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El "VW Gate" los pone en crisis

La empresa está en medio de escándalo, por supuestamente falsear pruebas.

Escrito en León el
El "VW Gate" los pone en crisis

Seguramente ya escuchó noticias relacionadas al escándalo en VW o #VWGate como se ha nombrado en redes sociales.
Para entender un poco la situación y ponerla en su debida perspectiva, le ofrecemos un recuento de los acontecimientos que ha llevado al consorcio Volkswagen a vivir los peores momentos en su historia moderna.
El hecho comenzó con un grupo de investigadores de la Universidad de Virginia encabezados por Daniel Carder, director del Centro de combustibles alternativos, motores y emisiones, terminaron en 2013 una investigación relacionada a las emisiones de vehículos a diesel en Estados Unidos.
Las investigaciones arrojaron como resultado que los motores a diesel de VW en vehículos como el Passat, Beetle y Golf reportaban una cifra de emisiones contaminantes entre 15 a 35 veces por arriba de la permitida al circular en las calles en comparación a las registradas cuando el vehículo era revisado en dinamómetro.
Estos hallazgos fueron reportados a las autoridades ambientales, las cuales dos años después, a través de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente o EPA por sus siglas en inglés, las hicieron públicas el 18 de septiembre de 2015.
En diferentes comunicados la armadora alemana reconoce la existencia de un software en algunos de sus motores a diesel cuyo objetivo es modificar la operación del motor cuando es sometido a revisiones ambientales para lograr una cantidad de emisiones contaminantes menores a las permitidas por las respectivas autoridades.
Su presidente, Martin Winterkorn, presentó su renuncia para facilitar las investigaciones e iniciar el proceso de recuperación de la credibilidad hacia la marca de Wolfsburg.
Cabe aclarar que los vehículos involucrados en esta situación son los que operan con diesel y no representan riesgo para sus propietarios al conducirlos. No existe fallas reportadas en sistemas de frenos, aceleración, bolsas de aire o algún otro componente que impida el funcionamiento de las unidades.
La industria automotriz en el mundo, pero en especial en los mercados de Estados Unidos y Europa, están siendo obligadas a reducir las emisiones contaminantes gradualmente en sus autos o enfrentar multas considerables por cada unidad que vendan fuera de estas regulaciones.
La forma en que las armadoras reducen sus emisiones es a través de diferentes tecnologías que van desde motores convencionales a gasolina más eficientes, combustibles alternativos como gas natural, motores a diesel y, claro, los autos híbridos y eléctricos.
De estas alternativas, el consorcio Volkswagen, como otras firmas europeas, habían apostado en gran medida a los motores a diesel, una solución relativamente rápida y eficiente en costos considerando su experiencia en este ramo, mientras que otros grupos empezaron a desarrollar tecnologías más costosas como los híbridos y eléctricos.
Los motores a gasolina emiten hoy en día menores emisiones contaminantes gracias en gran parte a los convertidores catalíticos, los cuales sirven como “filtros químicos”.
En el caso del diesel, el truco para tener menores contaminantes es el uso de la urea, la cual sirve como convertidor catalítico para reducir las emisiones contaminantes. Sin embargo, este sistema implica un tanque separado para esta sustancia.
La solución de VW consiste en una especie de depósito donde se acumulan emisiones y, en ciertos intervalos, una dosis de diesel genera una reacción química que limpia lo que sale por el escape.
Esta solución podría representar un mayor consumo de diesel, así como afectar su característico empuje o par en comparación con el uso de la urea.
A manera de especulación, lo anterior podría haber sido la razón para la existencia del software en los motores diesel de VW, privilegiar el consumo y fuerza del motor en uso convencional, mientras que cuando se verificaba reducía las emisiones contaminantes.

¡Otros escándalos!

Entre los escándalos automotrices, el más reciente y costoso aunque sin consecuencias fatales es sin duda el de Volkswagen. Además de la erosión del valor de la empresa en los mercados financieros la armadora podría enfrentar multas superiores a los 18 mil millones de dólares.
Sin embargo, este no es el único escándalo ya que en los últimos años, la industria automotriz ha tenido diferentes historias de terror. En más de una ocasión, directivos de las firmas automotrices supieron de antemano la existencia de las fallas pero prefirieron no hacer nada por razones de costos.
A continuación le presentamos las más recientes.

Ford Pinto
En la segunda mitad de los setentas, Ford contaba con un pequeño vehículo llamado Pinto. Desafortunadamente el Pinto tenía una falla importante en la parte trasera. Al recibir un impacto, era altamente probable que el tanque de gasolina fuera afectado, ocasionando explosiones o incendios en la unidad al instante. Ford tuvo que llamar a reparación 1.5 millones de unidades con un costo de cientos de millones de dólares en demandas y compensaciones.

Llantas Firestone
Las tradicionales llantas Firestone fueron objeto de duda en la segunda mitad de los noventas, al ser equipo original de las utilitarias Ford Explorer. En una batalla legal impresionante, ambas firmas se echaban la culpa sobre la ponchadura de las mismas y consecuente volcadura de las unidades. Aproximadamente 20 millones de llantas fueron retiradas del mercado y en 2002 Ford y Firestone rompieron.

Aceleración repentina de Toyota
Un componente defectuoso en el ensamble del pedal del acelerador ocasionaba que el vehículo acelerara repentinamente tomando por sorpresa al conductor quien contaba con poco tiempo para reaccionar y retomar el control del auto.
Después de una serie de argumentos desde 2009 a 2012, la firma japonesa tuvo que pagar mil 200 millones de dólares como multa.

Bolsas de aire Takata
En lo que ha sido uno de los escándalos más grandes y recientes, 10 marcas automotrices se vieron afectadas con sistemas de bolsas de aire defectuosos que podrían activarse mientras se utilizaba el auto. Para agregar más drama a esta situación, era altamente probable que al activarse la bolsa de aire, pequeños pedazos de metal fueran disparados hacia conductor y ocupantes. Los autos afectados de 2000 a 2008 se estiman en 30 millones de unidades.

Encendido GM
El consorcio estadounidense tuvo que llamar a reparación a 2.6 millones de unidades Cobalt y sus derivados para arreglar el sistema de encendido. La falla en el sistema ocasionaba que el vehículo se apagara incluso al ir en circulación, apagando todos los sistemas del auto incluyendo los de seguridad.

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