay una abundancia.
Ambos fenómenos se dan en base a la oferta y demanda del mercado.
En el caso de León, dijo que hay una sobreoferta de calzado, porque a la producción local se suma la alta importación de zapato de origen chino.
Lo anterior provoca que los precios estén ‘congelados’ o incluso se presente el fenómeno de la deflación, que consiste en la reducción de precios.
Ante esta situación, consideró que los zapateros tienen tres alternativas:
1.- Desaparecer, cuando no ven un mercado constante o favorable.
2.- Migrar hacia otra industria.
3.- Buscar nuevos mercados y ser más competitivos.
“Cuando hablas de dos años con una tendencia de inflación hacia la baja, tiene que haber una respuesta hacia el exterior”, consideró el economista.
“Se está buscando que el zapato de la ciudad se exporte, que los fabricantes se especialicen en un producto”.
Dijo que las cifras oficiales, que muestran dos años consecutivos de deflación, deben ser motivo de preocupación de la Cámara de Calzado, para que impulse acciones que permitan conquistar nuevos mercados, como realizar mejoras tecnológicas, innovaciones de producto y calidad.
Con los avances tecnológicos se crea innovación y se logra ser más competitivos, explicó el especialista.
Opinó que ahora se tienen mejores condiciones de comercialización, como ofrecer el calzado en internet, atender sectores que no se cubrían y disminuir los costos de logística.

Reducen costos de producción

Buscar materiales de buena calidad, pero más económicos, es una estrategia que han seguido algunos zapateros de León para mantener sin cambios los precios de sus productos.
Alejandro Suárez tiene toda una vida dedicándose al calzado. Al lado de sus siete hermanos han mantenido a flote las siete zapaterías que tienen en la Zona Piel, además del taller de calzado que lleva el mismo nombre que sus locales: “Zapaterías Alex”.
La opción que ellos encontraron para no aumentar el precio del calzado es absorberlo directamente, reduciendo sus costos de producción y los márgenes de utilidad.
“En estos años hemos hablado con los empleados y acordamos rebajarles un poquito de su salario y claro que nosotros también bajamos nuestras ganancias. Se trata de tomar un poquito de varios lados para poder absorber ese porcentaje”, comentó Alejandro Suárez.
Ángel Sánchez Rodríguez, gerente de Almacén de Calzado Ángel, coincidió en que el desarrollo de proveedores locales ha influido en que se mantengan los precios sin cambios.
Explicó que en León ya hay suficientes insumos que antes se traían de otras ciudades, lo cual aumentaba los costos de producción del calzado.
“Actualmente muchos de los materiales se consiguen en la ciudad, antes se abastecía de otras ciudades grandes. Ahora León tiene todo tipo de proveedores, entonces se incurren en menos gastos” explicó. “Es importante tener los insumos en casa”.
El beneficio como zapatería, es que pueden mantener los precios.
Consideró que otras ciudades han elevado más el precio del calzado, debido a los costos que representa llevar el producto.
“El hecho de que lo transporten tienen que estar fluctuando en sus precios”.

‘También ‘congelan’ sueldos

Ángel Guerrero, dueño de la empresa Calzado D´ Ángel, ha mantenido en tres años sin cambios los sueldos y la plantilla de personal, a pesar de que la producción ha crecido.
Su intención es mantener el precio de sus productos, para poder seguir con el negocio familiar.
“Nosotros no podemos aumentar los precios porque los clientes siempre buscan lo más barato. Tampoco podemos bajar la calidad porque enseguida se dan cuenta. Los fabricantes somos los más golpeados, porque todo ha subido mucho, empezando por la piel y toda la materia prima que necesitamos para fabricar calzado”, expresó.
En la pequeña fábrica de Ángel, ubicada en el barrio de El Coecillo, da empleo a 20 personas, las cuales producen en promedio 5 mil pares de zapatos al mes.
En los últimos años Ángel ha tenido problemas para generar el dinero de la nómina cada semana y cuando esto sucede consigue dinero prestado que luego tienen que pagar con intereses.
“Los muchachos que trabajan conmigo entienden que no puedo subirles el sueldo, lo reconocen y prefieren seguir aquí aunque no haya más dinero, saben que de cualquier forma pueden seguir trabajando, yo de mi parte sí quisiera pagarles más”.
Aseguró que de 2010 a la fecha los precios de las materias primas para fabricar su calzado han aumentado un 25 % aproximadamente, sobre todo la piel, pero él sigue manteniendo sus precios de 100 pesos por par de zapatos en promedio.
Cuando inició en la fabricación del calzado, Ángel tenía sus clientes fuertes en los Estados de Puebla y Tlaxcala, quienes le compraban grandes cantidades de su producto.
Sin embargo, el fabricante comentó que con la entrada de calzado ilegal al País los fue perdiendo y muchos de ellos no le pagaron el producto que les fiaba.

‘Hay mucha competencia’

Comerciantes de calzado reconocieron que han tenido que congelar los precios para no perder clientes.
“La piel y los insumos suben poco, pero suben, y el calzado no, sigue al mismo precio porque no se vaya el cliente y mantenerlo”, aseguró Alejandra Morales, quien tiene diez años trabajando para la zapatería Dinastía.
Comentó que antes sí aumentaba el calzado en cada cambio de temporada, pero en los últimos tres años la entrada del zapato chino les ha obligado a bajar el precio o mantenerlo sin cambios.
Hay mucha competencia, dijo la entrevistada.
“Cuando el zapato no se vende después de varias temporadas, tiene que bajar el precio aun más, para poder recuperar algo de lo invertido”, dijo Alejandra.
“Si yo vendo unos zapatos en 400 pesos, pero mi vecino los ofrece en 380, por 20 pesos el cliente los compra allá, y entonces todos los comerciantes tenemos que ajustarnos a un estándar de precios”, coincidió Javier Acosta, dueño de la tienda Patricia Colletion.

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